INTRODUCCION
El alcohol
bencílico es un alcohol aromático, usualmente utilizado
al 0.9% como preservativo bacteriostático en fármacos
o solucines para usos parenterales. El suero salino conteniendo alcohol
bencílico es muy utilizado en los pacientes críticos para
enjuagar los catéteres después de una infusión
intravenosa o una extracción de sangre. También se utiliza
en el agua estéril para diluir o reconstituir medicaciones para
uso intravenoso y muchas formulaciones inyectables, como la heparina,
antibióticos, etc llevan alcohol bencílico como preservativo.
Los efectos
tóxicos del alcohol bencílico son insuficiencia respiratoria,
hipotensión, convulsiones y parálisis. La dosis letal
50 (DL 50) en las ratas es de 300 mg/kg cuando se administra en infusión
intravenosa rápida y de 360 mg/kg cuando se administra por infusión
intravenosa lenta. Los perros fallecen cuando se administran 830-1060
mg/kg en una infusión de alcohol bencílico al 0.9%, pero
toleran dosis menores sin síntomas de toxicidad. A partir de
los estudios en animales se estima que una infusión rápida
de hasta 30 ml de alcohol bencílico al 0.9% (unos 4.5 mg/kg)
es inocua para un ser humano adulto.
El alcohol
bencílico es metabolizado a ácido benzoico el cual es
conjugado en el hígado con glicina
y excretado como ácido hipúrico. Sin embargo, en el neonato
y menos aún en los prematuros esta vía metabolica no está
del todo desarrollada y el ácido benzoico procedente de la oxidación
del alcohol bencílico no es conjugado sino que se acumula, ocasionando
una acidosis metabólica.
Se han
descrito varias muertes en prematuros de 2.5 kg o menos en los que se
utilizó suero salino con alcohol bencílico al 0.9% para
enjuagar catéteres intravasculares. Los primeros síntomas
de toxicidad se observan en niños de edades comprendidas entre
unos pocos días y varias semanas, con una acidosis metabólica
que progresa hacia un distrés respiratorio y respiración
jadeante (síndrome del jadeo). Muchos niños muestran además
disfunción del sistema nervioso central, convulsiones y hemorragias
intracraneales. Finalmente, se desarrolla una hipotensión que
presagia un colapso cardíaco y la muerte.
Aunque
estas muertes debidas al alcohol bencílico han llamado poderosamente
la atención de las autoridades sanitarias, no debe olvidarse
que muchos de los síntomas clínicos atribuidos a este
preservativo son también frecuentes en prematuros con otro tipo
de enfermedades graves.
En cualquier
caso, se recomienda no utilizar el ácido bencílico o formulaciones
que lo contengan en niños prematuros.
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