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HIDROCLOROTIAZIDA
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DESCRIPCION
La
hidroclorotizada es un diurético tiazídico utilizado para
el tratamiento del edema y de la hipertensión. En la hipertensión
los diuréticos tiazídicos se utilizan a menudo como tratamiento
inicial bien sólos, bien asociados a muchos otros antihipertensivos.
La hidroclorotiazida se utiliza asociada a beta-bloqueantes, antagonistas
del calcio, inhibidores de la enzima de conversión, antagonistas
de la ECA, etc. La hidroclorotiazida también ha sido utilizada
en el tratamiento de la diabetes insípida y de la hipercalciuria,
así como en el edema asociado al síndrome premestrual.
Mecanismo
of acción: los diuréticos tiazídicos aumentan
la excreción de sodio, cloruros y agua, inhibiendo el transporte
iónico del sodio a través del epitelio tubular renal. El
mecanismo principal responsable de la diuresis es la inhibición
de la reabsorción del cloro en la porción distal del túbulo.
No se sabe con exactitud como el transporte del cloro es inhibido. Las
tiazidas aumentan igualmente la excreción de potasio y de bicarbonato
y reducen la eliminación de calcio y de ácido úrico.
La hipopotasemia e hipocloremia inducidas por las tiazidas pueden ocasionar
una ligera alcalosis metabólica, aunque la eficacia diurética
no es afectada por el equilibrio ácido-base del paciente. La hidroclorotiazida
no es un antagonista de la aldosterona y sus efectos son independientes
de una inhibición de la anhidrasa carbónica. Se desconoce
el mecanismo antihipertensivo de la hidroclorotiazida. Usualmente, este
fármaco no afecta la presión arterial cuando esta es normal.
La presión sanguínea podría ser, en principio, reducida
debido a una reducción del volumen plasmático y de los fluídos
extracelulares, lo que a su vez, ocasionaría una reducción
del gasto cardíaco. Cuando el gasto cardíaco retorna a la
normalidad, y los volúmenes de plasma y fluídos extracelulares
son ligeramente menores, las resistencias periféricas se encuentran
reducidas y en consecuencia, la presión arterial también.
Los diuréticos tiazídicos también disminuyen la filtración
glomerular, perdiendo parte de su eficacia en los enfermos con disfunción
renal.
Los
cambios en el volumen plasmático inducen una elevación de
la actividad de la renina en el plasma, aumentando la secreción
de aldosterona, lo que contribuye a la pérdida de potasio que produce
el tratamiento diurético con tiazidas. En general, los diuréticos
empeoran la tolerancia a la glucosa y ejercen efectos negativos sobre
el perfil lipídico.
Farmacocinética:
la hidroclorotiazida se administra por vía oral. El comienzo de
la acción diurética se observa a las dos horas, siendo los
efectos máximos a las 4 horas, manteniendose después 6-8
horas más. La absorción intestinal de la hidroclorotiazida
depende de la formulación y de la dosis, pero por regla general
suele ser del 50-60%. El fármaco cruza la barrera placentaria pero
no la barrera hematoencefálica. La hidroclorotiazida no se metaboliza
siendo eliminada como tal en la orina. La semi-vida de eliminación
es de 2.5 horas en los pacientes con la función renal normal, pero
puede aumentar hasta 12-20 horas en pacientes con insuficiencia renal
grave (Aclaramiento de creatinina < 10 mol/min).
Toxicidad:
en los estudios de toxicidad crónica de dos años de duración
en la rata y el ratón en se observaron indicios de carcinogesis
con las dosis de 600 mh/kg/día en los rtones y de 100 m/kg/día
en las ratas. Si embargo, en los ratones macho se detectó un cierto
potencial cancerígeno hepático.
La
hidroclorotiazida no fue genotóxica en ninguno de los tests estándar
que se utilizan para comprobar los posibles efectos mutagénicos,
con la excepción de la prueba de intercambio de cromátides
hermanas (Sister Chromatid Exchange) in vitroi y sobre las células
de linfoma de ratón en las que indujo mutaciones a concentraciones
muy elevadas.
La
hidroclorotiazida no ocasionó efectos adversos en los estudios
sobre la fertilidad y sobre el desarrollo peri y post-natal.
