INTRODUCCION La Sociedad Internacional para el Estudio del Dolor define el dolor neuropático como "el dolor iniciado o causado por una lesión primaria o disfunción del sistema nervioso debida a alteraciones de los nerviosos centrales o periféricos". Este desorden puede ser producido por compresión, transección, infiltracion, isquemia o lesiones metabólicas a las células neuronales o a una combinación de estos factores Se estima que alrededor del 1-1.5% de la población en general padece alguna forma de dolor neuropático, aunque algunos autores sugieren que esta incidencia puede ser aún mayor ya que dolores presentes en algunas enfermedades como el cáncer, enfermedades degenerativas o neurológicas pueden tener algún componente neuropático. Como la presencia del dolor neuropático es mayor en los pacientes mayores y, en general, la población en general va envejeciendo, es inevitable que el dolor neuropático sea un problema creciente en los sistemas sanitarios. Aunque se han realizado durante siglos investigaciones sobre el dolor, el dolor neuropático como tal sólo consigue una identidad propia a partir de 1994, cuando fue definido por la Sociedad Internacional para el Estudio del Dolor (International Association for the Study of Pain- IASP) como "un dolor que se inicia o es causado por una lesión primaria o disfunción en el sistema nervioso". Esta definición conlleva el concepto de que cuando se produce una lesión en un nervio, las alteraciones de las vias nerviosas hacen que se produzca un dolor crónico en ausencia de un estímulo continuo. De esta manera el dolor neuropático difiere totalmente del dolor nociceptivo ya que este resulta de la activación de los axones sensoriales por estímulos dolorosos que suelen ser finitos y localizados y que desaparecen cuando se eliminan las causas. Por lo tanto, para llegar al diagnóstico del dolor neuropático, el médico solo debe encontrar una lesión o disfunción nerviosa en un paciente que experimente dolor. Sin embargo, una neuropatía puede presentarse sin dolor y manifestarse sólo por signos negativos (p.ej. pérdida de capacidad sensorial) y otras veces los signos positivos de una neuropatía (hiperalgesia o parestesia) pueden ser confundidos con los de otro tipo de dolor coincidente. En ambos casos, el diagnóstico puede ser erróneo y, por tanto, el tratamiento inadecuado. Es entonces necesario que el médico haga un estudio profundo de la historia médica del paciente y una completa revisión de todos los sistemas con un exhautivo examen clinico y neurológico. La historia médica aporta datos sobre el comienzo, localización y distribución el dolor, que a menudo coincide con la de la lesión neurología (como en el caso del dolor postherpético que se distribuye por los dermatomas afectados). Como además el dolor neuropatico es la consecuencia de una lesión nerviosa, el hallazgo de déficits sensoriales con la ayuda de una serie de instrumentos (diapasón, aestesímetro, rodillos fríos o calientes) puede ayudar al diagnóstico. CLASIFICACIÓN La clasificación tradicional del dolor neuropático está basada en la patología subyacente (p. ej. neuropatía diabética, neuralgia del trigémino, neuralgia post-herpética, dolor producido por una lesión medular, etc) asi como en la localización de la presunta lesión nerviosa (periférica o central). |
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Aunque la medida del dolor es una medida muy subjetiva, los cientificos han desarrollado varias herramientas para poder evaluarlo. La más conocidas es la llamada "Escala visual analógica" que se utiliza en pacientes de más de 9 años capaces de usar números para expresar el dolor. En esta escala, el 0 expresa la ausencia de dolor y el 10 un dolor insoportable que requiere una inmediata intervención. Para los niños existe una escala gráfica que utiliza la cara de un monigote para que el niño señale la que cree que más se ajusta al dolor. Otros métodos utilizados por los investigadores del dolor para los pacientes que no pueden utilizar las escalas anteriores, son la utilización de formularios que tienen en cuenta una serie de síntomas (expresiones de la cara, posturas, etc) que expresan el dolor. Los más conocidos son la escala de confort, la escala de llanto, la escala FLACC y la escala de indicadores no verbales. Otro método muy utilizado en los estudios clínicos es el cuestionario sobre el dolor de McGill (McGill Pain Questionnaire). Sin embargo, estos procedimientos tienen algunas importantes limitaciones, como el hecho de que los descriptores empleados para la descripción del dolor no se ajustan con exactitud al dolor neuropático. La primera escala diseñada especificamente para medir el dolor neuropático es la Escala del Dolor Neuropático (NPS) desarrollada en 1997 por BS Galer y MP Jensen. Esta escala ha sido actualizada en el 2002 a la llamada Escala de Dolor de LANSS (*) DIAGNOSTICO La separación
del estímulo del síntoma es una de las causas por las
que es difícil diagnosticar el dolor neuropático. Para
ser estrictos con la definición, el médico debería
probar la existencia de una lesión o disfunción nerviosa
para poder diagnosticar el dolor neuropático. Por este motivo,
el diagnóstico del dolor neuropático debe tener en cuenta
la historia clínica completa del paciente con un exaustivo examen
clínico y neurológico. La historia médica permitirá
determinar el comienzo, la localización y la distribución
del dolor y la posible asociación del mismo a un trauma. Además,
la descripción del dolor (punzante, ardiente, difuso, etc) así
como el examen de las áreas afectadas para determinar posibles
déficits sensoriales mediante algunos instrumentos (rodillos
frios o calientes para determinar la sensibilidad térmica, el
pincel de pelo de camello para la sensibilidad al tacto o un objeto
punzante para determinar la sensibilidad al dolor) permitirá
determinar una lesión o disfunción nerviosa |
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TRATAMIENTOS No hay ningún tratamiento para prevenir el dolor neuropático ni para predecirlo adecuadamente. Aunque son muchos los procemientos descritis en la literatura, ninguno de ellos es totalmente satisfactorio. Descompresión quirúrgica Tratamientos locales:
Estimulación nerviosa central
Farmacos Anticonvulsantes Antidepresivos
Anaestesicos:
Otros tratamientos
Terapias Psicológicas
Medicina alternativa
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REFERENCIAS
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