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DESCRIPCION
La
dexametasona y sus derivados, dexametasona fosfato sódico y dexametasona
acetato son glucocorticoides sintéticos utilizados como antiinflammatorios
e inmunosupresores. La dexametasona no tiene prácticamente actividad
mineralcorticoide y por lo tanto no puede ser usada en el tratamiento de la
insuficiencia adrenal. La dexametasona es considerada el corticoide de elección
para tratar el edema cerebral ya que es el que mejor penetra en el sistema
nervioso central. Como glucocorticoide, la dexametasona es unas 20 veces más
potente que la hidrocortisona y 5 a7 veces más potente que la prednisona.
Además es uno de los corticoides de acción más prolongada.
Mecanismo
de acción: los glucocorticoides son hormonas naturales que previenen
o suprimen las respuestas inmunes e inflamatorias cuando se administran en
dosis farmacológicas. Los glucocorticoides libres cruzan fácilmente
las membranas de las células y se unen a unos receptores citoplasmáticos
específicos, induciendo una serie de respuestas que modifican la transcripción
y, por tanto, la síntesis de proteínas. Estas respuestas son
la inhibición de la infiltración leucocitaria en el lugar de
la inflamación, la interferencia con los mediadores de la inflamación
y la supresión de las respuestas inmunológicas. La acción
antiinflamatoria de los glucocorticoides implica proteínas inhibidoras
de la fosfolipasa A2, las llamadas lipocortinas. A su vez, las lipocortinas
controlan la biosíntesis de una serie de potentes mediadores de la
inflamación como son las prostaglandinas y los leukotrienos. Algunas
de las respuestas de los glucocorticoides son la reducción del edema
y una supresión general de la respuesta inmunológica. Los glucocorticoides
inhalados disminuyen la síntesis de la IgE, aumentan el numero de receptores
beta adrenérgicos en los leucocitos y disminuyen la síntesis
del ácido araquidónico. En consecuencia, son eficaces en el
tratamiento del asma bronquial crónico y las reacciones alérgicas.
Farmacocinética:
la dexametasona se absorbe rápidamente después de una dosis
oral. Las máximas concentraciones plasmáticas se obtienen al
cabo de 1-2 horas. La duración de la acción de la dexametasona
inyectada depende del modo de la inyección (intravenosa, intramuscular
o intraarticular) y de la irrigación del sitio inyectado.
Después
de una administración sobre la piel, el grado de absorción del
producto depende de la integridad de la mismal. Aumenta en las zonas lesionados
y es particularmente intensa en los lugares en los que el estrato córneo
es más delgado. Después de la administración oftálmica
de dexametasona, sólo se produce una mínima absorción
sistémica.
En
la circulación sistémica, la dexametasona se une débilmente
a las proteínas plasmáticas, siendo activa la porción
no fijada a las proteínas. El fármaco se distribuye rápidamente
en los riñones, intestinos, hígado, piel y músculos.
Los corticoides cruzan la barrera placentaria y se excretan en la lecha materna.
La dexametasona es metabolizada en el hígado originando productos inactivos
que son eliminados en la orina. La semivida de eliminación es de 1.8
a 3.5 horas y la semivida biológica de 36 a 54 horas.
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INDICACIONES
Y POSOLOGIA
Tratamiento
de anomalías de la función adrenocortical, tales como insuficiencia
adrenocortical, hiperplasia adrenal congénita, enfermedad de Addison
o síndrome adrenogenital:
- Dosis
orales (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente dosis de 0.75—9 mg/día, divididos en 2-4 dosis.
Las dosis de mantenimiento se deben ajustar en función de la
respuesta del paciente
- Niños:
entre 0.03 y 0.3 mg/kg/día (0.6 a 10 mg/m2/día) divididos
en 2 a 4 dosis. Las dosis de mantenimiento se deben ajustar en función
de la respuesta del paciente
- Dosis intramusculares
o intravenosas (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Inicialmente entre 0.5—9 mg/día i.v. o i.m. en dosis divididas.
Las dosis de mantenimiento se deben ajustar en función de la
respuesta del paciente.
- Niños:
0.03—0.3 mg/kg/día (0.6—10 mg/m2/día) i.v. o i.n. en
dosis divididas. Las dosis de mantenimiento se deben ajustar en función
de la respuesta del paciente.
Diagnóstico
de la supresión del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA):
- Prueba para el diagnóstico del síndrome de Cushing:
- Tratamiento
oral (dexametasona):
- Adultos:
0.5 mg p.os cada 6 horas durante 48 horas. Recoger la orina de 24
horas para la determinación de la excreción de 17-hydroxycorticosteroides.
Alternativamente, 1 mg p.os a las 11:00 p.m., determinación
del cortisol plasmatico el día siguiente a las 8:00 a.m.
- Prueba para distinguir el síndrome de Cushing secundario a un exceso de ACTH pituitario del síndrome de Cushing debido a otras causas:
- Tratamiento
oral (dexametasona):
- Adultos:
2 mg p.os cada 6 horas durante 48 horas. Recoger la orina de 24 horas
para la determinación de la excreción de 17-hydroxycorticosteroides.