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INDICACIONES
Y POSOLOGÍA
Tratamiento
de la hipertensión:
Administración
oral:
- Adultos:
Iniciamente, se recomienda una dosis de 12.5—25 mg una vez al día,
dosis que pueden aumentarse hasta 50 mg/dia en una o dos administraciones.
Los expertos recomiendan que si las dosis de 25 -50 mg/dia no controlan
la hipertensión, no se deben aumentar las dosis de hidroclorotiazida,
sino añadir un segundo antihipertensivo. Las dosis de hidroclorotiazida
superiores a los 50 mg/dia no producen una mayor reducción de
la presión arterial, pero en cambio aumentan la pérdida
de potasio.
- Ancianos:
usar las dosis de adultos, aunque las personas de la tercera edad pueden
ser más sensibles a los efectos de la hidroclorotiazida que las
personas de edad media.
- Niños
e infantes de > 6 meses: la dosis recomendada es de 2 mg/kg/día
administrados en dos veces. El fabricante recomienda hasta 3 mg/kg/día
- Infantes
de < 6 meses y neonatos; 2-4 mg/kg/día administrados en dos
veces. Sin embargo, el fabricante recomienda no pasar de los 3 mg/kg/dia
Tratamiento
del edema periférico:
Administración
oral:
- Adultos:
25—100 mg/día admintrados de una vez o en dos dosis. Muchos pacientes
responden adecuadamente a un tratamiento intermitente (dosis en días
alternos y tratados de 3 a 5 días/semana) .
- Ancianos:
usar las dosis de adultos, aunque las personas de la tercera edad pueden
ser más sensibles a los efectos de la hidroclorotiazida que las
personas de edad media.
- Niños
e infantes de > 6 meses: la dosis recomendada es de 2 mg/kg/día
administrados en dos veces. El fabricante recomienda hasta 3 mg/kg/día
- Infantes
de < 6 meses y neonatos; 2-4 mg/kg/día administrados en dos
veces. Sin embargo, el fabricante recomienda no pasar de los 3 mg/kg/dia.
Tratamiento
de la diabetes insípida:
Administración
oral:
- Adultos:
se han utilizados dosis de 50—100 mg/dia. Los ancianos son más
sensibles a los efectos de la hidroclorotiazida y pueden necesitar dosis
menores.
Tratamiento
de hipercalciuria:
Administración
oral:
- Adultos:
se han utilizado dosis de 50 mg administrados en una o dos dosis. Los
ancianos son más sensibles a los efectos de la hidroclorotiazida
y pueden necesitar dosis menores
Tratamiento de la hinchazón y aumento de peso asociados
al síndrome premenstrual:
Aministración
oral:
- Adultos:
25—50 mg administrado en una o dos dosis. El uso de diuréticos
se debe limitar a aquellas pacientes que muestren un aumento de peso
> 1.4 kg.
Dosis máximas
- Adultos
y adolescentes: 50 mg/día para la hipertensión; 200 mg/día
para el edema
- Ancianos:
50 mg/día para la hipertensión; 200 mg/día para
el edema
- Niños
entre 2—12 años: 2 mg/kg/día o 100 mg/día.
- Infantes
entre > 6 meses y 2 años: 2 mg/kg/día o 37.5 mg/día.
- Infantes
< 6 meses y neonatos: hasta 3 o 4 mg/kg/día
- Pacientes
con disfunción renal:
-
CrCl > 30 ml/min: no se necesitan reajuste de la dosis
-
CrCl < 30 ml/min: la hidroclorotiazida no es efectiva en estos pacientes
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CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES
La
hidroclorotiazida induce fluctuaciones de las concentraciones séricas
de electrolitos que pueden ocasionar una pérdida del equilibrio
electrolítico y un coma hepático en los pacientes susceptibles.
Por lo tanto se recomienda precaución cuando se administre a pacientes
con enfermedades hepáticas. La hidroclorotiazida puede ocasionar
hiperglucemia, deterioro de la tolerancia a la glucosa y glucosuria por
lo que se deberán monitorizar los niveles de glucosa en sangre
y/o orina durante un tratamiento prolongado, en particular en los pacientes
con diabetes mellitus. Las personas mayores de 65 años pueden presentar
una mayor sensibilidad a los efectos diuréticos de las tiazidas,
incluyendo la hidroclorotiazida.
