REACCIONES ADVERSAS
La toxicidad hematológica, incluyendo neutropenia grave, leucopenia, trombocitopenia y anemia, es el factor limitante de las dosis de busulfán. La incidencia de pancitopenia grave después de la terapia con dosis altas de busulfán es 100%. Algunos pacientes hipersensibles han experimentado la aparición repentina de toxicidad irreversible en la médula.
En raras ocasiones se ha producido una anemia aplásica. La pancitopenia causada por el busulfán es más prolongada que la inducida por otros agentes alquilantes y puede durar hasta 2 años. Los pacientes que llegan a ser pancitopénicos deben recibir un apoyo médico agresivo incluyendo antibióticos, factores estimulantes del crecimiento de colonias, y transfusiones de productos sanguíneos durante todo el período de pancitopenia.
En el tratamiento de las enfermedades mieloides crónicas, el busulfán debe interrumpirse antes de que la cuenta de leucocitos alcancer el rango normal, aproximadamente a 15 000 / mm3, para evitar la mielosupresión grave.
Son comunes fiebre, escalofríos e infecciones en pacientes con mielosupresión prolongada, y también se puede producir sepsis.
Tanto en los varones como en las mujeres puede ocurrir la supresión gonadal y los pacientes deben ser conscientes de esta posibilidad. Se han reportado atrofia de los testículos y azoospermia en ellos, y amenorrea, supresión ovárica e insuficiencia ovárica incluyendo la falta de llegar a la pubertad en ellas. La fertilidad y la menstruación normal pueden regresar, pero ocasionalmente la infertilidad puede ser permanente después de la terapia con busulfán.
La destrucción celular inducida por el busulfán libera grandes cantidades de ácido úrico debido al catabolismo de las purinas, lo que resulta en hiperuricemia. Se han descrito nefropatía por ácido úrico, obstrucción renal aguda debido insuficiencia tubular y nefrolitiasis. La alcalinización agresiva de la orina y el uso de alopurinol pueden prevenir la nefropatía por ácido úrico.
Las náuseas/vómitos no son generalmente un problema con busulfán a las dosis utilizadas para el tratamiento de la leucemia mielógena crónica. Las dosis más altas utilizadas en los regímenes preparatorios para el trasplante de médula ósea son moderadamente emetógenas y requieren tratamiento antiemético. Se producen estomatitis, esofagitis, diarrea, estreñimiento, dispepsia y anorexia cuando busulfán se utiliza para el trasplante de médula ósea.
Algunos pacientes han experimentado una insuficiencia suprarrenal caracterizada por melanoderma, hipotensión, náuseas/vómitos, fatiga, anorexia, diarrea, pérdida de peso, apatía y confusión. Estos síntomas pueden desaparecer con la interrupción del busulfán.
La fibrosis pulmonar intersticial es un efecto adverso pulmonar poco frecuente pero grave del tratamiento con busulfán. En general, esto se produce sólo durante la terapia a largo plazo. El inicio puede retrasarse hasta el décimo año después del tratamiento, pero, en promedio, se produce hacia el cuarto año. Las manifestaciones clínicas incluyen la aparición gradual de una tos seca persistente, estertores, fiebre y disnea. La biopsia revela la displasia broncopulmonar y fibrosis pulmonar intersticial. La mayoría de los pacientes mueren dentro de los 6 meses del diagnóstico. No existe una terapia específica para esta complicación. Se debe discontinuar el busulfan si se desarrolla toxicidad pulmonar. En ocasiones, este síndrome se ha resuelto después de la discontinuación de la terapia y la administración de corticosteroides.
La hiperpigmentación de la piel es común durante el tratamiento con busulfán. Se presenta con mayor frecuencia en los pliegues de la piel, pero a veces involucra a todo el cuerpo. También se puede producir coloración de las uñas. La coloración de la piel es más común en pacientes con piel oscura. También se puede producir erupción (sin especificar). Se ha observado un aumento de la reacción cutánea local, en los pacientes que reciben radioterapia poco después de busulfán.
Se han reportado cataratas durante el tratamiento a largo plazo de busulfán. Aproximadamente el 10% de los pacientes tratados a largo plazo con busulfán desarrollará cataratas subcapsulares posteriores. Otras reacciones adversas oculares reportadas incluyen adelgazamiento de la córnea y la alteraciones de la lente.
En un pequeño número de pacientes pediátricos con talasemia tratados con altas dosis oral de busulfán y ciclofosfamida como parte de un régimen de preparación para el trasplante de médula ósea se ha informado de un taponamiento cardíaco, con desenlace fatal en algunos casos
Pueden producirse convulsiones durante la terapia de alta dosis de busulfán. Se recomienda el tratamiento anticonvulsivante profiláctico, por lo general con fenitoína. Los pacientes con un historial de convulsiones, trauma en la cabeza o que están tomando medicamentos que pueden disminuir el umbral convulsivo estçán en mayor riesgo.
Otros efectos neurológicos notificados incluyen insomnio, ansiedad, mareo, depresión, confusión, alucinaciones, somnolencia, delirio, agitación, y encefalopatía.
Se han descrito casos de enfermedad hepática veno-oclusiva en pacientes tratados con busulfán, por lo general en combinación con ciclofosfamida u otros agentes antes del trasplante de médula ósea. VOD hepática inducida por busulfán se ha asociado con los valores de AUC altas (> 1.500 mol . min / L) de busulfán. En los estudios con la administración oral de dosis alta busulfán, la incidencia de VOD hepática es de aproximadamente 8-12%, siendo menor con la formulación intravenosa debido a la falta de efectos metabólicos de primer paso en el hígado. Otras reacciones hepáticas adversas incluyen fibrosis centrolobulillar sinusoidal, enzimas hepáticas elevadas, necrosis hepática, hepatomegalia, hiperbilirrubinemia e ictericia.
El busulfán se ha asociado con el desarrollo de una malignidad secundaria, incluyendo leucemia mieloide aguda y tumores malignos dentro de 5-8 años.
El busulfan puede causar displasia celular en muchos órganos, como los ganglios linfáticos, páncreas, tiroides, las glándulas suprarrenales, el hígado, los pulmones y la médula ósea. Esta displasia citológica puede ser lo suficientemente grave como para interferir con la interpretación de los exámenes citológicos exfoliativa de los pulmones, la vejiga, de mama y de cuello uterino.
|