El
uso del alcohol bencílico en el neonato está asociado a
una elevada morbilidad y mortalidad. El alcohol bencílico se utiliza
frecuentemente como preservativo en formulaciones inyectables debido a
su actividad bacteriostática.
Las primeras
comunicaciones de reacciona adversas fatales (síndrome del jadeo
o "gasping
syndrome") en neonatos debidas al alcohol bencílico fueron
realizadas en la década de los 80. Los sígnos y síntomas
de este síndrome incluyen una grave acidosis metabólica,
deterioro nervioso y respiracion jadeante. Como consecuencia de un Boletin
de la FDA de 1982, muchos fabricantes advierten del peligro de la administración
de este preservativo a niños recién nacidos.
En una de
las comunicaciones iniciales (Brown y col, 1982) relativas a 16 niños
de menos de 1.250 g., 10 de estos niños desarrollado efectos tóxicos
atribuidos al alcohol bencílico. El síntoma inicial fue
una acidosis metabólica que fue seguida de bradicardia, convulsiones,
respiración jadeante, hipotensión precedente a un colapso
cardíaco y, finalmente, la muerte. Las muestras de orina de estos
niños contenían grandes cantidades de ácido benzoico
y de ácido hipúrico, metabolitos del alcohol bencílico,
estimándose que la cantidad recibida de este producto era de 130
mg/kg/día. El único superviviente de esta serie de niños
mejoró cuando se discontinuaron las infusiones con ácido
bencílico. Cuando se discontinuó la administración
de sueros conteniendo este preservativo, se dejaron de observar casos
de este síndrome.
Otros autores
confirmaron posteriormente estas observaciones en niños de mayor
peso.
En 1988,
Lebel y cols estudiaron el metabolismo y la eliminación del alcohol
bencílico en los neonatos. El alcohol bencílico es rápidamente
oxidado a ácido benzoico, el cual se conjuga con glicina en el
hígado y los riñones para dar ácido hipúrico.
Este estudio demostró que los neonatos eran demasiado inmaduros
para detoxicar y eliminar el alcohol bencílico y sus metabolito.
Los casos
más frecuentemente descritos implicaban el uso del alcohol bencílico
en las soluciones aplicadas a los catéteres umbilicales. Sin embargo,
el alcohol bencílico es también utilizado en muchas medicaciones
parenterales rutinarias. Aunque la cantidad de alcohol bencílico
aportada con estas medicaciones es mucho menor que las utilizadas en los
catéteres, se desconoce hasta que punto son seguras ya que no se
ha establecido la concentración mínima tóxica. Se
recomienda no utilizar estas medicaciones en niños prematuros o
en los niños con un peso bajo al nacer.
Igualmente,
se ha publicado recomendaciones para que los hospitales eviten el uso
de preservativos en las soluciones utilizadas en las unidades neonatales
de cuidados intensivos y que todos los productos que contengan alcohol
bencílico sean convenientemente identificados
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