QUETIAPINA EN VADEMECUM

QUETIAPINA

DESCRIPCION

La quetiapina es un fármaco antipsicótico, químicamente emparentado con la clozapina, que al igual que esta, mejora los síntomas positivos y negativos de la esquizofrenia sin producir síntomas extrapiramidales. Adicionalmente, no ocasiona elevaciones persistentes de la prolactina sérica ni ha producido agranulocitosis, por lo que puede ser considerado como fármaco de primera línea en el tratamiento crónico de la esquizofrenia

Mecanismo de acción: igual que la clozapina, la quetiapina es un potente antagonista de los receptores 5-HT2 con una actividad moderada como antagonista de los receptores D2 de dopamina. Se cree que sus efectos antipsicóticos se deben a esta combinación de efectos sobre los receptores de dopamina y serotonina. Teniendo una mayor afinidad hacia los receptores 5-HT2 que hacia los D2 tiene una menor propensión a producir efectos extrapiramidales. Por otra parte, la selectividad de la quetiapina hacia los receptores D2 sobre las neuronas mesolímbicas es mayor que la que tiene sobre las neuronas nigroestriadas, lo que ayuda a comprender el perfil atípico de la quetiapina. La quetiapina también antagoniza otros receptores en el cerebro, incluyendo los receptores 5-HT1 de serotonina, D1 de dopamina, H1 de histamina, y a1-adrenérgicos y a2-adrenérgicos. Por el contrario, no afecta a los receptores colinérgicos, muscarínicos ni benzodiazepínicos. La hipotensión ortostática producida por la quetiapina es debida al antagonismo alfa-adrenérgico, mientras que la somnolencia se debe probablemente a un efecto sobre los receptores de histamina

El bloqueo de los receptores D2 en el tracto tuberoinfundibular ocasiona la liberación de prolactina, la cual puede producir efectos adversos como la amenorrea y la galactorrea. A diferencia del haloperidol que produce elevaciones prolongadas de la prolactina sérica, la quetiapina produce solo una elevación transitoria de esta hormona, lo que traduce en un número menor de efectos adversos

Farmacocinética: la quetiapina se administra por vía oral. Después de una dosis oral, la quetiapina es rápidamente absorbida por el tracto digestivo. Las máximas concentraciones en sangre se alcanzan a las 1.5 horas. La administración del fármaco con el alimento aumenta estas concentraciones y la biodisponibilidad en un 25% y 15%m, respectivamente. La quetiapina se distribuye ampliamente por el organismo, con un volumen de distribución de 10 L/kg. Aproximadamente el 83% del fármaco se une a las proteínas del plasma.

La quetiapina es extensamente metabolizada en el hígado, excretándose sin alterar menos del 1% de la dosis administrada. Los principales metabolitos son un sulfóxido inactivo que es producido por la isoenzima CYP3A4 y un derivado ácido que se produce por oxidación. En los ancianos, el aclaramiento de la quetiapina se reduce en un 40%, mientras que los pacientes con una insuficiencia hepática o insuficiencia renal grave (aclaramiento de creatinina entre 10 y 30 ml/min) el aclaramiento de la quetiapina se reduce en un 30 y 25% respectivamente en comparación con los pacientes con funciones hepática y renal normales

Toxicidad: en los estudios de toxicidad subaguda (4 semanas) en la rata y en los estudios de carcinogénesis en el ratón (2 años) la quetiapina ocasionó un aumento de los depósitos de pigmentos en la glándula tiroides. Las dosis empleadas fueron de 0.1 a 3 veces las dosis humanas en la rata y de 0.1 a 4.5 veces la dosis humana en ratón. En las ratas, los depósitos de pigmento fueron irreversibles. Este pigmento, de naturaleza desconocida se localiza preferentemente en las células epiteliales foliculares de la glándula tiroides. El efecto que estos depósitos, de producirse en el ser humano, es desconocido.

En los estudios de toxicidad crónica de 6 o 12 meses en el perro, se observó la formación de cataratas con las dosis de 100 m/kg (4 veces la dosis máxima recomendada). Se cree este efecto se debe a la inhibición de la síntesis del colesterol por la quetiapina. La quetiapina ocasiona una reducción dosis-dependiente de los niveles plasmáticos de colesterol, con aparición del d-8-colestanol en el plasma, lo que es es consistente con una inhibición de la síntesis del colesterol. No se han observado cataratas en otras especies animales, si bien en un estudio de monos, de un año de duración 2 de 7 hembras mostraron una superficie estriada de la capa externa del cristalino con dosis de 225 mg/kg

