Los
hematomas subdurales tienen lugar entre la duramadre y el aracnoides.
Se producen preferentemente en las convexidadades frontoparietales y en
la fosa craneal media.
El
hematoma subdural puede dar síntomas unas semanas o meses después
del traumatismo, debido a que al ser la hemorragia de tipo venoso, progresa
muy lentamente. En los ancianos, el golpe capaz de desencadenar el hematoma
subdural puede ser mínimo y el hematoma puede pasar desapercibido.
El
aspecto característico de la TC con contraste después de
un hematoma subdural agudo es una colección hiperdensa extraaxial
creciente que se extiende de forma difusa en el hemisferio afectado. Con
el tiempo, los hematomas subdurales experimentan una lisis y se vuelven
isodensos con el parénquima cerebral subyacente. En algunos casos,
una hemorragia recurrente en un hematoma subdural prexistente produce
una mancha de densidad mixta.
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