Prueba
para confirmar el diagnóstico de una depresión melancólica:
- Tratamiento
oral (dexametasona):
- Adultos:
1 mg p.os a las 11:00 p.m. Determinación del cortisol plasmático
a las 4:00 p.m. y 11:00 p.m. del día siguiente
Tratamiento
de condiciones alérgicas:
- Adultos:
iniciar el tratamiento con 4 a 8 mg i.m. el día 1. Después
pasar a un tratamiento oral con 3 mg administrados en 2 dosis divididas
los días 2 y 3; las dosis se deben reducir progresivamente a 1.5
mg el día 4 en dos dosis divididas y a 0.75 mg los días
5 y 6
Tratamiento
de un choque anafiláctico:
- Administración
intravenosa (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Se han utilizado dosis de 1 a 6 mg/kg i.v. o 40 mg i.v. cada 4-6 horas
mientras que el persiste el choque. Alternativamente, 20 mg i.v.,
seguidos de una infusión i.v. de 3 mg/kg en 24 horas
Tratamiento
de rinitis e inflamaciones nasales
- Inhalación
nasal:
- Adultos:
Inicialmente, 2 pulverizaciones (84 µg/puff) en cada seno nasal 2
o 3 veces al día. Reducir las dosis y terminar el tratamiento
tan rápidamente como sea posible. No pasar de 12 puffs/día.
- Niños
> 6 años de edad: inicialmente 1 o 2 pulverizaciones (84 µg/puff)
en cada seno nasal dos veces al día, según la edad de
niño.Reducir las dosis y terminar el tratamiento tan rápidamente
como sea posible. No pasar de 8 puffs/día.
Tratamiento
de edema cerebral:
- Administración
i.v. o i.m. (en forma de fosfato sódico)
- Adultos:
10 mg i.v. seguidos de 4 mg i.m. cada 6 horas hasta la remisión
de los síntomas. Se debe observar una respuesta entre las 12
y 24 horas, siendo posible reducir entonces las dosis. Para el manteniento
son suficientes 2 mg i.m. dos o tres veces al día-
- Niños:
Inicialmente, 1-2 mg/kg i.v. o i.m., luego 1—1.5 mg/kg/día
i.v. o i.m. (max: 16 mg/día) divididos en dosis cada 4 a 6
horas, reduciende seguidamente las dosis. La dexametasona parenteral
se debe sustituir por dexametasona oral tan pronto sea posible.
- Administración
oral:
- Adultos:
Inicialmente, 2—3 mg 2 o 3 veces al día. La dosis se ajustará
según la respuesta.
- Niños:
Entre 0.03—0.15 mg/kg/día (1—5 mg/m2/día) divididos
en dosis que se administrarán cada 6 o 12 horas. La dosis
se ajustará según la respuesta.
Alivio
del dolor severo asociado con metástasis cerebrales, compresión
de la médula espinal y dolor óseo agudo:
- Tratamiento
oral o intravenoso:
- Adultos:
12—20 mg/día per os o i.v. se pueden usar como adyuvantes en
el tratamiento del dolor óseo severo. Para la compresión
de la médula espinal se han sugeridos dosis de 16—96 mg/día
per os o i.v.
Tratamiento
adyuvante de la meningitis bacteriana pediátrica:
- Administración
intravenosa (dexametasona fosfato sódico:
- Niños
y bebés de > 2 meses: 0.15 mg/kg i.v. 4 veces al día
durante 2 días con el tratamiento antibiótico. También
es aceptable unas dosis de 0.4 mg/kg i.v. dos veces al día.
La primera dosis de dexametasona debe ser administrada inmediatamente
después de la primera dosis de antibiótico.
En
los transplantes de riñón:
- Administración
intramuscular, intravenosa o infusión i.v. (dexametasona fosfato
sódico):
- Adultos:
Inicialmente entre 0.5—9 mg i.v. o i.m en 24 horas. La dosis de mantenimiento
se ajustará según la respuesta
- Niños:
0.06—0.3 mg/kg/día (1.2—10 mg/m2/día) i.m. o i.v. en
dosis divididas a administrar cada 6 o 12 horas
Tratamiento
de la otitis externa:
- Tratamiento
tópico (usando solución de dexametasona fosfato sódico
o unguento de dexametasona)
- Adultos
y niños: Instilar 3 o 4 gotas (solución) en el canal
auditivo 2—3 veces/día; alternativamente, aplicar unguento
3—4 veces/día
Tratamiento
de la naúsea y vómitos asociados a la quimioterapia antitumoral:
- Administración
intravenosa (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
10 a 20 mg i.v. antes de la administación de la quimioterapia.
Si fueran necesarias, se administrarán dosis más bajas
adicionales durante 24 a 72 hours.
- Niños:
Inicialmente, 10 mg/m2 i.v. (máximo: 20 mg), después
5 mg/m2 cada 6 horas.
- Administración
oral:
- Adultos:
En un estudio comparativo frente a granisetron, la dexametasona se
administró de la forma siguiente: una dosis inicial de 8 mg
i.v. en 15 minutos inmediatamente antes de la quimioterapia, seguida
de 4 mg orales cada 6 horas después hasta un total de 4 dosis.
Tratamiento
adjuvante de la tuberculosis:
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg al día administrados en 2 a 4 dosis
divididas. Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en
función de la respuesta del paciente. La dexametasona se usa
durante períodos que pueden llegar al mes en el tratamiento
de la meningitis tuberculosa.
