La debilidad muscular resultante de la disfunción de las neuronas motoras se traduce en atrofia muscular progresiva. Virtualmente cualquier músculo puede ser afectado por la enfermedad y, a medida que transcurre el tiempo, más músculos resultan afectados.

Incluso en los últimos estadios de la enfermedad las funciones sensoriales, cognitivas y funcionales de vejiga e instestino están preservadas, igual que el sentido de la vista que se mantiene aunque haya evidencias de una grave afectación cerebral