INDICACIONES Y POSOLOGIA

Tratamiento de desórdenes psicóticos (esquizofrenia, depresión psicótica, etc)

Administración oral:

  • Adultos: inicialmente se recomiendan 25 mg dos veces al día. Esta dosis se puede aumentar en 25 mg dos o tres veces al día a partir del segundo día hasta alcanzar las dosis de 300-400 mg/día administradas en 2 o 3 veces. Si fuera necesario aumentar más la dosis, los incrementos debe realizarse a intervalos de 2 días. Se desconocen las dosis máximas efectivas de la quetiapina, si bien se han utilizado dosis entre 150 y 750 mg/día. En la mayor parte de los casos, las dosis efectivas se sitúan entre los 400 y 500 mg/día. Igualmente, se desconoce la seguridad de las dosis superiores a los 800 mg/día, y el efecto de los tratamientos a largo plazo
  • Ancianos y pacientes debilitados: inicialmente 25 mg dos veces al día. El escalado de la dosis de debe realizar con incrementos menores y más distanciados
  • Niños: la seguridad y eficacia de la quetiapina en esta población no ha sido evaluada

Tratamiento de graves alteraciones del comportamiento (e.g., agitación, agresión, psicosis, etc.) debidas a alteraciones orgánicas del cerebro:

Administración oral

  • Ancianos: Inicialmente, 25 mg dos veces al día. Esta dosis se puede incrementar en 25 a 50 mg/día a intervalos de 2 a 7 días. Aunque las dosis eficaces máximas no han sido establecidas algunas guías recomiendan no pasar de los 200 mg/día excepto cuando son necesarios dosis algo mayores para mantener el estado funcional del paciente

Tratamiento de las discinesias tardías:

Administración oral

  • Adultos: en un número limitado de pacientes con discinesia tardía se han utilizado dosis de 400 a 600 mg. observándose una mejoría temprana y duradera

Dosis máximas: se desconocen las dosis máximas efectivas. Se recomiendan

  • Adultos hasta 750 mg/día. Los pacientes debilitados puede necesitar dosis menores
  • Ancianos: entre 200 y 750 mg/día según su estado funcional
  • Adolescentes y niños: no se han establecido.
  • Pacientes con insuficiencia hepática: en estos pacientes el aclaramiento de la quetiapina es un 30% menor que los sujetos normales. Puede ser necesario un reajuste de la dosis
  • Pacientes con insuficiencia renal: no se han publicado pautas de tratamiento. No parece que sean necesarios reajustes en la dosis si el aclaramiento de creatinina es superior a los 10 ml/min.

CONTRAINDICACIONES y PRECAUCIONES

La quetiapina puede producir hipotensión ortostática asociada a mareos, taquicardia, y en casos muy raros, síncope. La hipotensión ortostática se suele producir durante el periodo inicial de ajuste de las dosis y se debe al bloqueo a-adrenérgico. La quetiapina se debe utilizar con precaución en pacientes hipotensos o con una enfermedad cerebrovascular. Se recomienda corregir antes de iniciar el tratamiento con quetiapina las condiciones que pueda predisponer a una hipotensión tales como deshidratación o hipovolemia. Igualmente, la quetiapina se debe administrar con precaución a pacientes en los que exista una enfermedad cardiovascular o una historia de isquemia, angina o alteraciones de la conducción.

En los estudios en animales se observó que la administración de quetiapina ocasionaba cataratas y también se han observado cambios en el cristalino en pacientes tratados crónicamente con quetiapina. Se recomienda un examen ocular al iniciar un tratamiento con quetiapina y a intervalos de 6 meses después.

Los pacientes con esquizofrenia pueden tener ideas de suicidio y, por lo tanto, se mantendrá una estrecha vigilancia y control sobre la medicación. Además, se deben prescribir las menores cantidades posibles de quetiapina para evitar sobredosis.

Se ha asociado la quetiapina a reducciones dosis-dependientes de la tiroxina libre y de la tiroxina total. Aunque en general estos cambios no tienen relevancia clínica, se han comunicado algunos casos de hipotiroidismo. Se recomienda una monitorización de los pacientes por si se desarrollasen síntomas de hipotiroidismo durante el tratamiento con quetiapina.

El tratamiento con antipsicóticos ha producido a veces disfagia y dismotilidad esofágica con el correspondiente riesgo de neumonía por aspiración. La neumonía por aspiración es una frecuente causa de muerte en los pacientes con demencia avanzada en la enfermedad de Alzheimer.