- Niños:
0.024—0.34 mg/kg/día o 0.66—10 mg/m2/día divididos en
2 a 4 administraciones
- Administración
parenteral (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Inicialmente, 0.5—9 mg i.v. o i.m. al día en 2 a 4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños:
0.06—0.3 mg/kg o 1.2—10 mg/m2 i.m. o i.v. al día en dosis divididas
cada 6 o 12 horas.
Tratamiento
de dermatosis moderadas:
- Administración
tópica (crema de dexametasona):
- Adultos
y niños: Aplicar una capa fina de crema 3 o 4 veces al día.
Si se administra en aerosol, aplicar el mismo sobre el área
afectada 3 o 4 veces al día. Reducir las dosis gradualmente
y discontinuar el tratamiento en cuanto sea posible
- Administración
intralesional (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
0.2—6 mg en el sitio adecuado, dependiendo del grado de inflamación
y localización de la zona afectada. Repetir el tratamiento
cada 2 o 3 días
Tratamiento
de dermatosis severa (dermatitis exfoliativa, psoriasis, eritema multiforme,
síndrome de Stevens-Johnson):
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg al día divididos en 2 a 4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños
: 0.024—0.34 mg/kg/día o 0.66—10 mg/m2/día, divididos
en 2—4 dosis.
- Administración
intramuscular, intravenosa o infusión intravenosa (dexametasona
fosfato sódico)
- Adultos:
Inicialmente, 0.5—9 mg i.v. o i.m al día en 2-4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños:
0.06—0.3 mg/kg/día o 1.2—10 mg/m2/day i.m o i.v. , divididos
en 2-4 dosis a intervalos de 6 a 12 horas.
Tratamiento
de desórdenes reumáticos: (espondilitis
anquilosante, artritis reumatoide juvenil, osteoartritis, artritis reumática,
etc. )
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg al día divididos en 2 a 4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños
: 0.024—0.34 mg/kg/día o 0.66—10 mg/m2/día, divididos
en 2—4 dosis.
- Administración
intramuscular, intravenosa o infusión intravenosa (dexametasona
fosfato sódico)
- Adultos:
Inicialmente, 0.5—9 mg i.v. o i.m al día en 2-4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños:
0.06—0.3 mg/kg/día o 1.2—10 mg/m2/day i.m o i.v. , divididos
en 2-4 dosis a intervalos de 6 a 12 horas.
- Administración
intra-articular, intrasinovial o intralesional (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
0.2—6 mg en el lugar adecuado. Las dosis dependerán del grado
de inflamación, tamaño y localización de la zona
afectada. El tratamiento se puede repetir cada 3 a 5 días
Tratamiento
de desórdenes hematológicos: (trombocitopenia, anemia
hemolitica autoinmune, eritroblastopenia, a trombocitopenia asociada a púrpura
idiopática trombocitopénica)
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg al día divididos en 2 a 4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente. En un estudio abierto, 10 pacientes
con trombocitopenia idiopática, la administración de
dexametasona ocasionó una mejora en el recuento de plaquetas.
La dexametasona fué administrada por vía oral en dosis
de 40 mg/día durante 4 días consecutivos repitiendo
este tratamiento cada 28 días hasta un total de 6 ciclos.
- Niños
: 0.024—0.34 mg/kg/día o 0.66—10 mg/m2/día, divididos
en 2—4 dosis.
- Administración
intramuscular, intravenosa o infusión intravenosa (dexametasona
fosfato sódico)
- Adultos:
Inicialmente, 0.5—9 mg i.v. o i.m al día en 2-4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños:
0.06—0.3 mg/kg/día o 1.2—10 mg/m2/day i.m o i.v. , divididos
en 2-4 dosis a intervalos de 6 a 12 horas.
Tratamiento
de problemas respiratorios: ( asma, hemangioma obstructivo en niños,
EPOC, síndrome de Loeffle, etc.):
- Administración
por inhalation dosage (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Inicialmente, 3 pulverizaciones (100 µg/puff) 3—4 veces al día.
Las dosis de mantenimento no excederán 3 pulverizaciones cada
vez o 12 pulverizaciones al día times per day. La dexametasona
no es el corticoide de elección para esta indicación
- Niños
: 2 pulverizaciones (100 µg/puff) 3—4 veces al día. La dosis
máxima no debe exceder 8 pulverizaciones al día.
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg al día divididos en 2 a 4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños
: 0.024—0.34 mg/kg/día o 0.66—10 mg/m2/día, divididos
en 2—4 dosis.
Tratamiento
del crup moderado:
Administración
oral o intramuscular
- Adultos:
una dosis de 0.6 mg/kg oral fué tan efectiva como la budesonida inhalada
en dosis de 2 mg. Se han empleado dosis de dexametasona entre 0.15—0.6 mg/kg.
Para el tratamiento del crup más seero se recomienda la dosis de
0.6 mg/kg i.m. que es tan efectiva o más como 4 mg de budesonida
por inhalación.
Tratamiento
del síndrome de insuficiencia respiratoria aguda:
- Administración
parenteral (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Inicialmente, 0.5—9 mg i.v. o i.m. al día en 2 a 4 administraciones.
Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar en función
de la respuesta del paciente.
