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Genómica
de la esclerosis múltiple
El diagnóstico
exacto del paciente basado en su historia clínica e imágenes
de RM es crucial para la validez del análisis genómico.
Usualmente,
se toman muestras post-mortem lo antes posible para evitar autolisis.
En algunas ocasiones, se pueden obtener muestras de biopsias. La microdisección
con láser y los estudios inmunohistológicos ayudan a la
confirmación del diagnóstico.
Seguidamente
se obtiene ARN de alta calidad del tejido analizándose su integridad
y cantidad. Dependiendo del tipo de biochip a utilizar, la muestra es
marcada con un fluoróforo o convertida a un oligonucleótido-cARN.
El
soporte sólido conteniendo ADN se obtiene bien colocando clones
de cADN obtenidos robóticamente, bien por síntesis in situ
de oligonucleótidos sobre la superficie de un vidrio. La muestra
marcada es extendida sobre el biochip e hibridada durante varia horas.
Se utiliza un microscopio laser confocal para localizar y medir la fluorescencia
de las sondas híbridas. La intensidad de la señal es proporcional
a la cantidad de m-ARN presente en la muestra.
Se
utilizan diferentes algoritmos de clasificación para organizar
la expresión de todos los genes analizados en un experimento en
particular. De esta manera los genes relacionados con un tipo determinado
de expresión pueden ser agrupados e identificados.
A
partir de los resultados de la expresión, un gen o grupo de genes
en particular puede ser seleccionado para su validación in vivo.
En este momento se utilizan modelos animales para ver los efectos biológicos
de la deleción o hiperexpresión del gen.
Al final del proceso, se puede generar una hipótesis consistente
con los resultados.
Usualmente
son necesarias varias series de experimentos para refinar una hipótesis
determinada.
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