La
hidroclototiazida se debe utilizar con precaución en pacientes
con disfunción renal, debido a que la hipovolemia producida por
el fármaco puede desencader una azotemia. Si se observase un aumento
de la creatinina sérica o del nitrógeno ureico en sangre,
se debe interrumpir inmediatamente el tratamiento. Cuando el aclaramiento
de creatinina es < 30 ml/min, los diuréticos tiazídicos
son inefectivos (una excepción es la metolazona). La dihidroclorotiazida
está contraindicada en pacientes con anuria.
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La
hidroclorotiazida se clasifica dentro de la categoría D de riesgo
en el embarazo. Las tiazidas cruzan la barrera placentaria y pueden producir
ictericia y pancreatitis en los fetos o neonatos. No se recomienda la
administración de hidroclorotiazida durante el embarazo a menos
que sea absolutamente imprescindible.
Este fármaco se excreta en
la leche materna, por lo que se recomienda no utilizarlo durante la lactancia.
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Los
diuréticos tiazídicos, incluyendo la hidroclorotiazida,
se deben utilizar con precaución en pacientes con hipersensibilidad
a las sulfonamidas o a los inhibidores de la anhidrasa carbónica,
debido a riesgo de una hipersensibilidad cruzada. Aunque la furosemida
y la bumetanida están químicamente emparentadas con las
sulfonamidas, es muy raro que presenten una hipersensibilidad cruzada
con las tiazidas.
La
hidroclorotiazida se debe administrar con precaución a los pacientes
con gota o hiperuricemia, dado que el fármaco reduce el aclaramiento
de ácido úrico. Se han comunicado casos de ataques de gota
al iniciarse un tratamiento de hidroclorotiazida.
La
hidroclorotiazida puede exacerbar o activar el lupus eritematoso sistémico.
Los
pacientes con serios desequilibrios de los electrolitos tales como hiponatremia
o hipokaliemia deben corregir tales desequilibrios antes de iniciar un
tratamiento diurético con tiazidas. En caso contrario, estos fármacos
pueden producir serias arritmias, hipotensiones y convulsiones. Las personas
de la tercera edad son más propensas a desarrollar tales reacciones.
La hidroclorotiazida puede aumentar las concentraciones plasmáticas
de calcio y debe ser utilizada con precaución en pacientes con
hipercalcemia.
Se
debe evitar el uso de hidroclorotiazida en neonatos con ictericia, debido
a que la hiperbilirrubidemia inducida por las tiazidas es más frecuente
en estos niños.
Se
han comunicado casos de pancreatitis en pacientes tratados con hidroclorotiazida,
por lo que el fármaco se deberá administrar con precaución
a pacientes con historia de pancreatitis.
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INTERACCIONES
Cuando
se administra la hidroclorotiazida con otros diuréticos o antihipertensivos,
se observan efectos aditivos, lo cual es aprovechado para aumentar su
efectividad. Sin embargo, también pueden producirse hipotensiones
ortostáticas, por lo que es necesario ajustar las dosis adecuadamente
a las necesidades de cada paciente.
El
uso concomitante de hidroclorotiazida con amilorida, espironolactona o
triamterene puede reducir el riesgo de una hipokaliemia, debido a sus
efectos ahorradores de potasio. El uso de estos fármacos puede
ser una alternativa a los suplementos de potasio que se recomiendan a
los pacientes tratados con diuréticos. Los efectos sobre el balance
electrolítico inducidos por la hidroclorotiaziada pueden predisponer
a una mayor toxicidad por fármacos como los digitálicos
o el trióxido de arsénico, siendo mayor el riesgo del desarrollo
de arritmias, que pueden llegar a ser fatales. Se recomienda monitorizar
los electrolitos y corregir cualquier desequilibrio cuando se inicie un
tratamiento con digoxina o trióxido de arsénico. Igualmente,
la hipokaliemia puede potenciar el bloqueo neuromuscular inducido por
fármacos bloqueantes neuromusculares.
El
riesgo de una hipokaliemia inducida por hidroclorotiazida es mayor si
se administra concomitantemente con otros fármacos que también
reducen los niveles plasmáticos de potasio como los corticoides,
la corticotropina o la amfotericina B. Se recomienda en estos casos monitorizar
los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo
si fuera necesario suplementos de potasio. Igualmente, se deben normalizar
los niveles de potasio en caso de administrar dofetilida, cuyo aclaramiento
es reducido por la hidroclorotiazida, con el correspondiente riesgo de
torsades de pointes.