- Niños:
0.06—0.3 mg/kg o 1.2—10 mg/m2 i.m. o i.v. al día en dosis divididas
cada 6 o 12 horas
Administración
en niños prematuros y neonatos para el tratamiento de la displasia
broncopulmonar:
- Administración
oral o intravenosa: Se sugieren dosis entre 0.5-0.6 mg/kg i.v. o por vía
oral, en dosis divididas cada 12 horas durante 3 a 7 días, con
reducción de un 10% de la dosis cada 3 días hasta alcanzar
la dosis de 0.1 mg/kg/día. La dosis final se administra en días
alternos y luego se suspende el tratamiento.
Tratamiento
de hipercalcemia debida a sarcoidosis o cáncer, miastenia grave y otras
condiciones:
- Admininistración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg por vía oral al día en 2 a 4
administraciones. Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar
en función de la respuesta del paciente
Tratamiento
del síndrome nefrótico:
- Admininistración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente, 0.75—9 mg por vía oral al día en 2 a 4
administraciones. Las dosis de mantenimiento se debrán ajustar
en función de la respuesta del paciente hasta que la orina
no contenga proteínas. Después reducir paulatinamente
las dosis
Tratamiento de exacerbaciones de la esclerosis múltiple:
- Administración
oral:
- Adultos:
16 mg/día en 4 dosis durante 5 días. Estas dosis mostraron
ser tan eficaces como la metilprednisolonai.v. en algunos estudios
clínicos.
Tratamiento
de la colitis ulcerosa y de la enfermedad de Crohn:
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente 0.75 a 9 mg/dia en 2 a 4 dosis divididas. Las dosis de
mantenimiento se ajustarán en función de la respuesta
de cada paciente.
- Administración
intravenosa o intramuscular (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Inicialmente 0.5 a 9 mg/dia en 2 a 4 dosis divididas. Las dosis de
mantenimiento se ajustarán en función de la respuesta
de cada paciente
Tratamiento
de desórdenes oftálmicos (conjuntivitis alérgica,
úlcera córnea marginal alérgica, corioretinitis, ciclitis,
endoftalmitis, oftalmopatía de Graves, conjuntivitis papilar, herpes
zoster ophthalmicus, iritis, keratitis, neuritis óptica, uveitis posteiror
difusa, etc.:
- Administración
oftálmica (dexametasona fosfato sódico unguento oftálmico
o solución oftálmica)
- Adultos
y niños: Aplicar una capa fina del unguento oftálmico
al 0.05% 3 o 4 veces al día. Alternativamente, instilar 1 o
2 gotas de solución oftálmica al 0.1% cada hora durante
el día y cada 2 horas durante la noche, reduciendo la dosis
cuando se consiga una respuesta favorable
- Administración
oral (dexametasona):
- Adultos:
Inicialmente entre 0.75—9 mg al día, administrados en 2 a 4
dosis. Las dosis de mantenimiento se ajustarán según
la respuesta.
- Niños:
entre 0.024—0.34 mg/kg al día (0.66—10 mg/m2) administrados
en 2 a 4 dosis
- Administración
parenteral (dexametasona fosfato sódico):
- Adultos:
Inicialmente entre 0.5—9 mg i.v. o i.m al día en 2 a 4 dosis
divididas. Ajustar la dosis de mantenimiento en función de
la respuesta observada
- Niños:
entre 0.06—0.3 mg/kg/día (1.2—10 mg/m2/day) i.m. o i.v. divididos
en dosis cada 6—12 horas
Tratamiento
adyuvante de la infertilidad (conjuntamente con clomifeno):
- Administración
oral:
- Mujeres
adultas: 0.5 mg/día administrados los días 3 a 12 de
un ciclo en combinación con clomifeno. La dexametasona incrementa
la foliculogenesis suprimiento la secreción adrenal de andrógenos.
En
todos los casos, la administración oral se debe hacer con alimentos
para reducir los efectos secundarios gastrointestinales. Para la administración
parenteral, seguir las instrucciones específicas de cada fabricante.
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CONTRAINDICACIONES
y PRECAUCIONES
Dexametasona
oftálmica: no se deberá administrar dexametasona a pacientes
con infecciones oculares debidas a virus, bacterias u hongos. Deberá
ser usada con precaución en pacientes con abrasión de la córnea.
Puede aumentar la presión intraocular de modo que esta deberá
ser monitorizada cada 2 a 4 semanas al instaurar el tratamiento y a intervalos
de un mes con posterioridad. En los pacientes con glaucoma de angulo abierto,
diabetes mellitos, miopía o huso de Krukenberg, se deberá administrar
con precaución dado que estos pacientes son más propensos a
desarrollar hipertensión durante el tratamiento con corticosteroides.
Dexametasona
tópica: la dexametasona para uso tópico debe usarse con
extrema precaución en pacientes con enfermedad vascular periférica
debido al riesgo de ulceraciones de la piel. No se debe usar si hay evidencia
de infecciones fúngicas o víricas.
