INTERACCIONES
La
nabumetona parece tener efectos inhibitorios mínimos sobre la
agregación plaquetaria y un menor potencial hemorrágico
a nivel gastrointestinal que otros anti-inflamatorios no esteroídicos.
Sin embargo, pueden producirse efectos aditivos en pacientes que se
encuentren bajo tratamiento con otros anti-inflamatorios incluyendo
los salicilatos, con corticoides, antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes
y trombolíticos. No se ha observado interacción entre
la nabumetona y la warfarina: sin embargo, se ha comunicado un aumento
del tiempo de protrombina cuando la warfarina fue administrada concomitantemente
con otros anti-inflamatorios debido a un desplazamiento de esta última
de sus puntos de fijación a las proteínas del plasma.
Por lo tanto, como regla general se recomienda vigilar el tiempo de
protrombina cuando la warfarina se administra concomitante con cualquier
AINE, incluyendo la nabumetona.
Se pueden producir notables interacciones cuando se utiliza la nabumetona
concomitantemente con agentes antineoplásicos mielosupresores,
con globulina antitimocito y con cloruro de estroncio-89.
La
administración conjunta de AINES y cidonovir está contraindicada
por el potencial aumento de la nefrotoxicidad Se recomienda discontinuar
el tratamiento con AINES al menos una semana antes de iniciar un tratamiento
con cidonovir. De igual forma, la nabumetona puede aumentar la nefrotoxicidad
de la ciclosporina y puede producirse nefrotoxicidad aditiva con preparados
de oro, u otros fármacos que tienen efectos renales.
Los
AINES pueden reducir el aclaramiento renal del metotrexato con lo que
los niveles plasmáticos de este fármaco pueden aumentar
hasta alcanzar niveles tóxicos. Se ha comunicado complicaciones
serias, incluso fatales, cuando el metotrexato fue administrado en grandes
dosis a enfermos tratados con AINES. Por lo tanto, el uso de nabumetona
está contraindicado en pacientes que se encuentren bajo tratamiento
con grandes dosis de metotrexato.
Las
concentraciones plasmáticas de litio pueden aumentar durante
el tratamiento con nabumetona aumentando el riesgo de toxicidad. Se
recomienda monitorizar los niveles plasmáticos de litio en pacientes
tratados con AINES en general y con nabumetona en particular.
La
nabumetona puede aumentar las concentraciones plasmáticas de
digoxina, siendo este efecto más significativo en pacientes con
insuficiencia renal.
No
se han estudiado los efectos del probenecid sobre la eliminación
de la nabumetona, pero se sabe que el probenecid reduce el aclaramiento
de otros AINES como el naproxeno, cuya estructura química es
muy parecida a la de la nabumetona. Por lo tanto se deben tomar precauciones
si se administra el probenecid concomitantemente con la nabumetona.
Los
AINES pueden reducir los efectos diuréticos, natriuréticos
y antihipertensivos de los diuréticos a través de sus
efectos sobre la prostaglandinas renales. La concomitante administración
de AINES con diuréticos, en particular triamterene, también
puede aumentar el riesgo de una insuficiencia renal secundaria a una
reducción del flujo sanguíneo renal. El uso concomitante
de nabumetona con diuréticos ahorradores de potasio como el triamterene
o la espironolactona puede ocasionar hiperkaliemia. De igual forma,
la nabumetona puede reducir la efectividad de otros fármacos
antihipertensivos como los beta-bloqueantes o las inhibidores de la
ECA. Con estos últimos, la administración concomitante
de nabumetona puede producir además un aumento del deterioro
de la función renal . Se recomienda una vigilancia cuidadosa
con frecuentes monitorizaciones de la presión arterial en los
pacientes tratados con nabumetona e inhibidores de la ECA.
Los
datos preclínicos sugieren que la inhibición de la síntesis
de las prostaglandinas pueden reducir la eficacia de la terapia fotodinámica
con porfímero o verteporfina.
En
un estudio retrospectivo en mujeres tratadas con AINES y alendronato,
se observó un aumento del 70% del riesgo de una reacción
adversa de tipo gastrointestinal.
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