DESCRIPCION
El sarilumab es un anticuerpo monoclonal recombinante humano de la subclase IgG1 que se une al receptor IL-6
Los pacientes tratados con sarilumab tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones graves que pueden conducir a hospitalización o muerte. También se han notificado infecciones oportunistas en pacientes tratados con sarilumab. La mayoría de los pacientes que desarrollaron infecciones estaban tomando inmunosupresores concomitantes, como metotrexato o corticoesteroides.
Evitar el uso de sarilumab en pacientes con una infección activa.
Las infecciones notificadas incluyen: Tuberculosis activa, que puede presentarse con enfermedad pulmonar o extrapulmonar. Se debe realizar una prueba de tuberculosis latente antes del uso de sarilumab y durante el tratamiento. El tratamiento para la infección latente debe iniciarse antes del uso de sarilumab.
Infecciones fúngicas invasivas, como la candidiasis, y la neumocystis. Los pacientes con infecciones fúngicas invasivas pueden presentar una enfermedad diseminada, en lugar de localizada.
Infecciones bacterianas, virales y otras infecciones debidas a patógenos oportunistas.
Vigilar de cerca a los pacientes en busca de signos y síntomas de infección durante el tratamiento con sarilumab. Si se presenta una infección grave, interrumpa sarilumab hasta que se controle la infección.
Considere los riesgos y beneficios del tratamiento con sarilumab antes de iniciar el tratamiento en pacientes con infección crónica o recurrente.
Mecanismo de acción: el sarilumab se une a los receptores IL-6 solubles y ligados a la membrana (sIL-6R y mIL-6R), inhibiendo la señalización mediada por IL-6 a través de estos receptores. IL-6 es una citoquina proinflamatoria pleiotrópica producida por una variedad de tipos de células incluyendo células T y B, linfocitos, monocitos y fibroblastos. IL-6 ha demostrado estar involucrado en diversos procesos fisiológicos como la activación de células T, la inducción de la secreción de inmunoglobulina, el inicio de la síntesis de proteínas de fase aguda hepática, y la estimulación de la proliferación celular precursora hematopoyética y la diferenciación. IL-6 también es producido por células sinoviales y endoteliales que conducen a la producción local de IL-6 en las articulaciones afectadas por procesos inflamatorios como la artritis reumatoide.
Farmacodinámica: Tras la administración subcutánea de una monodosis de sarilumab 200-mg y 150 mg en pacientes con AR, se observó una rápida reducción de los niveles de PCR. Los niveles se redujeron a la normalidad dentro de las 2 semanas posteriores al inicio del tratamiento. Tras la administración de monodosis de sarilumab, en pacientes con AR, el recuento absoluto de neutrófilos disminuyó al nadir entre 3 y 4 días y posteriormente se recuperó hacia el inicio. El tratamiento con sarilumab dio lugar a disminuciones de fibrinógeno y amiloide sérico A, y aumentos de la hemoglobina y la albúmina sérica.
Farmacocinética: la farmacocinética del sarilumab se estudió en 1770 pacientes con artritis reumatoide (AR) que incluyeron 631 pacientes tratados con 150 mg y 682 pacientes tratados con 200 dosis de mg por inyección subcutánea cada dos semanas durante un máximo de 52 semanas. La mediana de tmax se observó en 2 a 4 días.
En estado estacionario, la exposición durante el intervalo de dosificación medida por área bajo curva (AUC) aumentó 2 veces al pasar la dosis de 150 a 200 mg cada dos semanas. El estado estacionario se alcanzó en 14 a 16 semanas con una acumulación de 2 a 3 veces en comparación con la exposición a una sola dosis.
Para el régimen de dosis de 150 mg cada dos semanas, el AUC en el estado estacionario medio estimado (SD), mostró una Cmin y Cmax de 202 a 120 mg.día/L, 6.35 a 7.54 mg/L y 20.0 a 9.20 mg/L, respectivamente.
Para el régimen de dosis de 200 mg cada dos semanas, el AUC de estado estacionario medio estimado (SD), mostró una Cmin y Cmax de 395 a 207 mg.día/L, 16,5 a 14,1 mg/L y 35,6 a 15,2 mg/L, respectivamente.
En pacientes con AR, el volumen aparente de distribución en estado estacionario fue de 7.3 L.
