COENZIMA Q10
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INTRODUCCION La coenzima Q10 (también conocida como ubiquinona, ubidecarenona, coenzima Q, y, a veces, abreviada como CoQ10, CoQ, Q10, o Q) es una benzoquinona liposoluble presente en la mayoría de las células eucarióticas, principalmente en las mitocondrias. La Q se refiere al grupo químico quinona, y el 10 al número de subunidades isoprenoides que tiene. La porción benzoquinona de la coenzima Q10 se sintetiza a partir de tirosina, mientras que la cadena isoprenoide se sintetiza a partir de acetil-CoA a través de la ruta del mevalonato (esta ruta también se utiliza en los primeros pasos de la biosíntesis de colesterol). La coenzima Q es un componente de la cadena de transporte de electrones y participa en la respiración celular aeróbica, generando energía en forma de ATP. El noventa y cinco por ciento de la energía del cuerpo humano se genera de esta manera. Por lo tanto, los órganos con un requerimiento más alto de energía (como el corazón y el hígado) son los que tienen concentraciones más elevadas de coenzima Q10. Debido a su capacidad de transferencia de electrones y, por tanto, para actuar como un antioxidante, la coenzima Q también se utiliza como suplemento dietético. Cuando se es joven, el cuerpo puede sintetizar la coenzima Q10 a partir de uniquinonas de numeración inferior como la CoQ6 o la CoQ8. Las personas mayores y los enfermos pueden no ser capaces de generar la suficiente cantidad de esta coenzima, por lo que la CoQ10 pasa a ser una vitamina en una etapa posterior de la vida y cuando se está enfermo. La CoQ10 comparte una ruta común con la biosíntesis de colesterol. La síntesis de un intermediario precursor de la CoQ10, el mevalonato, se inhibe con algunos beta-bloqueantes y con las estatinas (una clase de medicamentos para bajar el colesterol). Las estatinas pueden reducir los niveles séricos de CoQ10 hasta en un 40%. Algunas investigaciones sugieren administrar suplementos de CoQ10 como una rutina adjunta a cualquier tratamiento que pueda reducir su producción endógena. La administración de suplementos de coenzima Q10 es un tratamiento para algunos trastornos mitocondriales raros y muy graves, y también para otros trastornos metabólicos donde los pacientes no son capaces de producir suficiente CoQ10. La coenzima Q10 es prescrita por el médico. La ingesta de suplementos de CoQ10 tiene un efecto beneficioso sobre el estado de algunos enfermos que padecen migrañas. Hasta la fecha, se han realizado tres estudios, de los cuales dos eran pequeños, donde las dosis beneficiosas fueron de 150 a 300 mg/día. La CoQ10 también está siendo investigada como tratamiento para el cáncer, y como apoyo en los efectos secundarios que provoca esta enfermedad. Estudios recientes han demostrado que las propiedades antioxidantes de la coenzima Q10 benefician al cuerpo y al cerebro en modelos animales. Algunos de estos estudios indican que la CoQ10 protege el cerebro de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, aunque no alivia los síntomas. La dosis es de 300 mg por día.
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Otro estudio reciente muestra un beneficio para la supervivencia después de un paro cardíaco si se administra CoQ10 además de un enfriamiento activo (a 32-34 grados Celsius). Hay varios informes sobre el efecto de la CoQ10 en la presión arterial. Una investigación reciente llegó a la conclusión de que, en pacientes hipertensos, la CoQ10 tiene un potencial para bajar la presión arterial sistólica de hasta 17 mm Hg y la presión arterial diastólica de hasta 10 mm Hg sin efectos secundarios importantes. Varios estudios han demostrado que dosis bajas de coenzima Q10 reducen la oxidación y las rupturas de la doble hélice de ADN. Una combinación de dieta rica en ácidos grasos poli-insaturados y suplementos de CoQ10 conduce a una vida útil más larga en las ratas. |
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 6 de mayo de de 2015. Equipo de Redacción de IQB | ||