GASTROENTEROLOGIA

DOLOR TORÁCICO

 

El dolor torácico se define como una sensación opresiva y urente, retroesternal, que irradia hacia la espalda, el cuello, el maxilar inferiro y los brazos hacia abajo hacia abajo, al epigastrio. En mucha ocasiones es indistinguible del dolor torácico de origen coronario. Aunque no está relacionado con la deglución, puede ser desencadenado por la ingestión de bebidas muy frías o muy calientes. La duración de un episodio de dolor torácico puede oscilar entre varios minutos a horas y puede ser intermitente a lo largo de varios días. Ocasionalmente requiere de un tratamiento con analgésicos potentes o nitroglicerina.

Es difícil diferenciar las causas cardíacas y esofágicas del dolor torácico. El dolor torácico de origen esofágico puede ser desencadenado incluso durante las pruebas de esfuerzo simulando al dolor anginoso. Algunas diferencias que permiten el diagnóstico son la duración durante horas, la irradiación retroesternal sin irradiación lateral, dolor que interrumpe el sueño y se relaciona con las comidas y que se alivia con la administración de antiácidos.

No se conocen muy bien los mecanismos subyacentes del dolor torácico esofágico. Se atribuye a la presencia de quimioreceptores o mecanoreceptores en la pared de del esófago que son estimulados por el ácido, la pepsina o la bilis o la distensión y espasmo) aunque también pueden existir termoreceptores.

Se ha atribuido el dolor esofágico a la mioisquemia esofágica producida por una hipermotilidad esofágica. En efecto, muchos de la pacientes muestran contracciones de gran amplitud y de duración prolongada o muchas y frecuentes contracciones simultáneas. Otra posibilidad es que el dolor esofágico sea causado por la distensión proximal del esófago por las contracciones distales anormales ya que el dolor puede ser reproducido con el balón a volúmenes mucho menores de distensión que en los sujetos asintomáticos. Otra posibilidad es un aumento de la susceptilidad a los estímulos ya que los ansiolíticos y antidepresivos al aumentar el umbral al dolor mejoran los síntomas del dolor torácico sin que se produzcan cambios manométricos.

En la actualidad se sabe que algunos pacientes presentan de forma simultánea espasmos coronarios y esofágicos (u otras alteraciones motoras similares) Por lo tanto es importante recordar que antes de establecer el diagnóstico de dolor torácico de origen esofágico hay que descartar siempre otros procesos toracoabdominales, sobre todo la enfermedad coronaria, mediante las pruebas pertinentes. Además, en la actualidad se sabe que algunos pacientes presentan de forma simultánea espasmos coronarios y esofágicos (u otras alteraciones motoras similares).

El carcinoma de esófago también puede cursar con dolor esofágico espontáneo, si bien éste suele asociarse a odinofagia y disfagia mecánica progresiva.