Introducción
Se define el dolor como una sensación desagradable y una experiencia emocional asociada con una lesión tisular real o potencial.
El dolor es una manifestación normal de la vida, representando un papel importante en la defensa vital. Sin embargo, el dolor incontrolado, a menudo asociado a otros trastornos centrales y psicológicos empeora dramaticamente la calidad de vida. El dolor es siempre subjetivo y no existen pruebas que puedan medir cuali- o cuantitativamente el dolor. Las escalas de dolor numéricas o gráficas sólo dan una idea aproximada de su intensidad y no son comparables entre individuos diferentes.
El dolor agudo es un dolor de inicio reciente y de duración limitada y suele ser debido a un trauma, espasmo o lesión de la piel, el músculo, las estructuras somáticas o las vísceras del cuerpo. El dolor crónico es un dolor que persiste durante períodos largos, generalmente más allá del tiempo de curación del tejido y se clasifica como dolor maligno (cuando va asociado al cáncer) y no maligno (o benigno, aunque el término benigno no es la más adecuado, puesto que un enfermo con este dolor está sometido a un considerable estrés y deterioro psicológico). El dolor crónico se caracteriza además por su localización: puede originarse tejidos viscerales o miofasciales o pueden ser de naturaleza neuronal como el dolor post-herpético o la neuropatía diabética.
Mientras que el dolor agudo es, básicamente un mecanismo de defensa, la función del dolor crónico es desconocida. |