Como en
el caso de todos los pirazoles, los pacientes tratados con sulfinpirazona
debe ser sometidos periódicamente a un examen médicio con
frecuentes análisis de sangre.
La sulfinpirazona
puede potenciar los efectos de las sulfonamidas tales como la sulfadiazina
o el sulfisoxazol. Por otra parte, los pirazoles muestran un efecto sinérgico
con las sulfonilureas hipoglucemiantes y con la insulina. Se recomienda
precaución si se administra la sulfinpirazona con otras sulfamidas
o con insulina.
Debido
a sus potentes efectos uricosúricos la sulfinpirazona puede ocasionar
urolitiasis y cólicos renales, especialmente al comenzarse un tratamiento.
Se recomienda la ingesta de abundantes fluídos y la alcalinización
de la orina.
INTERACCIONES
La aspirina
reduce los efectos uricosúricos de la sulfinpirazona, aunque las
dosis bajas de aspirina utilizada como antiagregante plaquetario son aceptables.
La sulfinpirazona
reduce el metabolismo de la tolbutamida, aumentando el riesgo de hipoglucemia.
Se debe monitorizar los niveles de glucosa y ajustar las dosis de tolbutamida
si fuera necesario. Igualmente, la sulfinpirazona reduce los niveles plasmáticos
de la ciclosporina, lo que se deberá tener en cuenta en los pacientes
trasplantados.
La sulfinpirazona
aumenta los efectos anticoagulantes de la warfarina al reducir su metabolización.
Se debe monitoriza el INR y ajustar las dosis de warfarina al comenzar
o cesar un tratamiento con sulfinpirazona.
La sulfinpirazona
produce un notable aumento de los efectos de los anticoagulantes orales
y aparecen hemorragias si no se reduce la dosis del anticoagulante. Este
efecto se explica porque la sulfinpirazona desplaza a los anticoagulantes
orales de su unión a proteínas plasmáticas, y, además, porque inhibe el
metabolismo de estos fármacos, con lo que disminuye su eliminación e incrementa
sus efectos. También se ha descrito que la sulfinpirazona inhibe la eliminación
de la S(-)-warfarina y prolonga sus efectos. Esta interacción está
bien documentada y es importante, por lo que debe evitarse siempre que
sea posible. Si no lo fuera, se debe controlar rigurosamente el tiempo
de protrombina y ajustar la dosis del anticoagulante (reduciendo la dosis
de warfarina en un 50% y la de acenocumarol en un 20%). El fenprocumón
parece no presentar esta interacción.
REACCIONES
ADVERSAS
Las reacciones
adversas más frecuentes son las que tienen lugar sobre el tracto
digestivo superior. Se recomienda que el fármaco se administre
con alimentos, leche o antiácidos. A pesar de estas precauciones
la sulfinpirazona puede agravar o reactivar una úlcera péptica.
También
se han comunicado casos de rash que, en general, se resuelven sin necesidad
de discontinuar el tratamiento.
Como todas
las pirazonas, la sulfinpirazona puede producir discrasias sanguíneas
caracterizadas por anemia, leucopenia, agranulocitosis, trombocitopenia
y anemia aplásica. También se ha publicado un caso de un
paciente con gota, en el que el tratamiento crónico con sulfinpirazona
y colchicina ocasionó una leucemia.
Se han comunicado
casos de insuficiencia renal en pacientes tratados con sulfinpirazona,
si bien no se ha podido establecer una relación inequívoca
de causalidad.
Las sobredosis
de sulfinpirazona pueden producir naúsea, vómitos, diarrea,
dolor epigástrico, ataxia, dificultades respiratorias y coma. El
tratamiento de una intoxicación con este fármaco implica
el lavado de estómago, administración de analépticos
respiratorios e infusión de glucosa.
|