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Arbol de la familia de las rosáceas, perennifolio o
caducifolio, de 5 a 15 m (hasta 38 m) de altura con un
diámetro a la altura del pecho de hasta 1.2 m. Tiene una copa ancha de forma ovoide que
produce una sombra densa. Las hojas son estipuladas, simples,
alternas, cortamente pecioladas, ovadas a lanceoladas,
de 5 a 16 cm de largo por 2 a 5 cm de ancho, margen
aserrado; haz verde oscuro y brillante. El tronco es largo y recto en el bosque,
pero en los claros es corto y ancho. Ramas alternas,
erguido-extendidas, lampiñas, escabrosas por la
presencia de muchas lenticelas esparcidas. La corteza es color café o grisácea casi lisa y glabra,
exceptuando las ramas tiernas que a veces son
pubescentes.
Flores numerosas, pequeñas y blancas,
agrupadas en racimos axilares colgantes y largos, de
10 a 15 cm, con pedicelos de 5 a 10 mm de largo. Producen una drupa globosa, de color negro rojizo en la
madurez, de 12 a 20 mm de diámetro, sabor agridulce y
algo astringente. El fruto es muy
apreciado como complemento alimenticio por su
agradable sabor. Se come crudo o en conserva (jalea o
mermelada) y bebidas frescas.
Con fines medicinales se recogen la corteza y las hojas. Se usa como expectorante, estimulante,
febrífugo, antiespasmódico, tónico, sedante y para
combatir las diarreas. El polvo de la corteza "aplicado
en los ojos desvanece las nubes, aclara la vista y cura
las inflamaciones" . El fruto en jarabe se usa contra la
tos. Los extractos, infusiones y jarabes preparados con
las ramas, corteza y raíces, se usan como tónicos y
sedantes en el tratamiento de la tisis pulmonar y en la debilidad nerviosa. Recientes estudios señalan que los extractos de la corteza del ciruelo silvestre muestran actividad antiproliferativa frente a las células tumorales del cáncer de colon humano.
La corteza, hojas o semillas en contacto con el agua
desarrollan ácido cianhídrico, pudiendo resultar
venenosa si se ingieren en cierta cantidad
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