Este desorden se caracteriza, además de por la presencia de comedones, por las profundas arrugas de la piel que son parecidas al cutis romboidal de la nuca.

El síndrome de Favre-Racouchot representa sobre todo un problema cosmético. La extirpación quirúrgica de los comedones, produce resultados aceptables, aunque estos comedones son más difíciles de eliminar que los del acné. El uso concomitante de los retinoides (tretinoína, adapaleno, o tazarotene) mejora los resultados quirúrgicos. La dermoabrasión y los "peeling" químicos o con láser originan resultados variables.

Los protectores solares evitan la progresión de la condición. Los más eficaces son los que contienen titanio micronizado y Parsol (avobenzona). Es importante que el paciente deje el tabaco.