La lamotrigina
suele ocasionar visión borrosa, mareos y somnolencia. Los pacientes
deben ser alertados acerca del peligro que estos afectos adversos suponen
a la hora de conducir o manejar maquinaria. Los pacientes de más
edad pueden ser mas afectados debido a la reducción del aclaramiento
y la semi-vida mas larga que se aprecian en esta población en comparación
con los pacientes más jóvenes.
La lamotrigina
se debe usar con precaución en los pacientes con enfermedades hepáticas
debido a que el fármaco es extensamente metabolizado en el hígado.
El metabolito principal 2-N-metil-lamotrigina ocasiona un alargamiento
del intervalo PR, aumentando la duración del complejo QRS y, con
dosis muy elevadas, provocando un bloqueo AV completo. Aunque en el ser
humano, las concentraciones de este metabolito son mínimas, la
lamotrigina se administrará con suma precaución en pacientes
con alteraciones de la conducción.
La incidencia
de reacciones adversas dermatológicas es mucho mayor en los niños,
siendo la incidencia del 1% en pacientes pediátricos. Se recomienda
un adecuado escalado de las dosis.
INTERACCIONES
La lamotrigina
se metaboliza mediante las UDP-glucuronil transferasas. No se tiene evidencia
de que lamotrigina origine inducción o inhibición clínicamente
significativa de las enzimas responsables del metabolismo oxidativo hepático
de fármacos, y es poco probable que se produzcan interacciones
entre lamotrigina y fármacos metabolizados por enzimas del citocromo
P-450. Lamotrigina puede inducir su propio metabolismo pero este efecto
es escaso, con pocas probabilidades de presentar consecuencias clínicas
significativas.
La administración
concomitante de fármacos antiepilépticos que sean inductores
hepáticos produce importantes cambios en la semi-vida plasmática
de la lamotrigina: algunos de los fármacos que afecta el aclaramiento
de la lamotrigina se muestran en la tabla siguiente:
Efectos
de otros fármacos sobre la glucuronidación de lamotrigina
|
Fármacos
que inhiben
significativamente
la glucuronidación de
lamotrigina |
Fármacos
que
inducen significativamente
la glucuronidación de
lamotrigina
|
Fármacos
que
no inhiben ni
inducen significativamente
la glucuronidación de
lamotrigina |
Valproato
|
Carbamazepina
Fenitoína - Fosfenitoína
Primidona
Fenobarbital
Rifampicina
Etinilestradiol/levonorgestrel |
Litio
Bupropion
Olanzapina
Oxcarbazepina |
Cuando la
fenitoína o la fosfenitoína se utilizan concomitantemente
con la lamotrigina ocasiona cambios de los parámetros farmacocinéticos
tanto en los niños como en los adultos. Cuando se añaden
fenitoína o fosfenitoína a un tratamiento inicial con lamotrigina,
las concentraciones de esta se reducen aproximadamente en un 50%. Por
el contrario, la lamotrigina no parece afectar las concentraciones plasmáticas
de fenitoina o fosfenitoína cuando se añade a un tratamiento
estabilizado con estos fármacos.
Si la lamotrigina
se administra concomitantemente con otros antiepilépticos y se
discontinua alguno de ellos, es necesario un reajuste de la dosis. En
efecto tanto la primidona como el fenobarbital reducen la semi-vida de
la lamotrigina en un 40% por lo que al retirar estos fármacos es
necesario una reducción de las dosis. Los antiepilépticos
del tipo succinimida (p.ej. etosuximida, metsuximida o fensuximida) reducen
las concentraciones plasmáticas de la lamotrigina hasta en un 70%,
también por inducción de las enzimas hepáticas. Por
lo tanto, si estos anticonvulsivantes son retirados, es necesario reducir
las dosis de lamotrigina. Algo parecido ocurre en el caso de la carbamazepina
que reduce las concentraciones plasmáticas de la lamotrigina en
un 40%. A su vez, la lamotrigina aumenta las concentraciones del metabolito
10,11-diepóxido de la carbamazepina por lo que, si no se ajustan
las dosis adecuadamente puede aumentar los síntomas de una disfunción
cerebelar. Se recomienda una estrecha vigilancia del paciente si se añade
la lamotrigina a un pacientes estabilizado con carbamazepina ya que existen
evidencias de que la adición de lamotrigina a estos pacientes incrementa
la incidencia de diplopía, ataxia, mareos y visión borrosa.
Si se discontinua la carbamazepina, las dosis de lamotrigina deben ser
revisadas a la baja.
En el caso
de la oxcarbazepina, la reducción de la semi-vida plasmática
de la lamotrigina es del 29%, si bien en este caso, esta interacción
se atribuye a una inducción del citocromo P450 por la oxcarbazepina.
Si se retira este antiepiléptico de un tratamiento conjunto, las
dosis de lamotrigina tienen que se revisadas a la baja.
En el caso
del ácido valproico, la situación es la inversa. El ácido
valproico inhibe el metabolismo de la lamotrigina duplicando la semi-vida
de eliminación de esta, tanto en adultos como en pacientes pediátricos.
Por este motivo, si se añade lamotrigina a pacientes estabilizados
bajo ácido valproico, las dosis iniciales deben ser mucho menores
de lo normal (menos de la mitad). Por su parte, la lamotrigina no parece
afectar significativamente las concentraciones plasmáticas del
ácido valproico. Si se retira el ácido valproico de un tratamiento
conjunto, las dosis de lamotrigina deben ser revisadas al alza.
