DESCRIPCION
La furosemida
es un diurético de asa de la familia de las sulfonamidas utilizado
en el tratamiento del edema asociado a la insuficiencia cardíaca
congestiva, cirrosis y enfermedad renal, incluyendo el síndrome
nefrótico. También se utiliza en el tratamiento de la hipertensión
ligera o moderada y como adyuvante en las crisis hipertensivas y edema
pulmonar agudo. La furosemida es empleada, asimismo, para el tratamiento
de la hipercalcemia. Pertenece al grupo de los diuréticos de alto
techo.
Mecanismo
de acción: el mecanismo de acción de la furosemida
no es bien conocido. La furosemida no se une a los grupos sulhidrilo de
las proteínas renales como hace el ácido etacrínico,
sino que parece ejercer su efecto diurético inhibiendo la resorción
del sodio y del cloro en la porción ascendiente del asa de Henle.
Estos efectos aumentan la excreción renal de sodio, cloruros y
agua, resultando una notable diuresis. Adicionalmente, la furosemida aumenta
la excreción de potasio, hidrógeno, calcio, magnesio, bicarbonato,
amonio y fosfatos. In vitro, la furosemida inhibe la anhidrasa carbónica
pudiendo ser este efecto el responsable de la eliminación del bicarbonato.
La furosemida no es un antagonista de la aldosterona. Después de
la administración de furosemida disminuyen las resistencias vasculares
renales aumentando el flujo renal, occurriendo lo mismo en las resistencias
periféricas, lo que se traduce en una reducción de la presión
en el ventrículo izquierdo. Si inicialmente la furosemida tiene
un efecto antihipertensivo debido a una reducción de la volemia
aumentando la velocidad de filtración glomerular y reduciendo el
gasto cardíaco, más tarde el gasto cardíaco puede
volver a su valor inicial pero las resistencias periféricas permanecen
bajas, lo que resulta en una reducción de la presión arterial.
Farmacocinética:
la furosemida se administra por vía oral y parenteral. La absorción
oral de este fármaco es bastante errática y es afectada
por la comida, si bien esta no altera la respuesta diurética. La
diuresis se inicia a los 30-60 minutos después de la administración
oral y a los 5 minutos después de la administración intravenosa.
El fármaco se une extensamente a las proteínas del plasma
(95%), atraviesa la barrera placentaria y se excreta en la leche materna.
La furosemida experimenta un mínimo metabolismo en el hígado
eliminándose en su mayor parte en la orina. Aproximadamente el
20% de la dosis se excreta en las heces, si bien este porcentaje puede
aumentar hasta el 98% en los pacientes con insuficiencia renal. La semi-vida
plasmática es de 0.5 a 1 hora aunque aumenta significativamente
en los neonatos y en los pacientes con insuficiencias renal o hepática
en los que se deben reducir las dosis
INDICACIONES
Tratamiento
del edema periférico o del edema asociado a la insuficiencia cardíaca
o al síndrome nefrótico:
Administración
oral:
- Adultos:
inicialmente 20-80 mg una vez al día, administrando el fármaco
por la mañana. Estas dosis pueden ser aumentadas hasta un máximo
de 600 mg/dia, dividiendo entonces la dosis en dos administraciones.
- Ancianos:
en principio, se utilizan las mismas dosis que los adultos, pero teniendo
en cuenta que esta población es más sensible a los efectos
diuréticos del fármaco.
- Niños
e infantes: inicialmente se administran entre 1 y 2 mg/kg cada 6-12
horas. La dosis máxima es de 6 mg/kg/dia repartidos en 3 o 4
administraciones.
- Neonatos:
la absorción de la furosemida en estos niños es pequeña
y errática. Se han administrado dosis de 1-4 mg/kg en 1 o 2 veces
al día.
Administración
parenteral:
- Adultos:
inicialmente 20 a 40 mg i.v. o i.m aumentando la dosis en 20 mg cada
2 horas hasta obtener la respuesta deseada. La administración
de la furosemida i.v. se debe realizar lentamente, recomendándose
una velocidad de infusión inferior a 4 mg/min, en particular
cuando las dosis son superiores a los 120 mg o en pacientes con insuficiencia
cardíaca o renal.
- Ancianos:
en principio, se utilizan las mismas dosis que los adultos, pero teniendo
en cuenta que esta población es más sensible a los efectos
diuréticos del fármaco
- Niños
e infantes: 1-2 mg/kg i.v. o i.m. cada 6-12 horas. La dosis máxima
es de 6 mg/kg/dia.
