FISIOTERAPIA DE LA HEMOFILIA

FISIOTERAPIA DE LA HEMOFILIA

 

INTRODUCCIÓN

Como afecta la hemofilia a las articulaciones

Rodillas, tobillos y codos son las articulaciones generalmente más afectadas por hemorragias hemofílicas que otras articulaciones; esto se debe a dos motivos principales:

  • En primer lugar, estas articulaciones sólo tienen un grado de libertad de movimiento. Como simples articulaciones tipo bisagra, únicamente pueden flexionarse y extenderse (*) . Sin embargo, articulaciones como las de la cadera y el hombro tienen múltiples grados de movimiento y pueden rotar en muchas direcciones, sin esfuerzo. Estas articulaciones de cabeza y cavidad no se ven afectadas por hemorragias tan a menudo como las articulaciones tipo bisagra.
  • En segundo lugar, las articulaciones tipo bisagra no están rodeadas de músculos protectores, mientras que las articulaciones de cadera y hombros están cubiertas por muchas capas de fuertes músculos. Los músculos de rodillas, tobillos y codos se ubican por arriba y por debajo de la articulación, y en la mayoría de los casos sólo los tendones cruzan por encima de las articulaciones. Por lo tanto, estas articulaciones no están tan bien protegidas en todos sus lados.

También se sabe que los diversos grupos musculares reaccionan de manera diferente a una lesión. Los músculos funcionan ya sea como “estabilizadores” o como “movilizadores”. Los músculos estabilizadores ofrecen estabilidad al cuerpo y las extremidades. Trabajan constantemente para mantener al cuerpo erguido contra la fuerza de gravedad, o para permitirle al cuerpo permanecer quieto mientras nos sobreponemos a un movimiento. Están formados principalmente por un tipo de fibras musculares que no se fatiga rápidamente. Los músculos movilizadores producen movimiento y trabajan sólo cuando se requiere que realicen una tarea específica. Estos músculos funcionan por intervalos cortos y están formados principalmente por un tipo de fibras musculares que se fatiga rápidamente.

Por lo general, los músculos estabilizadores son músculos profundos, ubicados cerca de las articulaciones. Cuando hay una lesión en esa zona, reaccionan tornándose más débiles. Los músculos movilizadores cercanos necesitan entonces asumir la función estabilizadora. Dado que se fatigan rápidamente, los músculos movilizadores no pueden funcionar igual que los músculos estabilizadores. Los músculos movilizadores se tornan entonces rígidos y dolorosos, y se lesionan con facilidad al estirarse o someterse a trabajo excesivo. Los músculos que reaccionan tornándose rígidos incluyen músculos flexores de muñecas y dedos, músculos de las pantorrillas, músculos posteriores del muslo y músculos flexores de la cadera (iliopsoas)

La figura 2 muestra que éstos son también lugares comunes de hemorragias musculares en personas con hemofilia. Los músculos que reaccionan tornándose débiles incluyen cuadriceps, tríceps y músculos extensores de la cadera. Con el paso del tiempo, los músculos débiles se debilitan más y los músculos rígidos se endurecen más

. Es por esto que una valoración adecuada de la función muscular es tan importante antes de seleccionar un programa de ejercicios. Los músculos adecuados deben entrenarse de la manera adecuada; de otro modo, la situación podría empeorarse.

Las personas con hemofilia que han tenido muchas hemorragias tienden a desarrollar una postura distintiva que puede incluir deformidades de flexión de codos, rodillas y caderas; un arco exagerado de la espalda (lordosis lumbar); flexión plantar de tobillos; asimetría pélvica debida a diferencias en la longitud de las piernas; y diferentes grados de atrofia muscular (figura 3). La flexión de dedos y muñecas causada por hemorragias profundas en el antebrazo es menos común, pero muy dramática.

La postura distintiva se desarrolla en patrones predecibles, dependiendo de las posiciones preferidas de articulaciones y músculos cuando ocurre una hemorragia en la zona. Dichas posturas se resumen en la tabla 1: Desarrollo de posturas anormales posteriores a hemorragias. A menos que se realice un intento conciente y sostenido por restaurar la moción completa de la articulación y la flexibilidad y fortaleza musculares, esta postura puede volverse habitual en la persona; los músculos débiles seguirán debilitándose, y los músculos rígidos se tornarán aún más rígidos.

 

 
La serie de ejercicios descrita en estas páginas están inspirados en el Manual "Ejercicios para las personas con Hemofilia" editado por la Federación Mundial de Hemofilia
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