Preparados
sistémicos: La mayoría de los fabricantes señalan
que la dexametasona está contraindicada en pacientes con infecciones
sistémicas por hongos. Sin embargo, muchos clínicos creen que
se pueden administrar corticoides en pacientes con cualquier tipo de infección
fúngica, siempre y cuando se haya instaurado un tratamiento antifúngico
adecuado. Los corticoides pueden enmascarar los síntomas de infección
y, por tanto, no se deben usar en casos de infecciones virales o bacterianas
que no estén tratadas convenientemente. Los corticoides pueden reactivar
la tuberculosis y, por tanto, no se deben emplear en sujetos con historia
de esta enfermedad a menos que estén tratados concomitantemente con
antituberculosos.
Al
poseer efectos inmunosupresores, los pacientes deben evitar ser expuestos
a contagios de virus del sarampión o de la rubeóla. Igualmente,
los pacientes con una infección por herpes, deberán evitar tratamientos
cn corticoides. En caso de producirse una infección por este tipo de
virus, los pacientes deberán informar inmediatamente a su médico
si se encuentran bajo tratamiento corticoide o han recibido un tratamiento
corticoide en los 12 meses anteriores.
Aunque
la terapia corticosteroide no es incompatible con las vacunas, se recomienda
a los pacientes con una importante inmunosupresión debida a un tratamiento
crónico que eviten las vacunas con virus vivos. Cuando se considere
iniciar un tratamiento inmunosupresor o quimioterápico, la vacunación
debe preceder el tratamiento en 2 o más semanas.
En
caso de requerirse una intervención quirúrgica, el paciente
deberá informar al cirujano sobre el tratamiento corticoide recibido
en los 12 últimos meses y sobre la enfermedad tratrada. Se recomienda
que el paciente lleve consigo una tarjeta de identificación en la que
decriba la enfermedad que está siendo tratada, el tipo de corticoide
empleado y el nombre del médico que trata al paciente.
Se
ha asociado el tratamiento con corticosteroides con ruptura de la pared del
ventrículo izquierdo en pacientes con infarto de miocadio reciente.
Por lo tanto, estos pacientes deberán ser tratados con precaución.
Los corticosteroides puede ocasionar edema lo que puede empeorar una insuficiencia
cardíaca o la hipertensión.
Se
sabe que los corticosteroides pueden ocasionar cataratas y exacerbar el glaucoma
durante la administración a largo plazo. Los pacientes con glaucoma
y otras alteraciones visuales deberán ser tratados con precaución
y evaluados períodicamente para determinar la posible formación
de cataratas.
Los
corticosteroides de deberán usar con precaución en los pacientes
con trastornos gastrointestinales, diverticulitis, anastomosis intestinal
o alguna condición hepática que ocasione hipoalbuminemia (tal
como la cirrosis). Aunque los corticoisteroides se usan para el tratamiento
a corto plazo de las exacerbaciones agudas de desórdenes inflamatorios
crónicos (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn) están
contraindicados en aquellos pacientes en los que exista la posibilidad de
una perforación, absceso o infección piogénica. Los corticoides
no deben ser usados en pacientes con úlcera péptica salvo en
casos en los que sin ellos pueda peligrar su vida.
Los
corticosteroides deben ser empleados con suma precaución en pacientes
con psicosis, irritabilidad emocional, infección por herpes, enfermedad
renal, osteoporosis, diabetes y epilepsia ya que estos fármacos pueden
empeorar estas condiciones. Los pacientes con hipotiroidismo pueden mostrar
una respuesta exagerada a los corticoides.
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La
dexametasona está clasificada dentro de la categoría C de riesgo
en el embarazo. Se han observado en ocasiones efectos teratogénicos
(paladar hendicdo) y abortos prematuros en algunas ocasiones en las que emplearon
corticoides durante el embarazo. De ser estos absolutamente necesarios durante
la gestación, se deberá informar a los padres sobre los posibles
riesgos. Además, los neonatos de mujeres tratadas con corticoides durante
el embarazo deberán ser vigilados por la posibilidad de una insuficiencia
adrenal.
Los
corticosteroides se excretan en la leche materna, por lo que se recomienda
a las madres tratadas con orticosteroides que no alimenten a sus hijos.
El tratamiento prolongado con corticosteroides debe ser evitado en los niños
ya que estos fármacos pueden retardar el crecimiento. Los niños
tratados con corticoides se encuentran inmunodeprimidos y son más susceptibles
a las infecciones. Además, infecciones normalmente inocuas pueden resultar
fatales.
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La
discontinuación de un tratamiento prolongado con corticoides debe ser
gradual: la supresión del eje HPA puede durar hasta 12 meses, de tal
modo que los pacientes necesitan una terapia hormonal sustitutoria mientras
que sus adrenales van recuperando su funcionalidad. La supresión abrupta
de un tratamiento prolongado puede ocasionar serios efectos adversos e incluso
la muerte.
Como
los glucocorticoides pueden agravar el síndrome de Cushing, deben ser
evitados en pacientes que padezcan esta condición.
Dexametasona
por inhalación: la dexametasona por inhalación está
contraindicada en pacientes con status asthmaticus agudo u otros tipos
de asma que requieren un tratamiento intensivo. Si los pacientes reciben adicionalmente
corticoides por vía sistémica, puede producirse un efecto aditivo
con supresión del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA).
La dexametasona debe ser utilizada con precaución cuando se sustituye
el producto inhalado por el fármaco por vía oral: puede producirse
una insuficiencia adrenal. Los pacientes debe ser advertidos de que la dexametasona
inhalada no es eficaz para tratar un broncoespasmo agudo.
