Arbusto bajo y ramificado de hojas alternas, ovaladas y persistentes. Sus flores rosas se agrupan en racimos colgantes terminales. El fruto es una baya roja. Desde tiempos inmemoriales se recogen los arándanos por sus propiedades nutritivas pero también para la preparación de tintes para textiles.

Con fines medicinales se recogen las hojas una por una a finales del verano. Se dejan secar en un lugar aireado. Contienen glucósidos (sobre todo arbutina), taninos, ácidos orgánicos, azúcares y antibióticos vegetales.

La fruta seca ha sido utilizada tradicionalmente para el tratamiento sintomático de la diarrea y alivio tópico de inflamaciones de la membrana mucosa y para una variedad de trastornos oculares, incluidos la alteración de la visión nocturna, fatiga ocular y miopía.

La decocción (10 g de hojas en taza es la dosis diaria) se utiliza para el tratamiento de las afecciones de las vías urinarias, contra los cálculos renales y la diarrea. Las hojas se utilizan para la preparación de infusiones antidiabéticas. Los extractos de los arándanos poseen potentes propiedades antioxidantes y varios estudios "in vitro" han demostrado que el extracto también induce la apoptosis en células HL-60 de leucemia humana.

Un extracto estandarizado de arándano (antocianosida de vaccinium myrtillus)es popular en Europa para el tratamiento de la deficiencia venosa crónica. Sin embargo, en esta área únicamente existen estudios preliminares y se necesitan más estudios que confirmen esta indicación

En términos generales, se considera que el arándano es seguro en dosis recomendadas durante cortos períodos de tiempo. No se han descrito casos de toxicidad seria o efectos secundarios, aunque si esta fruta se consume en grandes dosis, existe un mayor riesgo de sangrado, malestar estomacal o envenenamiento por las hidroquinonas.

Los diabéticos tratados con antidiabéticos orales deberán tomar precauciones si consumen arándanos ya que esta fruta puede potenciar los efectos hipoglucemiantes de los fármacos

REFERENCIAS

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