En un estudio
con 16 voluntarias, la administración 30 mg
de etinilestradiol/150 mg levonorgestrel causó
un aumento del aclaramiento de lamotrigina de aproximadamente el doble,
dando lugar a una reducción del AUC y la Cmax de lamotrigina del
52% y 39%, respectivamente. Las concentraciones séricas de lamotrigina
aumentaron de forma gradual durante la semana libre de píldora
, siendo las concentraciones pre-dosis al final de dicha semana de
media, aproximadamente dos veces superiores al período de tratamiento
concomitante.
En un estudio
con 16 voluntarias, no se produjo ningún efecto en la farmacocinética
del etinilestradiol de la píldora anticonceptiva oral de combinación
con una dosis de 300 mg de lamotrigina en estado de equilibrio estacionario.
Sin embargo, si se observó un leve aumento en el aclaramiento de
levonorgestrel, dando lugar a una reducción del AUC y Cmax de levonorgestrel
del 19% y 12%, respectivamente. Las medidas realizadas durante el estudio
de los niveles sanguíneos de FSH, LH y estradiol, indicaron cierta
perdida de la actividad hormonal ovárica de algunas mujeres, aunque
las medidas de los niveles sanguíneos de progesterona indicaron
que no había evidencia hormonal de ovulación en ninguna
de las 16 pacientes. Se desconoce el impacto sobre la actividad ovulatoria
de este leve aumento en el aclaramiento de levonorgestrel y de los cambios
en los niveles sanguíneos de FSH y LH. No se han realizado estudios
de estos efectos con otras dosis de lamotrigina diferentes a 300 mg/día,
ni con otros preparados hormonales femeninos.
El paracetamol,
cuando se administra en dosis de 900 mg tres veces al día, aumenta
el aclaramiento de la lamotrigina en un 15%. Sin embargo, al ser la dosis
del analgésico elevadas y la interacción mínima es
poco probable que se produzca alguna interacción significativa
con el uso normal del paracetamol.
La lamotrigina
inhibe la dihidrofolato reductasa y, por lo tanto, se deberán tomar
precauciones cuando se administren fármacos que también
inhiben esta enzima (fluoruracilo, metotrexato, pirimetamina o trimetoprim).
La farmacocinética
del litio, después de la administración de 2 g de gluconato
de litio anhidro dos veces al día durante seis días a 20
sujetos sanos, no se vio alterada por la administración concomitante
de 100 mg/día de lamotrigina.
Los datos
del metabolismo de bufuralol en microsomas hepáticos humanos, sugieren
que lamotrigina no reduce el aclaramiento de fármacos eliminados
predominantemente por el CYP2D6.
REACCIONES
ADVERSAS
Las reacciones
adversas a la lamotrigina son difíciles de interpretar debido a
que los estudios clínicos fueron realizados en pacientes tratados
concomitantemente con otros anticonvulsivantes.
Las reacciones
adversas mas frecuentes producidas por la lamotrigina asociada a otros
fármacos anticon-vulsivantes fueron mareos, diplopía, somnolencia,
cefaleas, visión borrosa, náusea/vómitos y astenia.
Algunas de estas reacciones fueron mas graves con las dosis más
altas y las mujeres fueron más sensibles que los hombres. Otras
reacciones adversas sobre el sistema nervioso central incluyen temblores,
depresión ansiedad e insomnio
El rash
es la causa más frecuente de discontinuación de la lamotrigina.
Aproximadamente el 10% de los pacientes desarrollan eritema y rash maculopapular.
Usualmente, el rash se desarrolla en las 2-8 primeras semanas de tratamiento
y puede desaparecer a pesar de mantener la medicación. En la epilepsia,
la incidencia de rash graves es del 0.8% en pacientes pediátricos
y del 0.3% en los adultos cuando se usa en monoterapia y del 0.13% en
los adultos cuando se utiliza como tratamiento adyuvante. El riesgo de
un rash grave es mayor en los pacientes pre-tratados con valproato y en
los que reciben una dosis iniciales mas elevadas o en los que se lleva
a cabo el escalado de la dosis más rápidamente de lo aconsejado.
En el tratamiento de los desórdenes bipolares, son muy pocos los
casos de rash reportados (0.06%).
Las reacciones
dermatológicas más graves, incluyendo el síndrome
de Stevens-Johnson, necrosis tóxica epidermolítica, angioedema
o prurito ocurren en el 1% de los pacientes. Ocasionalmente, alguna de
estas reacciones dermatológicos ha sido fatal. También se
han descrito reacciones de hipersensibilidad, algunas de ellas potencialmente
fatales o fatales. Estas reacciones se caracterizan por disfunción
multiorgánica con anormalidades hepáticas y coagulación
intravascular diseminada. Pueden darse manifestaciones precoces de hipersensibilidad
(p.ej, fiebre o adenopatía) aún cuando el rash no sea todavía
evidente.
Las reacciones
hematológicas observadas durante el tratamiento con lamotrigina
incluyen anemia, eosinofilia, leucopenia y trombocitopenia. Estas reacciones
adversas son bastante raras.
Aunque la
lamotrigina tiene propiedad antifolato, no se han observado alteraciones
en las concentraciones de folato en los eritrocitos.
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