La
dexametasona se debe usar con precaución en pacientes con herpes ocular
o cualquier infección de los ojos bacteriana o fúngica no tratada.
Se
desconoce la seguridad y eficacia de la dexametasona en niños de menos
de 6 años de edad. En los niños de mayor edad, la dexametasona
puede ocasionar retrasos en el crecimiento.
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INTERACCIONES
Los
inductores de las enzimas hepáticas (barbituratos, fenitoína
y rifampicina) pueden aumentar el metabolismo de los glucocorticoides y reducir
su eficacia. Las dosis de dexametasona pueden necesitar reajustes si alguno
de estos fármacos es añadido o retirado durante el tratamiento
con corticoides.
Los
estrógenos puede aumentar la concentración de transcortina,
reduciendo las cantidades de cortisona libre y alterando sus efectos. Puede
ser necesario un reajuste de las dosis si se añaden o retiran estrógenos
durante un tratamiento glucocorticoide.
Los
corticosteroides aumentan el riesgo de ulceraciones gástricas inducidas
por el antiinflamatorios no esteroídicos (AINES). Los salicilatos y
la aspirina deben ser usados con precaución en pacientes con hipoprotrombinemia
que también estén tratados con corticoides. Además, si
se discontinúa el tratamiento corticoide, los niveles de salicilatos
pueden aumentar debido a la reducción del metabolismo de los salicilatos
que se encuentra aumentado por los corticoides, lo que puede producir una
toxicidad por salicilatos y un aumento de los efectos secundarios.
Los
glucocorticoides estimulan la excreción urinaria de potasio. Si se
administran concomitantemente otros fármacos que también eliminan
potasio como las tiazidas, la furosemida, el ácido etacrínico
o la anfotericina B, puede producirse hipokaliemia. Se recomienda determinar
los niveles de potasio si se administran corticoides con estos fármacos.
Además, puede aumentar el riesgo de arritmias en pacientes tratados
con digoxina y , dofetilida, puede potenciar el bloqueo neuromuscular producido
por los bloqueantes neuromusculares nodepolarizantes.
Los
glucocorticoides interaccionan con los inhibidores de la colinesterasa como
el ambenonium, la neostigmina y piridostigmina, provocando una seria debilidad
muscular en pacientes con miastenia gravis. No obstante, hay casos en que
deben usarse ambas terapias concomitantemente.
En
raras ocasiones, los corticosteroides pueden aumentar la coagulabilidad de
la sangre. Los pacientes tratados con heparina o warfarina pueden experimentar
una pérdida parcial del efecto clínico. Por otra parte, la irritación
gastrointestinal provocada por los corticosteroides puede aumentar el riesgo
de hemorragias en pacientes anticoagulados, por lo que los pacientes bajo
heparina o warfarina deberán ser vigilados se se instaura un tratamiento
con dexametasona.
Los
corticosteroides sistémicos aumentan los niveles de glucosa en sangre.
Además, existe una interacción farmacodinámica entre
los corticosteroides y los anticoagulantes orales. Los diabéticos de
tipo 1 y 2 requerirán reajuste de las dosis de insulina o de antidiabéticos
orales si se inicia o discontinua un tratamiento corticoide. Se ha observado
que las concentraciones plasmáticas de lactato aumentan cuando se administra
metformina concomitantemente con hidrocortisona, con el correspondiente riesgo
de desencadenar una acidos láctica. Por estos motivos, los diabéticos
tratados con corticoides deberán ser estrechamente vigilados.
La
administración de corticoides antes o durante la terapia fotodinámica
con porfímero puede reducir la eficacia de este tratamiento.
El
metabolismo de los corticosteroides se encuentra aumentado en el hipertiroidismo
y disminuído en el hipotiroidismo. Se necesitan reajustas de la dosis
al iniciar, modificar o discontinuar un tratamiento con hormonas tiroideas
o fármacos antitiroideos.
En
los pacientes asmáticos el riesgo de cardiotoxicidad del isoproterenol
puede aumentar si se administran concomitantemente corticosteroides o metilxantinas.
Se ha observado infarto de micocardio con necrosis, insuficiencia cardíaca
congestiva y muerte en casos en los que se administrados dosis i.v. de of
isoproterenol de 0.05 a 2.7 mg/kg/min en niños asma refractario.
La
dexametasona induce la actividad enzimática del sistema CYP3A4, por
lo que aumenta el metabolismo de los fármacos que son degradados por
este sistema. El alosetron y la zonisamida son ejemplos de fármacos
metabolizados por CTP3A4 y, aunque no se ha evaluado específicamente
esta interacción, es posible que la dexametasona reduzca la eficacia
de estos fármacos. En cambio, en un estudio en pacientes tratados con
irinotecan , se observó un aumento de la excreción biliar de
este fármaco y de sus metabolitos. Lo mismo ocurre en el caso de lopinavir,
cuyos niveles plasmáticos disminuyen al administrar concomitantemente
dexametasona, con la correspondiente pérdida de eficacia clínica.
La
mifepristona, RU-486 muestra una actividad antiglucocorticoide que puede antagonizar
los corticoides. En la rata, la actividad de la dexametasona fué inhibida
por dosis orales de 10 a 25 mg de mifepristona. Una dosis de mifepristona
de 4.5 mg/kg en el hombre ocasiona un aumento del ACTH y del cortisol. Además,
la dexametasona puede reducir los niveles plasmáticos de mifepristona
al inducir el sistema CYP3A4. Por todas estas razones, la mifepristona está
contraindicada los pacientes bajo tratamiento crónico con corticoides.