La quetiapina debe ser administrada con precaución en los pacientes con enfermedad de Parkinson debido al posible desarrollo de síntomas extrapiramidales. En los estudios clínicos realizados con la quetiapina, este fármaco indujo un pequeño número de convulsiones (0.8%). Sin embargo, al reducir el umbral convulsivo, la quetiapina se debe administrar con precaución a pacientes epilépticos o a pacientes con historia de convulsiones.

La somnolencia inducida por la quetiapina puede ser potenciada por otros fármacos que deprimen el sistema nervioso central o por el alcohol debiéndose evitar en la medida de los posible.

En los estudio en animales, se observó un aumento de los niveles de prolactina, asociados con un aumento de neoplasias de las glándulas mamarias. No hay evidencia suficiente que asocie el uso de los antipsicóticos con la aparición de tumores en el hombre. Sin embargo, como aproximadamente un tercio de las cánceres de mama son dependientes de prolactina, la quetiapina se debe usar con precaución en mujeres con cáncer de mama.

Clasificación de la FDA de riesgo en el embarazo

La quetiapina se clasifica dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo. No se han realizado estudios controlados adecuados durante el embarazo en mujeres. En los conejos, cuando la quetiapina fue administrada durante el período de organogenesis, se observó toxicidad embriofetal tales como retraso en la osificación esquelética, pequeñas malformaciones en los tejidos blandos y reducción en peso corporal al nacer. Igualmente, en las madres se observó pérdida de peso e incluso, en algunos casos, muertes. Por lo tanto, el uso de la quetiapina durante el embarazo solo se justifica si los posibles beneficios para la madre superan los riesgos para el feto.

La quetiapina se excreta en la leche de los animales de laboratorio, desconociéndose si lo hace en el ser humano. Por lo tanto, este fármaco no debe ser utilizado durante la lactancia.

 

 
 

INTERACCIONES

La coadministración de fenitoína y quetiapina aumenta el aclaramiento de la quetiapina en un 500%, por lo que se requieren dosis más altas de esta última con objeto de mantener el control de los síntomas psicóticos. Lo mismo ocurre cuando la quetiapina es administrada concomitantemente con otros inductores enzimáticos como la carbamazepina, la rifampina, el ácido valproico o los barbitúricos. Se deberán vigilar las dosis de quetiapina si alguno de estos fármacos es añadido o retirado del tratamiento.

La tioridazina aumenta el aclaramiento de la quetiapina oral en un 65% y, por consiguiente, puede ser necesario aumentar las dosis si la tioridazina se administra concomitantemente.

La cimetidina (400 mg 3 veces al día durante 4 días) ocasiona una reducción del 20% en el aclaramiento de la quetiapina. Aunque generalmente no es necesario un reajuste de las dosis de quetiapina, se debe vigilar el paciente por si se observase un aumento de la actividad del neuroléptico

Los inhibidores de la isoenzima CYP 3A4 (como el ketoconazol, la eritromicina, el fluconazol o el itraconazol) pueden incrementar sustancialmente los niveles plasmáticos de la quetiapina, con el correspondiente riesgo de reacciones adversas.

No se han observado interacciones cuando la quetiapina se ha administrado concomitantemente con fluoxetina, imipramina, litio o risperidona. Por el contrario, los efectos farmacológicos del lorazepam son potenciados cuando esta benzodiazepina se administra con la quetiapina. Se debe evitar el consumo de alcohol debido a sus efectos sobre el sistema nervioso central. Igualmente la administración concomitante de quetiapina con fármacos depresores del sistema nervioso central como la entacapona puede potenciar la somnolencia producida por la quetiapina

La quetiapina puede antagonizar los efectos de la levodopa y de los agonistas dopaminérgicos como la bromocriptina, la pergolida o el pramipexol.

Aunque no se han publicado datos al respecto, como precaución no se deben administrar concomitantemente fármacos que causan hiperprolactinemia (cetrorelix, ganirelix, goserelina, leuprolide, o triptorelina).

 

 

REACCIONES ADVERSAS

Los fármacos antipsicóticos suelen estar asociados la síndrome neuroléptico maligno, habiéndose descrito casos aislados (0.1%) en pacientes tratados con quetiapina. El síndrome neuroléptico maligno se caracteriza por hiperpirexia, rigidez muscular, alteración del estado mental y inestabilidad autonómica (pulso y presión arterial irregular, diaforesis, arritmias, etc). También pueden producirse aumento de la creatina fosfoquinasa sérica, rabdomiólisis e insuficiencia renal aguda. La experiencia adquirida con otros neurolépticos sugiere que puede haber varios factores que predisponen a que se desarrolle este síndrome, tales como el estrés por calor, la deshidratación. Si durante el tratamiento aparecieran síntomas sospechosos de un síndrome neuroléptico maligno, la quetiapina debe ser inmediatamente discontinuada.