Los
diuréticos tiazídicos reducen la excreción renal
de litio, por lo que puede aumentar la toxicidad de este antidepresivo.
Aunque a veces se utilizan los diuréticos para contrarrestar la
poliuria que ocasiona el litio, se deben monitorizar los niveles plasmáticos
del mismo y reajustar las dosis cuando se añade el diurético.
Los
diuréticos tiazídicos reducen la sensibilidad a la insulina
aumentando la intolerancia a la glucosa y la hiperglucemia. Por este motivo,
la hidroclorotiazida presenta interacciones con todos los antidiabéticos,
ya sean orales o insulínicos, con la correspondiente pérdida
del control de la diabetes. Por este motivo, los diabéticos que
inicien un tratamiento con hidroclorotiazida deberán monitorizar
cuidadosamente sus niveles de glucosa en sangre y ajustar de manera adecuada
las dosis de antidiabéticos.
La
hipovolemia inducida por la hidroclorotiazida podría incrementar
la concentración de los agentes procoagulantes de la sangre. Sin
embargo, tales efectos no han sido observados hasta la fecha.
Se
ha comunicado un aumento de las concentraciones plasmáticas de
amantadina con efectos tóxicos en pacientes tratados con un diurético
a base de hidroclorotiazida + triamterene, aunque se desconoce a cual
de los dos fármacos hay que atribuir esta interacción. Por
lo tanto, se recomienda precaución si se administran concomitantemente
amantadina e hidroclorotiazida.
La
inhibición de la síntesis renal de prostaglandinas producida
por los fármacos anti-inflamatorios no esteroídicos (AINES)
puede reducir los efectos diuréticos, natriuréticos y antihipertensivos
de la hidroclorotiazida. También puede aumentar el riesgo de una
insuficiencia renal, al reducirse el flujo sanguíneo renal. Se
recomienda una cuidadosa vigilancia de estos enfermos para comprobar cualquier
cambio de la efectividad del tratamiento diurético o cualquier
síntoma de deterioro renal.
La
colesteramina es capaz de fijar los fármacos de caracter ácido
como la hidroclorotiazida, reduciendo su absorción gastrointestinal
y su eficacia. Se recomienda administrar las tiazidas al menos 4 horas
antes de la colestiramina. Lo mismo ocurre con el colestipol, aunque en
menor grado, por lo que se recomienda administrar las tiazidas al menos
2 horas antes.
Los
diuréticos tiazidicos, incluyendo la hidroclorotiazida pueden incrementar
los efectos fotosensibilizantes de algunos fármacos como la griseofulvina,
las fenotiazinas, las sulfonamidas y sulfonilureas, las tetraciclinas,
los retinoides y los agentes utilizados en la terapìa fotodinámica.
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El
espino blanco (Crataegus laevigata) reduce las resistencias periféricas
y puede acentuar los efectos antihipertensivos de la hidroclorotiazida.
La escina, una saponina presente en el castaño de las Indias, tiene
un cierto efecto diurético, que puede ser aditivo al de la hidroclorotiazida
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REACCIONES
ADVERSAS
Debe
vigilarse el balance electrolítico en los pacientes tratados con
hidroclorotioazida y los pacientes deberán contactar inmediatamente
con el médico si experimentan algún síntoma de desequilibrio
del mismo (fatiga, lasitud, confusión mental, mareos, calambres
musculares, taquicardia, parestesia, sed, anorexia, naúsea o vómitos)
debido a que este fármaco puede producir serias hipotensiones y
arritmias. La hipokaliemia es uno de los efectos adversos más comunes
de las tiazidas. Este efecto debe ser tenido en cuenta, sobre todo en
pacientes bajo tratamiento con glucósidos cardíacos, dado
que la hipokaliemia aumenta el riesgo de una toxicidad cardíaca.
El hiperaldosteronismo secundario a una cirrosis o nefrosis puede predisponer
a una hipokaliemia, igual que una baja ingesta de potasio o la administración
de fármacos que deplecionan el potasio (p.ej. la amfotericina B).
Los pacientes tratados con hidroclorotiazida pueden necesitar un suplemento
de potasio para prevenir una hipokaliemia o acidosis metabólica.
