Las
opciones terapeúticas para el síndrome de Sézary
son similares a la del linfoma cutáneo de células T o
a la micosis fungoides en su fase tumoral. Entre ellas, se incluyen
el metotrexato, los corticoides, algunos retinoides, la radiación
con haz de electrones, el interferon-a, la
quimioterapia y la plasmaferesis después de la ingestión
de metoxaleno.
La plasmaferesis
extracorpórea se lleva a cabo en ciclos de 2 días una
vez al mes durante 6 meses. Los mejores resultados de obtienen en los
primeros estadios de la enfermedad.
Se ha
establecido la terapia con haz de electrones como el tratamiento de
elección. Sin embargo, dado que un 30% de los pacientes no responden
a este tratamiento, esta terapia se puede combinar con otros tratamientos
tópicos o sistémicos. Por otra parte suele haber una recaída
a los 6-12 meses, pero en un estadio menos grave lo que permite un tratamiento
menos agresivo.
Entre
los nuevos tratamientos, el Bexaroteno parece ocasionar buenos resultados.
El alemtuzumab
,
un anticuerpo monoclonal, esta siendo utilizado con éxito en
el tratamiento del síndrome de Sezary |