- Prematuros;
1-2 mg/kg i.v. o i.m. cada 12-24 horas
Tratamiento
adyuvante del edema pulmonar agudo:
Administración
parenteral:
- Adultos:
inicialmente 40 mg inyectados lentamente; seguidamente, si fuera necesario,
80 mg i.v. inyectados lentamente en dos horas. Algunos autores recomiendan
dejar un intervalo de 6-8 horas entre las dos administraciones.
- Ancianos:
en principio, se utilizan las mismas dosis que los adultos, pero teniendo
en cuenta que esta población es más sensible a los efectos
diuréticos del fármaco
- Niños:
inicialmente se administran entre 1 y 2 mg/kg cada 6-12 horas. La dosis
máxima es de 6 mg/kg/dia repartidos en 3 o 4 administraciones
- Neonatos:
1-2 mg/kg i.v. o i.m. cada 12-24 horas
Tratamiento
de la hipertensión:
Administración
oral:
- Adultos:
inicialmentes se recomiendan 40 mg dos veces al día, ajustando
las dosis según las respuestas. Una alternativa a este régimen
es iniciar el tratamiento con dos dosis de 10 o 20 mg al día,
subiendo las dosis en función de la respuesta. La dosis máxima
recomendada es de 600 mg/día.
- Ancianos:
en principio, se utilizan las mismas dosis que los adultos, pero teniendo
en cuenta que esta población es más sensible a los efectos
diuréticos del fármaco.
- Niños
e infantes: inicialmente 1-2 mg/kg cada 6-12 horas. Las dosis máximas
diarias son de 6 mg/kg.
- Prematuros:
se han utilizado dosis de 1-4 mg/kg una o dos veces al día. La
biodisponibilidad de la furosemida en estos niños es bastante
pobre.
Tratamiento
adyuvante de una crisis hipertensiva:
Administración
intravenosa:
- Adultos:
se han utilizado dosis de 40 a 80 mg i.v. en pacientes con la función
renal normal.
- Ancianos:
en principio, se utilizan las mismas dosis que los adultos, pero teniendo
en cuenta que esta población es más sensible a los efectos
diuréticos del fármaco.
Tratamiento
de la oliguria derivada de las complicaciones del embarazo (gestosis)
tras compensación de la volemia:
Como regla
general, no se deben administrar diuréticos que aumentan la sensibilidad
materna a las convulsiones
Tratamiento
adyuvante del edema en pacientes con insuficiencia renal aguda o crónica
Administración
oral:
- Adultos:
inicialmente, 80 mg una vez al día, aumentando las dosis en 80-120
mg/día hasta alcanzar la respuesta clínica deseada. Para
la diuresis inmediata se han sugerido dosis de 320 a 400 mg/dia en una
sola vez.
- Ancianos
: mismas dosis que los adultos, teniendo en cuenta de que pueden ser
más sensibles a los efectos de la furosemida
Administración
intravenosa:
- Adultos:
Inicialmente entre 100—200 mg i.v. Aunque se ha recomendado doblar las
dosis cada 2 horas hasta conseguir los efectos deseados, muchos clínicos
consideran que la dosis máxima no debe ser mayor de 600-800 mg/dia
y que si no se consiguen los efectos clínicos adecuados es mejor
cambiar de diurético o añadir un segundo agente en combinación
con la furosemida. La velocidad de infusión no debe ser superior
a los 4 mg/min, en particular en los casos en los que se utilizan las
dosis más elevadas o cuando el enfermo padece insuficiencia cardíaca
o renal.
- Ancianos:
mismas dosis que los adultos, teniendo en cuenta de que pueden ser más
sensibles a los efectos de la furosemida.
Tratamiento
de la hipercalcemia asociada a enfermedades neoplásicas en combinación
con suero salino i.v.:
Administración
parenteral:
- Adultos:
Inicialmente, 80—100 mg i.v o i.m. que pueden ser repetidos cada 1-2
horas hasta alcanzar los efectos deseados. En los casos menos graves,
las dosis adicionales pueden ser menores o pueden espaciarse cada 2-4
horas. La administración de suero salino debe comenzar antes
de la primera dosis de furosemida con objeto de evitar una hipovolemia
que limite la respuesta calciúrica
- Niños,
infantes y neonatos: inicialmente 25-50 mg i.v. o i.m. Esta dosis puede
ser repetida cada 4 horas hasta alcanzar la respuesta clínica
deseada. La administración de suero salino debe comenzar antes
de la primera dosis de furosemida.
