ASCLEPIO
El Asclepio, un centro medicinal de la época grecorromana se encuentra a pocos kilómetros de Pérgamo, importante ciudad del Asia Menor que tuvo su época de esplendor en el siglo III a.C. El Asclepio estaba dedicado a Asclepio (*), hijo de Apolo y de Coronis, dios de la salud que ejerció como médico en el ejército de Agamenón durante el sitio de Troya. Asclepio tenía cinco hermanas, Aceso, Iaso, Panacea, Aglaea y Hygieia. Asclepio aprendió de Quirón el arte de sanar y también cirugía, el arte de preparar pociones y medicamentos, así como formular encantamientos. Según el mito recogido por Píndaro, Asclepio aprendió a resucitar a los muertos utilizando un brebaje preparado con sangre de la Gorgona que Atenea le había dado. Zeus, preocupado por las prácticas de Asclepio, que ponían en peligro el curso natural de la vida, lo golpeó con un rayo, pero en compensación, lo elevó a los cielos. Asclepio era venerado en toda Grecia, siendo famoso además del de Pérgamo, el Asclepio de Epidauro, en el noroeste del Peloponeso Gran parte de lo que hoy puede verse fue reconstruido durante el reinado del emperador Adriano (117-201 d.C) que fue allí en varias ocasiones para someterse a tratamiento. También Marco Aurelio fue ilustre visitante del Asclepio y, Galeno, el médico más importante de la antigüedad que fue médico personal de Marco Aurelio aprendió allí la práctica de la medicina. Los métodos curativos practicados en el Asclepio eran de naturaleza ritual. Los pacientes eran introducidos en un túnel perteneciente al templo por el que corría un riachuelo cuyo murmullo tranquilizaba a los enfermos. Los pacientes debían dormir allí para que el dios pudiera aparecérseles en sueños, para confirmar el diagnóstico y sugerir un tratamiento. Además, el paciente escuchaba voces, supuestamente del dios, que le sugerían su pronta curación. Desde la entrada al centro médico (*), un camino sagrado de columnas, llamado vía Tecta (*) , conduce al propileo o puerta de entrada. El propileo fue construido en el siglo III después de que un terremoto hubiera dañado gravemente el complejo construido el siglo anterior. Al noroeste del propileo se encontraba la biblioteca. Entro los restos destaca la base de una columna (*) en la que se encuentra esculpido el símbolo de la Medicina, representado por dos serpientes cuyas cabezas se alinean en la rueda de la vida. Cuenta la leyenda que en cierta ocasión llegó al centro médico un enfermo en un estado tan grave que los médicos se negaron a darle tratamiento, limitándose a dejar a su lado un cuenco de leche. Por la noche, una víbora, abundante en aquella zona, atraída por el olor de la leche, consumió parte de la misma, dejando trazas de su veneno en el cuenco. Esta pequeña cantidad de veneno, al ser ingerido por el enfermo, le produjo la curación, aprendiendo entonces los médicos, que sustancias venenosas y tóxicas, administradas en dosis muy pequeñas, tenían propiedades curativas. Desde entonces, la serpiente es considerada como símbolo de la Medicina apareciendo en esta columna, pero también en el caduceo, actual símbolo de la Medicina. Al sur, se encuentra el templo de Asclepio que se remonta al 150 a.C. e imita al Panteón de Roma. El techo, en forma de cúpula tenía 24 metros de diámetro, con una abertura en su centro para permitir la entrada de luz y de aire. El suelo y las paredes estaban decoradas con mosaicos y estatuas de los dioses. En el extremo occidental de la columnata norte se alza el anfiteatro (*) , que servía para dar las clases a los alumnos y también para ofrecer espectáculos teatrales a los pacientes. El anfiteatro tenía una capacidad para 3500 espectadores. El en centro del área abierta, se hallaba la fuente sagrada, de la que brotaba - y sigue haciéndolo- un agua dotada de propiedades medicinales. Un pasaje subterráneo (*) , donde eran llevados los pacientes, de 80 m de longitud conduce al templo de Telesforo, un dios menor relacionado con Asclepio, un edificio de dos plantas que sirvió igualmente de dormitorio para los pacientes que esperaban la revelación de su diagnóstico en sueños. |
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REFERENCIAS F. Gonzalez. Los Hospitales a través de la Historia y el Arte. Ars Medica, 2005. 194 páginas |
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R. Porter. Breve historia de la Medicina. De la antiguedad hasta nuestros días. Taurus, 2003. 300 páginas | |
Monografía creada el 12 de Junio de 2005. Equipo de Redacción de IQB |