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Se define por mamelón, un galicismo para mama pequeña, toda excrecencia carnosa, patológica o no sobre la superficie de la piel. En la mayor parte de los casos, suelen ser pezones supernumerarios y ectópicos que aparecen en el nacimiento tanto en varones como en hembras. Pueden ser uno o varios, de tamaño variable, siendo un defecto bastante frecuente (entre el 0.22 y el 5.6%). Se clasifican de acuerdo con su tamaño:
Casi sin excepciones, los pezones supernumerarios se sitúan a lo largo de las líneas de leche. Estas son dos líneas embriónicas paralelas que se forman entre la 4ª y 5ª semana del embarazo, consistentes en un engrosamiento de tejido ectodérmico, que generará las mamas durante el desarrollo fetal. Durante los meses 2º y 3º del desarrollo, se forman los elementos glandulares de las mamas a nivel de la cuarta y quinta costilla, con una regresión del tejido ectodérmico restante. Cuando tal regresión no es completa, pueden quedar uno o varios focos que resultarán en pezones ectópicos. En los adultos estas líneas se extienden desde un punto situado ligeramente debajo de las axilas, bajando por el pecho y abdomen hasta las ingles para finalizar en el interior de los muslos (*) . En todos los casos, los pezones supernumerarios o ectópicos están constituidos por tejido glandular (*), de modo cualquier mamelón que no muestre histológicamente un perfil glandular no puede ser diagnosticado como tal. Sólo en el 5% de los casos pueden observarse pezones ectópicos fuera de la línea de leche, siendo entonces las localizaciones más frecuentes la espalda, los miembros, el cuello, la cara y la vulva Los pezones supernumerarios suelen pasar desapercibidos en el neonato. Se muestran como una pequeña marca pigmentada o de color perla, que mide en la mayor parte de los casos entre 0.2 y 0.3 cm. Puede ser confundido con otras lesiones, a veces difíciles de apreciar, tales como lipomas, hidradenitis supurativa , verrugas no genitales, dermofibromas o cicatrices amniocentésicas. Desde el punto de vista clínico este defecto tiene pocas repercusiones, si bien en las últimas décadas se ha intentado asociarlo con algunas enfermedades o malformaciones. Se han encontrado pezones supernumerarios en un cierto número de síndromes o enfermedades (síndrome de Turner, anemia de Fanconi, otros desórdenes hematológicos, displasia ectodérmica, síndrome de Kaufman-McKusick y síndrome de Char). Sin embargo, en la mayor parte de los casos se atribuye este hallazgo a la casualidad. En los últimos años, se ha hablado de una posible asociación entre la presencia de pezones supernumerarios y anormalidades renales, si bien la misma es objeto de controversias y el número de publicaciones en los que esta asociación es positiva es prácticamente igual a las que no encuentran ninguna relación. La presencia de un pezón ectópico esporádico no implica necesariamente la presencia de otras malformaciones. Si se presentasen otras malformaciones, el pezón ectópico fuese muy prominente o existiesen antecedentes familiares de pezones supernumerarios, podría estar indicada una ecografía renal o una urografía con objeto de detectar posibles anormalidades renales asintomáticas. En general, la presencia de uno o más pezones supernumerarios no requiere ningún tratamiento. Solo por razones cosméticas estaría indicada su extirpación quirúrgica. En las mujeres hay que tener en cuenta que pueden producirse algunos cambios durante la pubertad normales o patológicos (inflamación, mastitis, formación de abscesos, quistes, adenomas, fibroadenomas, carcinomas o enfermedad de Paget). |
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REFERENCIAS
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Monografía creada el 22 de Febrero de 2015. Equipo de Redacción de IQB |
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