Tratamiento
de la ascites en combinación con espironolactona o amiloride
Adminustración
oral:
- Adultos:
Inicialmente, 40 mg una vez al día por la mañana en combinación
con la espironolactona. Las dosis pueden incrementarse a los 2-3 días
si no hubiera respuesta clínica. Los ancianos pueden ser más
sensibles a los efectos de las dosis usuales
Máximas
dosis
- Adultos:
600 mg/día por vía oral y hasta 6 g/día por infusión
i.v. Se han administrados dosis de hasta 4 g/día en infusión
i.v. para tratar la insuficiencia renal crónica
- Ancianos:
600 mg/día por vía oral y 6 g/día por infusión
i.v.
- Adolescentes:
6 mg/kg/día por vía oral
- Niños
e infantes: 6 mg/kg/día por vía oral
- Neonatos:
no hay datos sobre la máxima dosis aceptable en estos niños
- Pacientes
con insuficiencia renal: las dosis deben ser modificadas en función
de la respuesta clínica y del grado de insuficiencia renal, pero
no se han desarrollado pautas de tratamiento adecuadas.
CONTRAINDICACIONES
Y PRECAUCIONES
La furosemida
está contraindicada cuando existe un desequilibrio electrolítico
importante, tal como hiponatrenia, hypocalcemia, hipokaliemia, hipocloremia
e hipomagnesemia. Las fluctuaciones de los electrolitos inducidas por
la furosemida se producen muy rápidamente y pueden provocar un
coma en pacientes susceptibles. Por estos motivos, la furosemida se debe
utilizar con precaución en pacientes con enfermedades hepáticas,
estando contraindicada en los pacientes con coma hepático.
Los diuréticos
de techo alto pueden aumentar la resistencia a la glucosa, por lo que
los pacientes con diabetes bajo tratamiento antidiabético deberán
monitorizar sus niveles de glucosa en sangre.
Los neonatos
prematuros que sean tratados con furosemida en las dos primeras semanas
de vida tienen un riesgo mayor de un conducto arterioso persistente.
Los pacientes
con arritmias ventriculares, insuficiencia cardíaca, nefropatía
que ocasione una depleción de potasio, hiperaldosteronismo o diarrea
deben ser vigilados ya que la hipokaliemia inducida por la furosemida
puede empeorar estas condiciones. Se debe evitar una diuresis excesiva
en los pacientes con infarto de miocardio agudo debido al riesgo de producir
un shock.
La furosemida
no debe ser administrada a pacientes con anuria, debido a que una hipovolemia
inducida por el fármaco puede provocar una azoemia. Por este motivo,
se debe usar con precaución en pacientes con insuficiencia renal
grave, aunque la furosemida es un diurético efectivo para muchos
pacientes renales. La insuficiencia renal puede reducir el aclaramiento
del fármaco y, por consiguiente aumentar el riesgo de toxicidad.
La furosemida
se debe utilizar con precaución en pacientes que hayan mostrado
intolerancia a las sulfonamidas debido a que ocasionalmente existe una
sensibilidad cruzada entre estas y las tiazidas debido a una cierta similitud
estructural. Sin embargo, el riesgo absoluto de tal reacción cruzada
parece ser pequeño.
La furosemida
puede activar o exacerbar el lupus eritematoso sistémico.
La furosemida
se clasifica dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo.
Aunque no se han realizado estudios controlados en mujeres embarazadas,
la furosemida ha sido utilizada ocasionalmente después del primer
trimestre para el tratamiento del edema e hipertensión del embarazo.
La furosemida se excreta en la leche materna y puede ocasionar efectos
farmacológicos en los lactantes.
Los diuréticos
de asa pueden reducir el aclaramiento del ácido úrico, exacerbando
la gota. En altas dosis y velocidades de infusión excesivas, la
furosemida ocasiona ototoxicidad, en particular en pacientes tratados
al mismo tiempo con otros fármacos ototóxicos.
Se comunicado
casos de pancreatitis inducida por la furosemida, por lo que se deberá
usar con precaución en pacientes con antecedentes de esta enfermedad.
INTERACCIONES
Las alteraciones
de los electrolitos tales como hipokaliemia y/o hipomagnesemia pueden
predisponer a una intoxicación por digital en algunos pacientes,
intoxicación que puede conducir a arritmias fatales. Si no hay
desequilibrio electrolítico la furosemida se puede administrar
sin problemas concomitantemente con los glucósidos cardíacos.
El uso simultáneo
de metolazona con un diurético de asa puede conducir a una grave
pérdida de electrolitos, por lo que la metolazona sólo debe
usarse en combinación con la furosemida en pacientes que sean refractarios
al tratamiento con furosemida sóla. Además, se recomienda
una monitorización de los electrolitos séricos y de la función
cardíaca. Estas precauciones deben extremarse en pacientes con
un aclaramiento de creatinina < 30 ml/min.
