Mecanismo
de acción: la actividad anti-inflamatoria del piroxicam
es el resultado de la inhibición periférica de la síntesis
de prostaglandinas secundaria a la inhibición de la ciclooxigenasa.
El piroxicam también inhibe la activación de los neutrófilos
que también contribuyen a los efectos inflamatorios. Por otra parte,
las prostaglandinas sensibilizan los receptores nociceptivos, por lo que
la inhibición de su síntesis podría explicar los
efectos analgésicos del piroxicam. Dado que otros anti-inflamatorios
que inhiben la síntesis de las prostaglandinas no alteran el umbral
del dolor se supone que el efecto analgésico del piroxicam debe
ser ser periférico. La antipiresis tiene lugar por la dilatación
periférica causada por una acción central sobre el hipotálamo,
lo que ocasiona un aumento del flujo sanguíneo cutáneo con
la consiguiente pérdida de calor. Los efectos inhibidores de la
síntesis de las prostaglandinas son también los responsables
de los efectos del piroxicam sobre la función renal, sobre la reducción
de mucoprotección del estómago y sobre la agregación
plaquetaria.
Farmacocinética:
el piroxicam se administra por vía oral, siendo su absorción
gastrointestinal muy rápida. La presencia de los alimentos retrasa
pero no reduce la biodisponibilidad del piroxicam. Las máximas
concentraciones sanguíneas se alcanzan a las 3-5 horas. Después
de dosis repetidas, se produce una acumulación tisular del fármaco,
obteniéndose unas concentraciones plasmáticas de equilibrio
a los 7-12 días. El piroxicam se une extensamente a las proteínas
del plasma (>99%). Aunque no se conoce muy bien como se distribuye,
se sabe que las concentraciones en el líquido sinovial son el 40%
de las plasmáticas. El piroxicam se excreta en la lecha materna
(las concentraciones en la leche son el 1% de las plasmáticas),
si bien se desconoce si es capaz de atravesar la barrera placentaria).
El piroxicam
se metaboliza extensamente en el hígado, siendo metabolizado el
50% por hidroxilación y conjugación. El piroxicam experimenta
una circulación enterohepática con una semi-vida de unas
50 horas. La eliminación es principalmente renal (60%), de la cual
el 5% es representada por el fármaco sin alterar.
INDICACIONES
Y POSOLOGIA
Tratamiento
del dolor moderado debido a artralgia, osteoartritis y artritis reumatoide:
Administración
oral:
- Adultos:
20 mg una vez al día o 10 mg dos veces al día
- Ancianos:
la dosis inicial debe ser de 10 mg una vez al IIa. Si el fármaco
es bien tolerado, las dosis se pueden aumentar a 10 mg dos veces al
día
- Niños:
la seguridad y eficacia del piroxicam no han sido establecidos
Tratamiento
de las jaquecas:
Administración
oral
- Adultos:
20 mg una vez al día
Dosis máximas
recomendadas:
- adultos
y ancianos: 20 mg/día.
- Adolescentes
y niños: la seguridad y eficacia del piroxicam no han sido establecidos
- Pacientes
con insuficiencia hepática: aunque no se han establecido pautas
de tratamiento, puede ser necesaria una reducción de la dosis
- Pacientes
con insuficiencia renal: no parecen ser necesarias reducciones en la
dosis dosis
CONTRAINDICACIONES y PRECAUCIONES
El uso crónico
del piroxicam puede ocasionar gastritis, úlceras con o sin perforación
y hemorragias del tracto digestivo, muchas veces sin síntomas previos.
Por lo tanto, el piroxicam está contraindicado en pacientes con
historia de enfermedades gastrointestinales tales como úlcera péptica,
colitis ulcerosa o sangrado gastrointestinal. Todos los pacientes tratados
crónicamente con piroxicam deben ser monitorizados frecuentemente
para detectar posibles efectos gastrointestinales, en particular si son
fumadores o alcohólicos.
El piroxicam
y sus metabolitos se excretan por vía renal, pudiéndose
producir acumulación del fármaco o de sus metabolitos en
casos de insuficiencia renal, con el correspondiente aumento de los efectos
tóxicos potenciales. Además, debido a sus efectos sobre las prostaglandinas el piroxicam
puede reducir el flujo renal con la corres-pondiente descompensación.
Los pacientes con enfermedades renales, insuficiencia cardíaca
congestiva, dietes mellitus o lupus sistémico eritematoso y los
pacientes de la tercera edad o bajo tratamiento con otros fármacos
nefrotóxicos son más susceptibles a estos efectos adversos.
El piroxicam
se debe utilizar con precaución en pacientes con coagulopatías
o hemofilias debido a sus efectos sobre la función plaquetaria
y la respuesta vascular a las hemorragias. Las inyecciones intramusculares
se deben administrar con precaución ya que pueden producir hematomas,
cardenales o hemorragias debido a los efectos del piroxicam sobre la coagulación.
El piroxicam
se debe usar con precaución en los pacientes inmunosuprimidos o
en los tratados con fármacos mielosupresores. Los fármacos
anti-inflamatorios pueden enmascarar los síntomas de infección
tales como la fiebre o el dolor en estos pacientes.
Los pacientes
con enfermedades hepáticas preexistentes tienen un mayor riesgo
de desarrollar complicaciones durante el tratamiento con piroxicam. Puede
producirse elevaciones de las transaminasas que, en el caso de ser superiores
a 3 veces el valor normal y ser persistentes pueden obligar a discontinuar
el tratamiento.
El piroxicam
debe ser utilizado con precaución en pacientes con problemas dentales.
Si se va a proceder a una intervención dental, se recomienda realizarla
antes de iniciar un tratamiento con piroxicam con objeto de evitar un
sangrado excesivo.
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