Tan solo consideraremos aquí el cuarzo (que forma parte de las orgonitas y de los equipos de radiónica) y el shunghit que es el único mineral que contiene fullerenos, compuestos que están siendo extensamente estudiados como portadores de fármacos activos frente al cáncer.
CUARZO
El cuarzo o cristal de roca es un mineral, abundante en todo el mundo y se utiliza desde hace siglos para tratar supuestamente diferentes afecciones.
Cuencos de cuarzo
Los cuencos de cuarzo son instrumentos utilizados en terapia de sonido ya que activan la capacidad de sanación de nuestro cuerpo de una manera global. Las frecuencias emitidas por los cuencos de cuarzo son envolventes y armónicas, con el fin de alcanzar el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual.
Cada cuenco de cuarzo esta hecho de 99 por ciento de silica de cuarzo. El cuerpo humano está compuesto de muchas substancias cristalinas, los huesos, la sangre y también el ADN son de estructura cristalina al igual que el líquido coloidal-cristalino de la estructura cerebra. Una de las razones por las cuales nuestro cuerpo vibra con los tonos puros del del cuarzo es nuestra afinidad natural con este material.
La música del cristal de cuarzo contiene la vibración que actúa directamente sobre nuestro sistema energético cuando se toca. Esta tiene el poder de producir un cambio positivo en nuestra conciencia. El cristal es capaz de mantener el balance de energías electro-magnéticas entre los polos.
El cristal de cuarzo es extremadamente preciso y por lo tanto es la base de los sistemas de relojería digital contemporáneos. El mismo campo electro-magnético existe dentro de cada forma viviente. El cuarzo integra el equilibrio de nuestras energías electro-magnéticas.
¿Cómo influye el sonido de los cuencos de cristal en el cuerpo humano?
Los cuencos crean una ola pura, que llega a extenderse hasta una milla desde su lugar de origen. Esta ola pura de formas también atraviesa objetos.
El cuerpo humano tiene una gran potencial de resonancia en sí mismo. De hecho, está compuesto (en parte) por millones de cristales. Nuestros huesos están hechos de una combinación de colágeno, que es una proteína en la forma de una doble hélice entrelazada alrededor de sí misma .Esto forma un armazón para un tipo de fosfato clásico llamado "cristal Apatite". Este concepto se ha explorado profunda y detenidamente a través del trabajo realizado por Robert O. Becker en su libro "The Body electric" (el cuerpo eléctrico).
Los cristales apatite existen en todo el cuerpo, en el cráneo o en los dientes. Como todos los cristales estos tienen un potencial de resonancia. Así es que cuando trabajamos con cristales y sonido, como es el caso de los cuencos de cuarzo, entonces hay una resonancia, armonización y un proceso de integración que va entre la vibración interna y externa. La resonancia vibra en todas las cavidades corporales, hace vibrar a los cristales y afecta también la estructura cristalina de nuestros huesos.
Es esta vibración que tiene un gran efecto sobre la columna vertebral (la cual a su vez es un poderoso resonador) difundiendo-se a través de los conductos nerviosos hasta los órganos, y otros sistemas, tejidos, células y a la vez influyendo sobre la circulación sanguínea, metabolismo, el sistema endocrino, el equilibrio de los centros energéticos, limpiando el campo exterior y también equilibrando los hemisferios cerebrales, sin olvidar, lo más importante . creando un alineamiento una parte más elevada de uno mismo.
Un investigador llamado Norman Mikesell, que trabajo muy cerca de Marcel Vogel, descubrió que existe un líquido cristalino en los organismos biológicos. La diferencia entre sólidos, líquidos y gases, desde una perspectiva física, está en la organización de la estructura molecular. Hay también líquidos existentes que no tienen en absoluto una estructura atómica y algunos que tienen algo que se aproxima a la estructura atómica de los cristales. Aunque estos líquidos tiene la cualidad de ser fluidos, hay una relación geométrica esencial entre los átomos y como se mueven. Marcel Vogel y Norman Mikesell encontraron que el tejido sano corporal es mas liquido cristalino en su naturaleza que fluido, y que además tiene una estructura cristalina más organizada que la de un tejido no sano. En el proceso de deterioro, destrucción o enfermedad, la organización atómica se rompe.
SHUNGITA
La shungita es un mineral singular que solo se encuentra en una zona muy delimitada de Karelia en el noroeste de Rusia, cerca de la localifad de Shunga. Se trata de una roca negra del periodo precámbrico (hace 3.800 millones de años) compuesta de carbón metamórfico de la fase de transacción entre la antracita y el grafito. La shungita tiene una composición química única y entre sus componentes se encuentra el aluminio, el carbono, el silicio, el hierro, el magnesio, el potasio, el fósforo, el calcio, el azufre y otros muchos oligoelementos. Pero lo que más destaca de esta piedra única es su estructura interna de moléculas de fulerenos. Los fulerenos fueron descubiertos en 1985 por Harold Kroto, Robert Curl y Richard Smalley, lo que les valió la concesión del Premio Nobel. Se tratan de moléculas de carbón que tienen una estructura esférica que por sus características físicas y cuánticas están en el origen de numerosos beneficios sobre toda la materia viva y son utilizados en la búsqueda de remedios para el cáncer y en la nanotecnología.
La shungita se lleva utilizando en tratamientos médicos desde principios del siglo XVIII. Pedro el Grande creó balneario en Karelia para aprovechar las propiedades purificantes de la Shungita. También utilizó la Shungita para purificar el agua que bebía el Ejército Ruso.
Se atribuyen a la shungita numerosas propiedades medicinales y esotéricas como las de disminuir el estrés, aliviar los dolores, de cabeza y hueso, reducir la fatiga, regularizar el sueño, neutralizar las energías negativas, eliminar los pensamientos negativos y la energía negativa de los lugares. También se dice que ayuda a evitar las radiaciones electromagnéticas producidas por los aparatos electrónicos.
El agua tratada con shungita protegería de muchas enfermedades.
No hemos encontrado ninguna referencia bibliográfica sobre este mineral que avale sus supuestas propiedades en el ser humano. Tan solo hemos localizado un estudio en ratones desnudos en el que se afirma de la shungita reduce el daño producido por la radiación ultravioleta.
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