Vaciado retrasado
en un paciente diabético en comparación con un sujeto normal
La hiperglucemia inhibe
el peristaltismo en particular en el antro
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Definición:
trastorno de la motilidad gástrica que ocasiona alteraciones
del vaciamiento gástrico. La más frecuente de estas disfunciones
es la gastroparesia diabética
La gastroparesia
es una complicación de la diabetes consecuencia de una neuropatía crónica
o de una cetoacidosis aguda consistente en la ralentización del vacíado
[Fraser, 1990]. Como consecuencia, la entrada de glucosa en el intestino
delgado se retrasa, lo que complica el control de la glucemia. La estasis
gástrica puede ocasionar naúseas y vómitos, así como distensión abdominal
bloqueando la salida del píloro. También puede favorecer la formación
de bezoares. Diversos factores contribuyen a esta condición: los sujetos
con gastroparesia muestran un secreción gástrica de ácido en respuesta
a la hipoglucemia alterada lo que revela una neuropatía vagal. La hiperglucemia,
especialmente cuando supera los 250 mg/dl puede retardar el vacíado gástrico
y provocar los síntomas de gastroparesia tanto en los enfermos diabéticos
insulino dependientes como en los no insulino dependientes [Horowitz,
1994]. La motilidad gástrica está usualmente reducida en el paciente diabético,
sobre todo a nivel del antro.
Alteraciones
gastrointestinales diversas pueden también interferir con el vacíado gástrico
en los sujetos diabéticos. Los enfermos con gastroparesia muestran unos
niveles plasmáticos elevados de motilina. Los antagonistas de esta hormona,
como la eritromicina pueden ser útiles en la gastroparesia, mientras que
la metoclopramida mejora el estasis gástrico sin afectar los niveles de
motilina. Los síntomas de la gastroparesia diabética son inespecíficos
siendo los más comunes: sensación de saciedad durante o inmediatamente
después de comer naúsea anorexia vómitos que pueden extenderse durante
varios días Prácticamente todos los enfermos con gastroparesia muestran
otros síntomas de neuropatía autonómica como hipotensión postural, sudoración
anormal y disfunción de la vejiga. El exámen de estos enfermos revela
distensión epigástrica. La papilla de bario muestra un estómago dilatado
con residuos de alimentos incluso en ayunas.
Los pacientes
diabéticos se asocian con un mayor incidencia de gastritis. La
gastritis erosiva es relativamente frecuente en la cetoacidosis diabética
y, a menudo, va acompañada de hemorragia. También está
aumentada en los diabéticos la incidencia de infección por
H. pylori. Sin embargo, la incidencia de ulcera duodenal es menor entre
los diabéticos
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TRATAMIENTO
El tratamiento
de la gastroparesia diabética consiste en primer lugar en conseguir un
buen control de la hiperglucemia. Las comidas deben ser pequeñas y frecuentes
y se deben evitar alimentos ricos en fibras insolubles. El tratamiento
farmacológico se lleva a cabo con fármacos procinéticos sobre todo benzamidas
como la metoclopramida y la cisaprida en dosis de 10 mg cuatro veces al
día. La primera se puede administrar por vía intravenosa en pacientes
con vómitos severos, pero su uso continuo provoca taquifilaxia.
La cisaprida,
por el contrario, no muestra taquifilaxia incluso después de un año de
tratamiento, por lo que se considera hoy día como el fármaco de elección.
Actúa aumentando la liberación de acetilcolina desde las
neuronas post-ganglionares del intestino y estimula la motilidad del tracto
intestinal. Varios estudios demuestran que la cisaprida es superior a
la metoclopramida como acelerador del vaciamiento gástrico [Brown,
1990]
La domperidona,
un antagonista selectivo de la dopamina, es también un potente agente
procinético (Horowitz, 1985) pero también muestra taquifilaxia. Estos
fármacos aumentan la motilidad del intestino pero han sido muy utilizados
en el tratamiento de la gastroparesia diabética.
La eritromicina
es un potente agonista de la motilina que estimula las contracciones intestinales
accelerando el vacíado (Erbas, 1993). Su uso continuo presenta el inconveniente
de que por tratarse de un antibiótico, algunas bacterias pueden desarrollar
resistencia.
Si la sintomatología
mostrada por el enfermo es grave o hay hematemesis, puede estar indicada
una endoscopia. El paciente grave puede requerir hospitalización donde
será tratado con metoclopramida o eritromicina i.v., rehidratación y nutrición
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REFERENCIAS
- Fraser RJ; Horowitz
M; Maddox AF; Harding PE; Chatterton BE; Dent J . Hyperglycaemia slows
gastric emptying in type 1 (insulin-dependent) diabetes mellitus. Diabetologia,
33 (11):675-80 1990 Nov
- Horowitz, Fraser
R. Disordered gastric motor function in diabetes mellitus. Diabetologia,
37(6):543-51 1994.
- Brown
CK, Khanderia U. Use of metoclopramide, domperidone, and cisapride in
the management of diabetic gastroparesis. Clin Pharm 1990
May 9:357-65
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