El sarilumab se elimina por vías paralelaslineales y no lineales. A concentraciones más altas, la eliminación es predominantemente a través de la vía proteolítica lineal, no saturable, mientras que en concentraciones más bajas, predomina la eliminación mediada por diana saturable no lineal. La dsemi-vida del sarilumab depende de la concentración: con 200 mg cada 2 semanas, la semi-vida dependiente de la concentración es de hasta 10 días en pacientes con AR. Con la dosis 150 mg cada 2 semanas, la semi-vida es dependiente de la concentración durante 8 días en pacientes con AR. Después de las últimas dosis de 150 mg y 200 mg de sarilumab, la mediana de los tiempos hasta la concentración no detectable es de 28 y 43 días, respectivamente.
Los análisis farmacocinéticos poblacionales en pacientes con AR revelaron que había una tendencia a un mayor aclaramiento aparente de sarilumab en presencia de anticuerpos anti-sarilumab.
No se ha caracterizado la vía metabólica de sarilumab. Como un anticuerpo monoclonal sarilumab se espera que se degrade en pequeños péptidos y aminoácidos a través de vías catabólicas de la misma manera que igG endógeno.
Los anticuerpos monoclonales, incluido el sarilumab, no se eliminan a través de vías renales o hepáticas.
Toxicidad: No se han realizado estudios a largo plazo en animales para establecer el potencial de carcinogenicidad del sarilumab. La literatura indica que la vía IL-6 puede mediar en respuestas antitumorales promoviendo una mayor vigilancia de las células inmunitarias del microambiente tumoral. Sin embargo, la evidencia publicada disponible también apoya que la señalización IL-6 a través del receptor IL-6 puede estar implicada en vías que conducen a la tumorigenesis. Actualmente se desconoce el riesgo de neoplasia maligna en humanos derivado de un anticuerpo que interrumpe la señalización a través del receptor IL-6, como sarilumab.
La fertilidad y el rendimiento reproductivo no se vieron afectados en ratones machos y hembras tratados con un anticuerpo análogo, que se une a la IL-6R murino para inhibir la señalización mediada por IL-6, a dosis subcutáneas de 10, 25 y 100 mg/kg dos veces por semana.
Se ha llevado a cabo un estudio combinado de desarrollo embrionario y fetal y pre- y postnatal, en monos cynomolgus embarazadas tratadas con sarilumab en dosis intravenosas de 0, 5, 15 o 50 mg/kg/semana a partir de la confirmación del embarazo en el día de gestación (GD) 20, durante todo el período de organogénesis (hasta aproximadamente GD 50), y continuando con el nacimiento natural de bebés alrededor de GD 165. El mantenimiento del embarazo no se vio afectado en ninguna dosis. El Sarilumab no fue embriotóxico ni teratogénico con exposiciones de hasta 84 veces la dosis humana máxima recomendada. El sarilumab no tuvo ningún efecto sobre el crecimiento y desarrollo neonatal evaluado hasta un mes después del nacimiento. El sarilumab se detectó en el suero de neonatos hasta un mes después del nacimiento, lo que sugiere que el anticuerpo había cruzado la placenta.
Tras el aparición del antígeno, la disminución de los vectores de IgG atribuidos a la acción inmunosupresora de sarilumab fueron evidentes en estudios con monos mayores, con exposiciones de hasta 80 veces el la dpsis humana máxima recomendada. Estos hallazgos sugieren la posibilidad de una disminución de los vectores de IgG, en bebés de madres tratadas con sarulumab.
El parto se asocia con aumentos significativos de IL-6 en el cuello uterino y el miometrio. La literatura sugiere que la inhibición de la señalización IL-6 puede interferir con la maduración y dilatación cervical y la actividad contráctil miometrial que conduce a posibles retrasos del parto.
No se dispone de información sobre la presencia de sarilumab en la leche materna, sus efectos en el lactante amamantado o en la producción de leche. La IgG materna está presente en la leche materna. La ausencia de datos clínicos durante la lactancia impide una determinación clara del riesgo de sarilumab para un bebé durante la lactancia; por lo tanto, los beneficios para el desarrollo y la salud de la lactancia materna deben considerarse junto con la necesidad clínica de la madre del fármaco, los posibles efectos adversos sobre el niño amamantado y de la condición materna subyacente. |