Introducción histórica

Los primeros testimonios que se conocen sobre el tratamiento de la diabetes se refieren al uso de la plantas. El papiro de Ebers (1550 a.d.C) recomendaba el uso de una dieta rica en fibra y ocre. Otras civilizaciones han preconizado multitud de plantas para el tratamiento de la diabetes. La mayor parte de estos remedios han desaparecido en los países occidentales desde la llegada de la insulina, pero en los países subdesarrollados siguen constituyendo la base fundamental del tratamiento de la diabetes.

Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un nuevo interés hacia las plantas medicinales como dignas de ser investigadas ya que muchas de las medicinas tradicionales de pueblos primitivos han demostrado tener un fundamento científico al contener principios activos susceptibles de ser aislados y, posteriormente modificados por los químicos médicos. Además, los medicamentos hoy disponibles para el tratamiento de la diabetes, en particular las sulfonilureas, la metformina o las glitazonas no son capaces de restablecer la normalidad de la homeostasis de la glucosa y aunque compensan parcialmente las alteraciones metabólicas de la diaberes, no corrigen las lesiones bioquímicas subyacentes. Incluso el tratamiento insulínico no restaura completamente la homeostasis de la glucosa en los pacientes con diabetes de tipo I y sin contar que las sobredosis de insulina pueden incrementar el riesgo de aterogenesis y de episodios de hipoglucemia

Aunque es díficil que se encuentre entre las plantas un sustituto de la insulina que se activo por vía oral, si es posible que se encuentren moléculas que estimulen la biosíntesis y la secreción de la insulina endógena.

En los últimos años, estamos asistiendo a un importante desarrollo de la investigación fitoterapeútica de las plantas chinas. Muchas de estas plantas, utilizadas durante milenios, estando empezando a desvelar los principios activos responsables de su acción, y estos principios están siendo caracterizados y estudiados farmacológica- y clínicamente

PLANTAS TRADICIONALMENTE ANTIDIABETICAS

Más de 400 plantas y extractos de plantas han sido descritos como beneficiosos para el paciente diabético. Aunque en la mayor parte de los casos, los efectos hipoglucemiantes son anecdóticos y otros muchos casos no se ha investigado científicamente el potencial terapeutico de las mismas, quedan algunos casos en los que, efectivamente, se ha comprobado un efecto real. Por lo tanto, se pueden dividir las plantas supuestamente andidiabéticas en tres grupos:

  • Plantas conocidas como hipoglucemiantes en las que se ha caracterizado un componente o una fracción con actividad demostrada
  • Plantas que han sido descritas como antidiabéticas pero de las que no se conoce la naturaleza del principio activo
  • Plantas supuestamente hipoglucemiantes cuya actividad no ha podido ser establecida de un modo inequívoco