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Suplementos
dietéticos:
Magnesio:
los corticoides aumentan la pérdida de magnesio en la orina. Algunos
autores recomiendan suplementar la dieta con 300-400 mg de magnesio/día
en los pacientes bajo tratamiento glucocorticoide crónico.
Potasio:
no se recomiendan suplementos potásicos, pero si un aumento de la
ingesta de alimentos ricos en este catión como los zumos vegetales
o de frutas.
Acetil-cisteína:
en un estudio en pacientes con alveolitis fibrosa, la adición de
acetilcisteína en dosis de 600 mg tres veces al día mejoró
significativamente la respuesta a la prednisona.
Calcio
y vitamina D:
los corticosteroides reducen la activación de la vitamina D, con
el correpondiente riesgo de descalcificación y pérdida de
hueso. Se deberán vigilar los niveles de 1,25-dihidroxicolecalciferol
para determinar si se ha producido deficiencia. En un estudio en pacientes
con artritis reumatoide tratados con prednisona durante 2 años, aquellos
que recibieron un suplemento de 1000 mg/día de calcio y 500 UI de
vitamina D, no mostrarón pérdidas óseas significativas
a diferencia de los pacientes que recibieron placebo. Por este motivo, algunos
muchos clínicos recomiendan añadir un suplemento de 1000mg
de calcio más 400 a 800 UI de vitamina D para prevenir la osteoporosis
durante un tratamiento crónico con corticoides.
Vitamina
B6:
los corticoide aumentan la pérdida de vitamina B6. Sin embargo, no
se ha comprobado que la adición de esta vitamina como suplemento
añada algún beneficio.
Melatonina:
una dosis única de dexametasona administrada a voluntarios sanos
suprimió la producción de melatonina en 9 de 11 sujetos. Se
desconoce si la administración crónica de corticoides interfiere
con la producción de melatonina y si es conveniente añadir
un suplemento de esta hormona.
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Interacciones
con plantas medicinales:
La
Ephedra sinica (Ma huang) contiene efedrina, compuesto que estimula
el aclaramiento de la dexametasona y por lo tanto disminuye su actividad.
Aunque se desconoce si la planta tiene el mismo efecto, parece prudente que
los pacientes tratados con dexametasona se abstengan de utilizar esta planta.
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El regaliz (Glycyrrhiza
glabra) ha demostrado disminuir la eliminación de la prednisona
en estudios realizados in vitro. En un estudio en voluntarios sanos tratados
con prednisolona y glicirricina (principio activo del regaliz) se observó
un aumento del efecto del corticoide en comparación con voluntarios
que solo recibieron la prednisolona. Además estudios en animales han
mostrado que la glicirricina previene los efectps inmosupresores de la cortisona.
Hasta que se conozcan más detalles acerca de la naturaleza de esta
interacción, los pacientes tratados con corticoides no debererán
consumir regaliza sin consultar previamente al médico
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REACCIONES ADVERSAS
La
gravedad de las reacciones adversas asociadas al tratamiento crónico
con corticoides aumenta con la duración del mismo. Las administraciones
en dosis únicas o en número reducido no suelen provocar efectos
secundarios, pero la administración crónica ocasiona la atrofia
de las glánduñas suprarrenales y una depleción generalizada
de proteínas.
Dexametasona
por inhalación: los efectos adversos observados son flush, xerostomía,
rash, ronquera, disgeusia e irritación de boca y garganta. Debido a
sus efectos inmunosupresores, son frecuentes las candidiasis orales. Los efectos
nasofaríngeos son irritación y sequedad de nariz. Los efectos
secundarios más frecuentes después de la inhalación son
irritación y sequedad de la nariz. Muy raramente se ha descrito perforación
del tabique nasal en pacientes tratados con glucocorticoides por vía
intranasal.
Dexametasona
oftálmica: Aunque los corticosteroides se usan para el tratamiento
de la oftalmopatía de Graves, pueden producirse efectos oculares adversos
como exosftalmos, cataratas subcapsulares posteriores, retinopatía
o aumento de la presión intraocular. En particular, puede producirse
glaucoma y lesiones del nervio óptico, incluyendo neuritis. Se han
comunicado casos de ceguera temporal después de la administración
de glucocorticoides por vía intranasal e intraocular. El riesgo de
cataratas aumenta con la duración del tratamiento y con la dosis del
corticoide inhalada. No se conoce con exactitud el mecanismo de la formación
de cataratas aunque parece ser que esta implicada de alguna manera la bomba
sodio-potasio que hace que se produzca una acumulación de agua en las
fibras de la lente y una aglutinación de sus proteínas.
Dexametasona
tópica: Entre los efectos adversos dermatológicos se han
descrito atrofia de la piel, acné vulgar, diaforesis, mala cicatrización
de heridas, eritema facila, estrías, petequias, hirsutismo, y equimosis.
Pueden producirse reacciones de hipersensibilidad como dermatitis alérgica,
urticaria o angioedema. Después de inyecciones i.v. de corticoides
de han observado parestesias en el área perineal.