Por el contrario,
la amilorida, espironolactona y triamterene pueden contrarrestar la hipokaliemia
producida por la furosemida. Estos diuréticos han sido utilizados
como alternativa a la administración de suplementos potásicos
en pacientes tratados con diuréticos de asa.
Son posibles
efectos antihipertensivos aditivos si la furosemida se utiliza en combinación
con otros fármacos que reducen la presión arterial incluyéndose
entre estos la nitroglicerina. La hipovolemia e hiponatremia predisponen
a episodios de hipotensión aguda al iniciarse un tratamiento con
inhibidores de la ECA. Aunque la furosemida y los inhibidores de la ECA
se utilizan en combinación de forma rutinaria en el tratamiento
de la insuficiencia cardíaca, al iniciarse un tratamiento de esta
naturaleza se recomiendan dosis conservadoras.
Los glucocorticoides
con actividad mineralcorticoide (cortisona, fludrocortisona, hidrocortisona,
etc) pueden producir hipokaliemia e hipomagnesemia, al igual que la amfotericina
B, el cisplatino y otros diuréticos de asa. La administraciòn
concomitante de furosemida con estos fármacos puede producir graves
hipopotasemias y/o hipomagnesemias. Además, tanto el cisplatino
como la amfotericina B son potencialmente ototóxicos y pueden agravar
la ototoxicidad propia de la furosemida. Siempre que sea posible, se recomienda
monitorizar los niveles de potasio en los pacientes que tengan que ser
tratados con estas combinaciones.
Las resinas
hipocolesterolemiantes (como la colestiramina y el colestipol) reducen
notablemente la absorción y, por tanto, la eficacia de la furosemida.
Se recomienda administrar la furosemida dos horas antes o 6 horas después
de estas resinas. Por el contrario, el clofibrato incrementa los efectos
de la furosemida en particular en los pacientes con hipoalbuminemia. En
estos pacientes es necesario reducir las dosis de furosemida.
El aclaramiento
del litio es reducido por la furosemida, aunque se desconocen los efectos
clínicos de esta interacción. Se recomienda la monitorización
de los niveles plasmáticos de litio con objeto de prevenir una
toxicidad por este antidepresivo.
Se sabe
que la indometacina reduce los efectos diuréticos y antihipertensivos
de la furosemida tanto en los sujetos normales como en los hipertensos.
Otros anti-inflamatorios no esteroídicos (AINES) podrían
comportarse de un modo similar: los AINES inhiben la síntesis de
las prostaglandinas renales, aumentando la retención de fluídos
y las resistencias periféricas. El riesgo de una insuficiencia
renal es por tanto mayor cuando se administra la furosemida concomitantemente
con anti-inflamatorios no esteroídicos.
Aunque existen
una creencia generalizada de que la furosemida aumenta la otoxicidad producida
por otros fármacos, hay pocas evidencias que apoyen esta afirmación,
y sólo ha sido demostrada para la combinación ácido
etacrínico-antibióticos aminoglucósidos. Sin embargo,
la furosemida es intrínsecamente ototóxica, en particular
en dosis elevadas y velocidades de infusiòn muy rápidas.
Se recomienda por lo tanto, tomar precauciones si la furosemida tiene
que ser utilizada en pacientes bajo tratamiento con antibióticos
aminoglucósidos, capreomicina, eritromicina, vancomicina, cisplatino
u otros fármacos que producen otoxicidad. De igual forma, debe
evitarse el uso concomitante de fármacos nefrotóxicos (aciclovir,
antibióticos aminoglucósidos, cisplatino, ciclosporina,
algunas cefalosporinas, etc) con la furosemida o, por lo menos, tomar
las debidas precauciones.
La administración
concomitante de furosemida con bloqueantes neuromusculares puede aumentar
los efectos bloqueantes de estos, aunque la información clínica
existente por el momento es limitada. La furosemida y, en general todos
los fármacos que producen una depleción de potasio, puede
incrementar la frecuencia de "torsades de pointes" producidas
por la dofetilida. Se recomienda monitorizar los niveles de potasio antes
de comenzar un tratamiento con dofetilida.
La fenitoina
(y quizás otros anticonvulsivantes) reducen la biodisponibilidad
de la furosemida e interfieren con la respuesta clínica.
La furosemida
aumenta los niveles plasmáticos de metformina en in 22%, mientras
que la metformina reduce los niveles plasmaticos de la furosemida en un
31%, lo que se deberá tener en cuenta si ambos fármacos
se administran conjuntamente.
