SINDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS
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ACROMELALGIA |
DESCRIPCION La acromelalgia o síndrome de las piernas inquietas hereditario es una enfermedad neurológica motora caracterizada por parestesias (sensaciones anormales) y disestesias (sensaciones molestas o dolorosas) en las piernas que ocurren típicamente durante el sueño o el descanso. Estas sensaciones se describen a menudo como pesadez, calambre, dolor, quemazón, prurito (picor) o escozor profundo, localizado en las zonas afectadas, generalmente las piernas, pero también pueden afectarse los brazos u otras áreas del cuerpo. Secundariamente y en un intento de aliviar tales sensaciones los individuos afectados sienten la necesidad irresistible de moverse y no pueden pararse quietos. Consecuentemente, sacuden sin parar el área afectada, se pasean sin cesar, o realizan otro tipo de movimientos: estiramientos, flexiones, o balanceos, por lo general de forma repetitiva. Los síntomas son más evidentes o empeoran con frecuencia cuando el enfermo está procurando dormirse; y en muchos casos, también ocurren durante la noche, llegando a despertarle. Esta enfermedad es parecida al síndrome de las piernas inquietas, mucho más frecuente, que afecta al 5-15% de la población Algunos enfermos pueden también desarrollar síntomas durante otros períodos prolongados de inactividad, por ejemplo mientras están sentados en el teatro, el cine o viajan en coche. El síndrome de las piernas inquietas puede darse de forma idiopática o primaria (la enfermedad puede ocurrir de forma esporádica o por razones desconocidas) y secundaria (debido a otra enfermedad subyacente, ciertas medicaciones, u otros factores). En muchos casos de enfermedad primaria, las personas afectadas tienen antecedentes familiares, lo que puede sugerir una forma de herencia autosómica dominante. Las formas secundarias pueden darse asociadas a déficit de hierro o anemia (niveles bajos de la hemoglobina, que es la proteína transportadora del oxígeno en las células rojas de la sangre), ciertas enfermedades crónicas, incluyendo la diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o enfermedad de Parkinson, embarazo; y uso de determinadas medicaciones. La obesidad se ha asociado con un 40% de mayor riesgo de sufrir el síndrome de las piernas inquietas. Del mismo modo, los individuos con una mayor circunferencia de la cintura, un marcador de la obesidad, también son un 60% más propensos a padecer este síndrome en relación a aquellos con una circunferencia de la cintura baja.
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El primer tratamiento eficaz para el síndrome de las piernas inquietas es la combinación de levodopa /benserazida que, administrada por la noche en una formulación estándar o retardada, alivia los síntomas del síndrome, incluyendo las alteraciones del sueño. Sin embargo, debido a la corta semi-vida de la levodopa, los síntomas pueden no estar controlados durante toda la noche especialmente en los casos más graves. El pramipexol, un agonista específico de los receptores dopaminérgicos D3 en dosis de 0.75 a 1.5 mg alivia de forma significativa los síntomas asociados al síndrome de las pìernas inquietas, tanto desde el punto de vista somnográfico como desde el punto de vista de varios índices (por ejemplo el índive de movimientos periódicos de las piernas, PLM) que miden la actividad sensorial o motora. El ropinirol es un agonista dopaminérgico que muestra una alta afinidad hacia los receptores D2 y D3 y muy poca afinidad hacia los receptores D1 y de cualquier otro tipo Vínculos a catálogo McKusick: 102300
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 30 de abril de 2009. Equipo de Redacción de IQB | ||