La hiperhidrosis, que se define como una sudoración en exceso, es una condición que suele comenzar en la infancia o en la adolescencia, siendo los sitios más comúnmente afectados las palmas de las manos, las plantas de pies y las axilas, aunque cualquier sitio en el cuerpo puede verse implicada. La hiperhidrosis puede ser idiopática o secundaria a otras enfermedades, trastornos metabólicos, enfermedades febriles, o al uso de medicamentos.

Se conocen tres tipos de hiperhidrosis: la inducida emocionalmente que afecta a las palmas, plantas y axilas, la hiperhidrosis localizada y la hiperhidrosis generalizada. La hiperhidrosis menudo causa gran angustia emocional e incapacidad laboral para el paciente, independientemente de la forma.

Aunque existen una variedad de tratamientos, en particular la simpatectomía torácica endoscópica que es un tratamiento efectivo para la hiperhidrosis en la gran mayoria de los pacientes, la hipnosis y el biofeedback son también efectivos en la hiperhidrosis inducida emocionalmente.

Jay Haley en su libtro "Terapia de ordalía" describe el caso de una mujer de 30 años, visiblemente atractiva, pero con aspecto atormentado y desaliñado que se había abandonado como si ya nada le importara. Me mostró las manos tan transpiradas que casi goteaban y me dijo:"Mírelas. Trabajo en una oficina y si no me las seco constantemente, mjo cuanto papel toco"

"Me contó que desde hacía un par de años venía sufriendo una angustía extremada, que se manifestaba en accesos periódicos de transpiración, especialmente en las manos. No podia individualizar la causa de su angustia: era simplemente una sensación general que parecía invadirla sin motivo alguno....."

La mujer estaba sobrecargada de trabajo.... "no solo tenía un empleo con horario completo, sino que además cuidaba de sus cuatro hijos y no tenía quien le ayudasa en los quehaceres domésticos: cocinaba, lavaba la ropa y dedicaba los fines de semana a las tareas de limpieza más pesadas. Su marido le ayudaba un poco; era vendedor y sus ingresos eran irregulares. Cada vez que mencionaba a su esposo en la conversación, ella cambiaba de tema y volvía a hablar de su angustia y sensaciones físicas...."

"Le pregunté si había alguna tarea en particular de la que debería ocuparse más, pero que no realizaba y cuyo cumpliento la haría sentirse mejor. Respondió que se sentiría mejor si fregara y encerase con mayor frecuencia el suelo de la cocina. No podía soportar una cocina con el piso sucio..."

Haley le pregunta si estaría dispuesta a hacer un sacrificio, siempre que no fuera tan extraño que excediera de sus posibilidades ni infringiera reglas morales. Seguidamente, Haley le pregunta si es capaz de diferenciar sus momentos de angustia normales y anormales a lo que la paciente respondió: "Si, por cierto. Mi angustia es anormal cuando empiezo a transpirar y se me mojan las manos."....

Después de preguntarle si le gusta dormir bien por la noche a lo que contesta afirmativamente, Haley le dice: "Bien, le pediré que haga un sacrificio. Ud quiere superar este problema rápidamenre. ¿Está decidica a superarlo?"

La paciente responde afirmativamente. Después de explicarle la fisiología de la producción de sudor para regular la temperatura, Haley le cuenta el caso de un joven con enuresis y como le curó obligándole a caminar 1,6 km en mitad de la noche si se despertaba con la cama mojada....

Seguidamente, Haley le explica lo que debe hacer por las noches de los días en los que la mujer se sienta anormalmente angustiada: " A partir del día siguiente, si experimentaba una angustia suficiente como para provocarle un transpiración anormal, fijaría la alarma de su despertador a las 2.00 de la madrugada. No debería quedarse despierta hasta esa hora, sino que se despertaría al oir la alarma. Una vez despierta, bajaría a la cocina, tomaría los enseres de limpieza, pasaría un trapo mojado por el piso, esperaría a que se secara y aplicaría una capa de cera.

Al día siguiente, si volvía a sufrir una angustia anormal, fijaría de nuevo la alarma del despertador a las 2 de la madrugada, se levantaría, lavaría el piso de la cocina para quitarle la cera, esperaría a que se secaea y lo enceraría otra vez, hasta obtener el brillo que ella juzgara apropiado. Este tipo de ordalía era especialmente doloroso porque entrañaba un trabajo inútil..... La cité para dentro de tres días previendo que se sentiría perturbada por la tarea impuesta y se vería ante un dilema:¿debería seguir obedeciendo la directiva como lo había prometido?

A los tres días, la paciente volvió a la consulta sumamente irritada, pero no con el terapeuta sino con su marido, diciendo que era un holgazán, que estaba harta de él y que no sostenía a la familia desde hacia años. Era un vendedor que no vendía nada, pasaba de un empleo a otro (siempre por despido) y peor aún le ocasionaba gastos a su esposa. Cuando Haley le preguntó si había cumplido sus instrucciones, la mujer le respondió que se había levantado la primetra noche porque la vispera se había angustiado pero que a la noche siguiente no se había levantado a refregar otra vez el piso. Se había producido un cambio fisiológico muy sorprendente, y las manos, las tenía completamente secas.

Aunque el marido tenía también un problema, Haley descubrió que tenía aptitudes como mecánico y lo consiguió un empleo. En resumen, la simple ordalía de refregar y encerar el suelo de la cocina había desencadenado una explosiva reacción en cadena, desapareciendo los ataques angustia de la mujer.

REFERENCIAS

• Shenefelt PD. Biofeedback, cognitive-behavioral methods, and hypnosis in dermatology: is it all in your mind? Dermatol Ther . 2003;16(2):114-22. Review.
• Hashmonai M, Kopelman D, Assalia A. The treatment of primary palmar hyperhidrosis : a review. Surg Today . 2000;30(3):211-8. Review.
• Minichiello WE. Treatment of hyperhidrosis of amputation site with hypnosis and suggestions involving classical conditioning. Int J Psychosom 1987;34(4):7-8.
• Jay Haley: Terapia de ordalía. Caminos inusuales para modificar la conducta, pAmorroru editores 1984 (Argentina)