Dexametasona
sistémica: los glucocorticoides son responsables del metabolismo
de la proteínas, por lo que un tratamiento prolongado puede ocasionar
diversas manifestaciones musculoesquelético como miopatía, mala
cicatrización, osteoporosis, fracturas o necrosis avascuoar de la cabeza
del fémur o del húmero. Estos problemas se presentan con mayor
frecuencia en pacientes ancianos o debilitados, Los glucocorticoides no modifican
el metabolismo de la vitamina, pero interaccionan con el metabolismo del calcio
sobre todo en los osteoblastos. Las mujeres postmenopaúsicas deberán
ser estrechamente vigiladas por si se desarrolla osteoporosis durante un tratamiento
corticosteroide.
Las
inyecciones intra-articulares de corticoides pueden ocasionar artropatías
parecidas a las de Charcot. También se ha manifestado atrofia en el
punto de la inyección y ruptura de tendones.
Las
dosis farmacológicas de los corticosteroides administradas durante
períodos prolongados pueden ocasionar una dependencia fisiológica
debido a la supresión del eje hipotalámico-pituitario-adrenal
(HPA). Los corticoides exógenos ejerce un efecto de retroalimentación
negativac, inhibiendo la secreción de la adenocorticotropina (ACTH).
El resultado final es la disminución de los corticoides y andrógenos
segregados por la corteza adrenal. La severidad de esta insuficiencia adrenocortical
varía según los individuos y depende de las dosis, frecuencia
y duraciñón del tratamiento. Los pacientes con el eje HPA suprimidos
requerirán mayores dosis de corticosteroides en los momentos de estrés
fisiológico.
Además,
si los corticoides se discontinuan bruscamente, puede producirse una insuficiencia
adrenal aguda e incluso la muerte. Los siguientes síntomas están
relacionados con una insuficiencia aguda: anorexia, letargp, nausea/vomitos,
cefaleas, fiebre, artralgias, mialgias, dermatitis exfoliativa, pérdida
de peso e hipotensión. También se ha informados de casos de
presión intracraneal y papiledema.
El
tratamiento prolongado con corticosteroides puede afectar negativamente el
sistema endocrino, ocasionando hipercorticoidismo (síndrome de Cushing),
irregularidades menstruales (con amenorrea o dismenorrea) hiperglucemia y
agravamiento de la diabetes mellitus. En una reciente revisión de 93
estudios con corticoides, el desarrollo de diabetes mellitus fue 4 veces más
frecuente en los sujetos tratados con estos fármacos. Pueden ser necesarios
reajustes en las dosis de insulina o antidiabéticos orales.
Aunque
la dexametasona está prácticamente desprovista de efectos mineralcorticoides,
su uso prolongado puede causar retención de fluídos, hipokaliemia,
hipernatremia, edema e hipertensión. La revisión anterior de
93 estudios mostró una incidencia de hipertensión 4 veces mayor
en los pacientes tratados con esteroides en comparación con los controles.
Los
síntomas gastrointestinales asociados a un tratamiento prolongado con
corticoides incluyen naúsea/vómitos y anorexia con la correspondiente
pérdida de peso. También se han comunicado diarrea, constipación,
dolor abdominal, úlceras esofágicas, gastritis y pancreatitis.
Aunque temporalmente se asoció la úlcera péptica a un
tratamiento crónico con corticoides, los resultados de un meta-análisis
sobre 93 estudios han demostrado que la incidencia de úlcera péptica
no era mayor en los sujetos tratados con corticoides que en los sujetos de
control.
Se
han comunicado efectos adversos neurológicos durante el tratamiento
prolongado con corticosteroides, incluyéndose entre los mismos cefaleas,
insomnio, vértigo, neuropatía periférica isquémica,
convulsiones y cambios en el EEG. También se han descrito cambios en
el comportamiento como depresión, euforia, cambios de personalidad
y psicosis.
Los
corticoides por vía parenteral también pueden producir hiperpigmentación
de la piel, induraciones, atrofia cutánea o subcutánea y abscesos.
Se
han asociado a tratamientos con corticoides hipercolesterolemia, arterioesclerosis,
trombosis, tromboembolismo y flebitis. Puede producirse trombocitopenia en
pacientes tratados durante períodos prolongados con corticoides.
En
ocasiones más raras se han comunicado palpitaciones, taquicardia sinusal,
glositis, estomatitis, incontinencia y urgencia urinarias.
Los
corticoisteroides pueden reducir las concentraciones plasmáticas de
vitamina C y A que, en ocasiones poco frecuentes pueden ocasionar deficiencias
en dichas vitaminas.
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En
caso de una sobredosis aguda y según la condicion del paciente puede
ser necesario además de un ttratamiento de soporte la induccón
de emesis o un lavado gástrico.
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PRESENTACIONES
Fortecortin 1, 4 8, 20 y 40 mg de dexametasona
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REFERENCIAS
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infants.Cochrane Database Syst Rev 2000 :2 CD000308
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- Jacox A, Carr DB, Payne R. New clinical-practice guidelines for the management of pain in patients with cancer. N Engl J Med 1994;330:651—5.
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Monografía
revisada el 31 de Mayo de 2009. Equipo de redacción de IQB (Centro colaborador de La Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica -ANMAT - Argentina).
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