CONTRAINDICACIONES
Y PRECAUCIONES
El tolmetin
está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad conocida
al fármaco o a cualquiera de los componentes de su formulación.
El tolmetin
no debe administrarse a pacientes que hayan experimentado asma, urticaria
o reacciones de tipo alérgico después de tomar aspirina
u otros AINEs. Se han reportado algunas veces en estos pacientes graves
reacciones anafilácticas.
El tolmetin
está contraindicado para el tratamiento del dolor peri-operativo
en el injerto de bypass de la arteria coronaria.
Los ensayos
clínicos de varios AINEs COX-2 selectivos y no selectivos de una
duración de hasta tres años han mostrado un aumento del
riesgo de graves acontecimientos trombóticos cardiovasculares,
infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, que puede ser fatales
en pacientes tratados con estos fármacos. Para minimizar el riesgo
potencial de un evento adverso de esta naturaleza en pacientes tratados
con un AINE, se debe utilizar la dosis efectiva más baja durante
el menor tiempo posible. Los médicos y pacientes deben estar atentos
al desarrollo de este tipo de eventos, incluso en ausencia de síntomas
cardiovasculares previos. Los pacientes deben ser informados acerca de
los signos y/o síntomas de los episodios cardiovasculares graves
y de los pasos a seguir si estos se producen.
No hay evidencia
consistente de que el uso concomitante de la aspirina reduzca el riesgo
de que se produzcan estos eventos cardiovasculares, sino que al contrario
aumenta el riesgo de efectos adversos gastrointestinales.
Los AINES,
incluyendo el tolmetin, pueden producir una hipertensión de novo
o un empeoramiento de la hipertensión preexistente, con el correspondiente
aumento de la incidencia de eventos cardioavasculares. Igualmente, los
pacientes tratados con diuréticos de asa o tiazidas pueden mostrar
una alteración de la respuesta al tomar antiinflamatorios no esteroideos.
Los AINEs, incluyendo el tolmetin, deben utilizarse con precaución
en pacientes con hipertensión. La presión arterial debe
ser estrechamente monitorizada durante el inicio del tratamiento con AINEs
y durante todo el curso de la terapia.
Se ha observado
retención de líquidos y edema en algunos pacientes tratados
con AINEs. El tolmetin se debe utilizar con precaución en pacientes
con retención de líquidos o insuficiencia cardíaca.
Todos los
AINEs, incluyendo el tolmetin, pueden causar graves efectos secundarios
gastrointestinales, como inflamación, sangrado, ulceración
y perforación del estómago, del intestino delgado o del
intestino grueso. Estos eventos adversos graves pueden ocurrir en cualquier
momento, con o sin síntomas de advertencia. Sólo uno de
cada cinco pacientes que desarrollan una reacción adversa gastrointestinal
grave durante un tratamiento con AINEs es sintomático. Las úlceras
digestivas altas, sangrado grave o perforación causada por AINEs
ocurren en aproximadamente el 1% de los pacientes tratados durante 3 a
6 meses, y en alrededor de 2 a 4% de los pacientes tratados durante un
año.
Los AINE
deben prescribirse con extrema precaución en los pacientes con
una historia previa de úlcera o hemorragia gastrointestinal. Los
pacientes con antecedentes de úlcera péptica y/o hemorragia
gastrointestinal que utilizan AINEs tienen un riesgo 10 veces mayor de
desarrollar una hemorragia gastrointestinal. Otros factores que aumentan
el riesgo de sangrado gastrointestinal en pacientes tratados con el AINE
incluyen el uso concomitante de corticoides orales o anticoagulantes,
la mayor duración de la terapia con el AINE, el tabaquismo, el
consumo de alcohol, la edad avanzada, y un pobre estado de salud general.
La mayoría de los informes espontáneos de eventos GI fatales
se dan en pacientes ancianos o debilitados y, por lo tanto, se debe tener
una atención especial en el tratamiento de esta población.
Para minimizar
el riesgo potencial de un evento adverso GI en pacientes tratados con
un AINE, se debe utilizar la dosis efectiva más baja durante el
menor tiempo posible. Los pacientes y los médicos deben estar atentos
a los signos y síntomas de úlceras gastrointestinales y
sangrado durante el tratamiento con AINEs e iniciar rápidamente
una evaluación y un tratamiento adicional si se sospecha de una
reacción adversa gastrointestinal. Esto debe incluir la interrupción
del AINE hasta que el evento adverso grave GI se haya descartado. Para
los pacientes de alto riesgo, se deben considerar tratamientos alternativos
que no impliquen AINEs.
La administración
a largo plazo de los AINEs ha dado lugar a necrosis papilar renal y otra
lesiones renales. Se ha informado de nefritis intersticial aguda con hematuria,
proteinuria y ocasionalmente síndrome nefrótico en pacientes
tratados con tolmetin. La toxicidad renal se ha observado en pacientes
en los que las prostaglandinas renales tienen una función compensatoria
en el mantenimiento de la perfusión renal. En estos pacientes,
la administración de un AINE puede causar una reducción
dosis-dependiente en la formación de prostaglandinas y, secundariamente,
en el flujo sanguíneo renal, lo que puede precipitar una manifiesta
descompensación renal. Los pacientes con mayor riesgo de esta reacción
son los que padecen insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca,
disfunción hepática, aquellos que toman diuréticos
e inhibidores de la ECA y los ancianos. La interrupción del tratamiento
con el AINE es generalmente seguida por la recuperación al estado
pretratamiento.
No se dispone
de ensayos clínicos controlados sobre el uso de tolmetin en pacientes
con enfermedad renal avanzada. Por lo tanto, no se recomienda el tratamiento
con tolmetin en estos pacientes. En todos los casos al iniciar un tratamiento
con el tolmetin, es aconsejable la monitorización de la función
renal del paciente.
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