Los
afectos adversos gastointestinales de la hidroclorotiazida incluyen anorexia,
irritación gástrica, náuseas y vómitos, calambres
abdominales, diarrea, constipación, sialoadenitis y pancreatitis.
Durante un tratamiento con hidroclorotiazida puede producirse una alcalosis
hipoclorémica siendo esta más probable en pacientes con
vómitos, diarrea o sudoración excesiva u otras condiciones
en las que se pierde excesivo potasio. También puede producirse
hiponatremia, pero esta suele ser por regla general poco importante y
asintomática. La discontinuación del tratamiento, la restricción
de fluídos o la administración de suplementos de potasio
o magnesio, rápidamente normalizan los niveles séricos de
sodio. Los ancianos son más propensos a desarrollar un hiponatremia,
por lo que se deben tomar precauciones.
Se
han comunicado casos de azoemia y de nefritis intersticial en pacientes
tratados con hidroclorotiazida, en particular en pacientes con una enfermedad
renal pre-existente.
La
hidroclorotiazida puede producir glucosuria e hiperglucemia en los diabéticos,
posiblemente debido a una depleción de potasio. Se recomienda monitorizar
los niveles de glucosa en sangre o en orina en estos pacientes.
La
hidroclorotiazida interfiere en la secreción tubular proximal de
ácido úrico reduciendo su eliminación y agravando
la hiperuricemia en los enfermos con gota. Aunque sólo se producen
ataques de gota en el 20% de los pacientes con hiperuricemia, la administración
de hidroclorotiazida puede desencadenar ataques de gota en estos pacientes.
Se
pueden producir hipotensión e hipotensión ortostática
durante un tratamiento con hidroclorotiazida, hipotensiòn que es
exacerbada por el consumo de alcohol o por la administración concomitante
de antihipertensivos o narcóticos.
Se
ha asociado el uso de la hidroclorotiazida a la ictericia colestásica,
debiéndose tomar precauciones si se administra este fármaco
a niños con ictericia, debido a que aumenta el riesgo de una hiperbilirrubidemia.
Se
han comunicado algunos efectos adversos sobre el sistema nervioso central,
incluyendo cefaleas, parestesias, mareos, vértigo y xantopsía.
Las reacciones adversas hematológicas son muy raras, aunque se
han descrito agranulocitosis, anemia aplásica, pancitopenia, leucopenia
y trombocitopenia. Tampoco son frecuentes las reacciones adversas dermatológicas,
aunque se han descrito casos de púrpura, fotosensibilidad, alopecia,
rash, urticaria, eritema multiforme (incluyendo el síndrome de
Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa y poliarteritis nudosa.
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PRESENTACION
Hidroclorotiazida
sola:
- HIDROSALURETIC,
50 mg. CHIESI
Hidroclorotiazida
asociada:
- ACETENSIL
comp. (enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg)
GRUNENTHAL
- AMERIDE
comp. (clorhidrato de amilorida, 5 mg; hidroclorotiazida, 50 mg) BRISTOL
- ATACAND
PLUS comp. (candesartán cilexetilo 16 mg; hidroclorotiazida
12,5 mg) ASTRA ZENECA
- BICETIL
comp. (quinapril clorhidrato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg
- NEOTENSIN
DIU ( enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg)
SCHWARTZ-PHARMA
- ENALAPRIL
+ HIDROCLOROTIAZIDA CINFA Comp. 20/12,5 mg (*)
- ENALAPRIL
+ HIDROCLOROTIAZIDA RATIOPHARM EFG Comp. 20/12,5 mg
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REFERENCIAS
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The sixth report of the Joint National Committee on detection, evaluation,
and treatment of high blood pressure. National Institute of Health publication
No. 99—4080. 1997:1—64.
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the elderly. Response of isolated systolic hypertension to various doses
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Houston MC. New insights and new approaches for the treatment of essential
hypertension: selection of therapy based on coronary heart disease risk
factor analysis, hemodynamics profiles, quality of life, and subsets
of hypertension. Am Heart J 1989;117:911—51.
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Freis ED. Critique of the clinical importance of diurectic-induced
hypokalemia and elevated cholesterol level. Arch Intern
Med 1989;149:2640—8.
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Monografía
revisada el 2 de junio de 2013.Equipo de redacción de IQB (Centro colaborador de La Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica -ANMAT - Argentina).
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