Los fármacos antipsicóticos, incluyendo la quetiapina pueden ocasionar discinesia tardía, una reacción adversa potencialmente irreversible que se caracteriza por movimientos orofaciales involuntarios o movimientos coreoateoides en las extremidades. Esta reacción adversa es más frecuente en las mujeres y la posibilidad de que aparezca aumenta con la duración del tratamiento y las dosis. Se desconoce la incidencia de discinesia tardía en los pacientes tratados con quetiapina, aunque algunos autores opinan que este fármaco tiene un menor potencial para el desarrollo de una discinesia tardía por no producir una hipersensibilidad de los receptores D2 en la región estriada del cerebro. No obstante, se recomienda administrar las dosis de quetiapina más bajas posible y durante el menor tiempo posible. Además, los pacientes deben ser monitorizados cada 3 a 6 meses para detectar posibles alteraciones de los movimientos, discontinuando se el tratamiento si se manifestasen.

La quetiapina puede producir hipotensión ortostática asociada a mareos, taquicardia y, en algunas ocasiones, síncope. La incidencia de la hipotensión ortostática es de 10% y la del síncope, del 1%. El riesgo de que se desarrolle hipotensión puede ser minimizado limitando las dosis iniciales de quetiapina a 25 mg dos veces al día.

La quetiapina muestra una incidencia muy baja de síntomas extrapiramidales debido a su mayor afinidad hacia los receptores de 5-HT2 en relación con los receptores D2.

Las reacciones adversas más frecuentes asociadas con los tratamientos con quetiapina son una moderada ganancia de peso (23%), somnolencia (18%), mareos (10%), constipación (9%), hipotensión ortostática (7%), xerostomía (7%) y dispepsia (6%). Las reacciones adversas que obligan a discontinuar la quetiapina son la somnolencia (0.8%) y la hipotensión (0,4%).

Otras reacciones adversas observadas en el 2% de los pacientes son taquicardia sinusal (7%), astenia (4%), rash maculopapular (4%), dolor abdominal (3%) y rinitis (3%) . Tanto la ganancia de peso como la dispepsia y el dolor abdominal están relacionados con la dosis.

 

 
 

Ocasionalmente, la quetiapina ha producido un aumento pasajero y reversible de las transaminasas. Se han producido elevaciones de hasta 3 veces los valores normales en el 6% de los pacientes tratados con quetiapina. Estos aumentos suelen producirse en las primeras tres semanas de tratamiento.

En algunos pacientes la quetiapina ha producido un aumento del colesterol y de los triglicéridos y se ha descrito un caso de priapismo.

Al igual que ocurre con otros antipsicóticos, la quetiapina debe ser administrada con precaución en pacientes que presente un riesgo de neumonía por aspiración.

 

 

PRESENTACION

  • Seroquel, comp. 25. 100 Y 200 mg, ASTRA SENECA
  • Ilufren comp. 25, 100, 200 y 300 mg CANTABRIA
  • Quetiapina Ratiopharm, comp. 28.8 mg (en forma de fumarato), 112.5 mg, 230 mg RATIOPHARM

 
 

REFERENCIAS

  • Weintraub D, Hurtig HI. Presentation and management of psychosis in Parkinson's disease and dementia with Lewy bodies. Am J Psychiatry. 2007 Oct;164(10):1491-8.
  • de Leon J, Armstrong SC, Cozza KL. The dosing of atypical antipsychotics. Psychosomatics . 2005 May-Jun;46(3):262-73. Review. [Texto
  • Navarro Pacheco BV, Montejo González AL, Martín Carrasco M. Utility of quetiapine in tardive dyskinesia] Actas Esp Psiquiatr . 2003 Nov-Dec;31(6):347-52. Review.
  • Lambert TJ, Castle DJ. Pharmacological approaches to the management of schizophrenia. Med J Aust . 2003 May 5;178 Suppl:S57-61. Review
  • Schwartz TL, Masand PS. The role of atypical antipsychotics in the treatment of delirium. Psychosomatics . 2002 May-Jun;43(3):171-4. Review.
  • Geddes J, Freemantle N, Harrison P, Bebbington P. Atypical antipsychotics in the treatment of schizophrenia: systematic overview and meta-regression analysis. BMJ . 2000 Dec 2;321(7273):1371-6. Review
 
  Monografia creada el 27 de Mayo de 2010.Equipo de redacción de IQB (Centro colaborador de La Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica -ANMAT - Argentina).
 
 
   
   

Subir un nivelMapa de esta Web. El mejor sitio para empezar