GASTRITIS EN NIÑOS Y HELICOBACTER PYLORI Aunque la Helicobacter pylori es la causa de la gastritis crónica activa, la mayoría de los individuos infectados, incluyendo aquellos en edad pediátrica, son asintomáticos sin intervención específica. La infección persiste a lo largo de la vida y no es predecible quién desarrollará complicaciones. La evidencia de la asociación causal entre H. pylori y gastritis crónica activa está basada en los siguientes aspectos:
Los criterios de Hill, propuestos inicialmente para definir la inferencia causal entre cáncer pulmonar y el consumo de tabaco, han sido usados para definir la asociación entre la infección por H. pylori y posibles enfermedades asociadas (*). La historia natural de la infección por H. pylori presenta dos fases:
Un pequeño grupo de sujetos con infección por H. pylori que llega a desarrollar complicaciones, como úlcera péptica y cánceres gástricos, si bien no existen criterios que permitan identificar a aquellos individuos que, estando asintomáticos e infectados por H. pylori, sean de alto riesgo para desarrollar estas complicaciones La infección por H. pylori en niños está asociada con un número de potenciales consecuencias. Aunque la mayoría de los niños infectados desarrollarán gastritis superficial crónica sin sintomatología alguna, algunos niños mayores o adolescentes desarrollarán úlcera duodenal. Al alcanzar la madurez, se presentarán linfoma tipo MALT y úlcera gástrica (*) La asociación entre la infección por H. pylori y gastritis en niños fue inicialmente descrita por Czinn y cols. en 1986, relación confirmada posteriormente por otros estudios. Sin embargo numerosos estudios han demostrado que la infección por H. pylori no se asocia con una sintomatología específica en niños: en un estudio de 245 niños sanos, pero con evidencia serológica de colonización por H. pylori, las encuestas hechas a los padres de los pacientes revelaron que consideraban a los niños como asintomáticos. En otros estudios de niños derivados a endoscopia digestiva alta, la presencia de dolor abdominal recurrente y vómitos no permitieron diferenciar a niños con colonización gástrica por H. pylori de aquellos que no fueron colonizados. Después de la erradicación de la infección por H. pylori, los síntomas mejoraron solamente en aquellos niños con úlcera duodenal. Se ha comprobado que hasta el 80% de los niños con infección por H. pylori tienen gastritis nodular antral a la endoscopia, siendo constante la relación entre H. pylori y gastritis. No obstante, sólo una pequeña proporción de estos pacientes con infección por H. pylori desarrollará úlcera péptica o cáncer gástrico |