|
La acidez es el síntoma más común de una enfermedad denominada enfermedad por reflujo gastroesofágico o reflujo ácido. El esfínter esofágico es una especie de válvula localizada al final del esófago y se abre durante la ingesta para dejar pasar la comida hacia el estómago. Luego, el músculo se contráe rápidamente para evitar que la comida y los jugos gástricos regresen al esófago. También impiden que el contenido del estómago salga cuando el sujeto se coloca con los pies hacia arriba. Sin embargo, el esfínter a veces no funciona perfectamente: cuando el músculo es débil o se relaja demasiado, el cierre no es perfecto, permitiendo que los jugos gástricos vuelvan al esófago, produciendo acidez. Si esto ocurre con mucha frecuencia, se presenta un estado crónico que se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Además de la acidez, el reflujo ácido produce dolor de garganta persistente, ronquera, tos crónica, asma, dolor en el pecho, y una sensación de hinchazón en la garganta. Son muchos los factores que influyen sobre esta enfermedad: la capacidad del esfínter para abrirse o cerrarse, la cantidad y el tipo de jugo gástrico que regresa al esófago, la facilidad del estómago para vaciarse, el efecto neutralizante de la saliva y otros factores. Síntomas La acidez es una sensación de ardor y dolor detrás del esternón bajo, que puede extenderse hacia arriba, en dirección al cuello. A veces la comida o los líquidos regresan a la garganta o boca dejando un sabor ácido y ardiente, sobre todo cuando uno se agacha o se acuesta. En algunos casos, la hernia de hiato puede producir acidez, pero no siempre es así: algunas personas con hernia de hiato no tienen acidez La acidez no es un problema muy serio. Casi todo el mundo ha experimentado alguna vez acidez en particular después de comidas copiosas. También es más frecuente en las mujeres embarazadas. Sin embargo, cuando se presenta muy frecuentemente o es muy severa, puede afectar la calidad de vida y desencadenar problemas más serios. Complicaciones de la acidez El reflujo de ácido puede acarrear graves complicaciones. Por ejemplo, la esofagitis, una inflamación del esófago que puede producir úlceras y hemorragias del esófagio, puede presentarse a consecuencia de la exposición frecuente del esófago al ácido estomacal. Algunas personas desarrollan un estado denominado esófago de Barrett, un cambio precanceroso en las células de tejido que reviste la parte inferior del esófago. Si no se trata adecuadamente, el esófago de Barrett puede degenerar a cáncer. También pueden presentarse problemas pulmonares ya que le reflujo causa que el fluido del estómago escape hacia los conductos respiratorios. Otros problemas posibles causados por el reflujo de ácido incluyen inflamación de la garganta, laringe y conductos respiratorios. Diagnostico A menudo, el médico puede diagnosticar el reflujo de ácido sin la necesidad de un examen, sólo a partir de los síntomas que muestra el paciente. Sin embargo, lo más frecuente es que se hagan algunas pruebas para diagnosticar con mayor seguridad el reflujo. Las pruebas mas utilizadas son:
Tratamiento Cambios de los hábitos: en muchos casos, la acidez se puede controlar mediante una serie de medidas:
Medicinas
Cirugía: La mayoría de personas que padecen de acidez pueden ser tratadas satisfactoriamente con medicinas y cambios en sus hábitos y/o en la dieta. Es posible que pocas personas necesiten someterse a cirugía para reajustar el esfinter esofágico, ya sea porque las medicinas no son efectivas o porque se desea una terapia alternativa. La operación a realizar se denomina funduplicatura y tiene éxito en un 90% de los casos. Recientemente, se han desarrollado técnicas de endoscopia menos agresivas para realizar esta operación a através de pequeñas incisiones en el abdomen |