El alcohol,
que también posee propiedades diuréticas debe ser consumido
sólo en pequeñas cantidades en los pacientes tratados con
furosemida. Sus efectos diuréticios pueden ser aditivos y producir
una deshidratación en algunos pacientes.
El espino
blanco (Crataegus laevigata) reduce las resistencias vasculares
periféricas y puede producir efectos antihipertensivos aditivos.
La escina, una saponina del castaño de las Indias, tiene una modesta
actividad diurética que puede ser aditiva a la de la furosemida.
Por el contrario, el gingsen puede antagonizar los efectos diuréticos
de la furosemida y se han comunicado casos de resistencia a la furosemida
con edema, hipertensión y hospitalización. No se ha podido
determinar el mecanismo de esta interacción
REACCIONES
ADVERSAS
La poliuria
producida por el tratamiento con furosemida puede producir una pérdida
excesiva de fluídos con la correspondiente deshidratación
y desequilibrio electrolítico. Las dosis elevadas de furosemida
y la restricción de sodio en la dieta pueden aumentar esta posibilidad.
La hipovolemia puede conducir a hipotensión ortostática
y hemoconcentración, que pueden ser potencialmente serias en los
pacientes cardíacos crónicos o geriátricos. En estos
casos, es necesaria la monitorización de todos estos iones. Los
síntomas de un desequilibrio electrolítico son lasitud,
confusión mental, cefaleas, calambres musculares, mareos, anorexia,
sed, taquicardia, arritmias y náuseas/vómitos. El hiperaldosteronismo
secundario a una cirrosis o nefrosis puede predisponer a una depleción
de potasio cuando se administra la furosemida. La hipokaliemia e hipocloremia
pueden producir alcalosis metabólica en particular en aquellos
pacientes en los que otras condiciones ocasionan pérdidas de potasio
como la diarrea, vómitos y excesiva sudoración. La pérdida
de volumen también causa azoemia con elevación del nitrógeno
ureico que puede conducir a una nefritis intersticial atribuible a la
furosemida.
La furosemida
puede ocasionalmente producir hiperuricemia asociada a deshidratación,
lo que debe evitarse en particular en los enfermos con gota.
Cuando la
furosemida se administra en grandes dosis por vía parenteral o
muy rápidamente puede producir ototoxidad manifestada por tinnitus
y pérdida de audición transitoria o permanente. Esta ototoxicidad
aumenta proporcionalmente a la velocidad de infusión cuando esta
pasa de 4 mg/min a 25 mg/min o más. Se recomienda no sobrepasar
en ningún caso una infusión superior a los 4 mg/min. La
ototoxidad se ha observado con mayor frecuencia en los pacientes tratados
con otros fármacos ototóxicos o en los pacientes con insuficiencia
renal grave.
La furosemida
puede producir una intolerancia a la glucosa con hiperglucemia y glucosuria.
Se han publicado casos en los que furosemida fué un agente precipitante
de la diabetes. Además, los diuréticos de asa, en particular
las tiazidas pueden ocasionar hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia
y aumento de las LDLs. Algunos estudios clínicos sugieren que estos
efectos no son importantes y que pueden reducirse o desaparecer con el
tiempo.
Las reacciones
adversas de tipo neurológico incluyen mareos, vértigo, cefaleas,
visión borrosa, xantopsia y parestesias.
Se han comunicado
algunos efectos hematológicos durante el tratamiento con furosenida
incluyendo anemia, anemia hemolítica, anemia aplásica, pancitopenia,
leucopenia, neutropenia, trombocitopenia y agranulocitosis. Como consecuencia
de estas discrasias sanguíneas pueden producirse fiebre y debilidad.
Puede producirse
dermatitis y/o fotosensibilidad durante el tratamiento con furosemida.
Los pacientes que son sensibles a las sulfonamidas pueden mostrar una
hipersensilidad cruzada a la furosemida. El lupus eritematoso sistémico
puede ser exacerbado y también pueden producirse otras reacciones
de hipersensibilización tales como vasculitis sistémica
y angiitis necrotizante.
Se ha descrito
dolor abdominal asociado a nauseas y vómitos indicando una pancreatitis
atribuída al tratamiento con furosemida. Otros efectos gastrointestinales
incluyen anorexia, constipación y diarrea. Raras veces produce
ictericia secundaria a colestasis.
PRESENTACION
- FUROSEMIDA
1% INIBSA amp. 20 mg INIBSA
- SEGURIL
amp. 20 mg y 250 mg RHONE-POULENC-RORER
- SEGURIL
comp. 40 mg RHONE-POULENC RORER
- SALIDUR
Comp. ranurados (Asociado a Triamterene u Xantinol) ALMIRALL-PRODESFARMA
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