La varicela neonatal tiene lugar la enfermedad afecta a la madre al final de embarazo y el virus se transmite a través de la placenta o durante el parto. Se produce un cuadro clínico grave con una mortalidad que oscila entre el 5 y el 30%. Las vesículas se manifiestan en un número tan elevado que muestran tendencia a confluir, siendo a veces hemorrágicas. La enfermedad puede extenderse a vísceras, pulmones, suprarrenales y riñones.

El diagnóstico se lleva a cabo mediante la prueba de Tzanck o la detección de inmunoglobulinas específicas frente al virus.

En casos muy grave se puede administrar vidarabina en dosis de 15 mg/kg/día. El aciclovir intravenoso se recomienda sólo en casos de varicela en niños inmunodeprimidos o con neumonia o encefalitis

La inmunización pasiva con gammaglobulina hiperinmune se recomienda en los pacientes con alto riesgo, siempre y cuando se administre en las 96 primeras horas después de la exposición al agente infeccioso. Las dosis son de 125 U/10 kg peso con un mínimo de 125 U y un máximo de 625 U IM).