DESCRIPCION
La acetazolamida es
un inhibidor de la anhidrasa carbónica utiizado como diurético
y en el tratamiento del glaucoma, epilepsia, hipertensión intracraneal
benigna, mal de montaña, cistinuria y ectasia ductal.
Mecanismo
de acción: la acetazolamida es un potente inhibidor de la
anhidrasa carbónica, efectivo en el control de la secreción
de fluídos (por ejemplo, en algunos tipos de glaucoma), en el tratamiento
de algunos desórdenes convulsivos (p.ej. epilepsia) y en la provocación
de diuresis en casos de retención anormal de fluídos (por ejemplo
en el edema cardíaco). La acetazolamida es una sulfonamida no bacteriostática
que posee una estructura química y unas propiedades farmacológicas
muy diferentes de las sulfonamidas antibacterianas.
La
acetazolamida es un inhibidor enzimático que actúa sobre la
anhidrasa carbónica, la enzima que cataliza la reacción reversible
de hidratación en ácido carbónico. En el ojo, esta acción
inhibitoria de la azetazolamida disminuye la secreción de humor acuoso
y ocasiona una reducción de la presión intraocular, una propiedad
interesante en casos de glaucoma y de otras condiciones del ojo.
Existe
evidencia de que la acetazolamida puede tener utilidad como adyuvante en algunas
disfunciones del sistema nervioso central (como por ejemplo la epilepsia).
La inhibición de la anhidrasa carbónica en esta condición
parece retardar una descarga paroxísmica anormal de algunas neuronas
del sistema nervioso central.
Los
efectos diuréticos de la acetazolamida se deben a su acción
sobre la reacción de deshidratación del ácido carbónico
en el riñón, lo que resulta en un pérdida del anión
bicarbonato que arrastra consigo, agua, sodio y potasio. De esta forma, se
produce una alcalinizaciòn de la orina y un aumento de la diuresis.
Como resultado de la alcalinización de la orina, se produce un incremento
de la reabsorción del inón amonio NH4+ en los túbulos
renales.
Farmacocinética:
las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan entre las
3 y 6 horas después de la acetazolamida de liberación gradual,
frente a 1 a 4 horas de los comprimidos estándar. Los alimentos no
afectan la biodisponibilidad de la acetazolamida.
Estudios
clínicos controlados por placebo han mostrado que la administración
profiláctica de acetazolamida en dosis de 250 mg cada 8-12 horas reducen
los sintomas del mal de la altitud que se manifiesta por jaquecas, naúseas,
jadeos, mareos y fatiga. La función pulmonar (volumen minuto, capacidad
vital forzada, etc.) mejora en los sujetos tratados con acetazolamida. Los
sujetos tratados con el fármaco también duermen mejor que los
tratados con placebo.
Toxicidad:
No se han realizado estudios crónicos en animales para evaluar
el potencial carcinogenénico, mutagénico o sus efectos sobre
la fertilidad. En los estudios de mutagénesis en sistemas bacterianos
sin y con activación metabólica, la acetazolamida no es mutagénica.
El
fármaco no tiene efectos sobre la fertilidad cuando se administra con
la dieta a ratas machos y hembras en dosis 4 veces mayores que las recomendadas
en el hombre
INDICACIONES y POSOLOGIA
Diurético:
para reducción de edemas asociados a insuficiencia cardiaca congestiva, edemas
de origen medicamentoso y cuadros de retención hidrosalina. Glaucoma crónico
simple. Glaucoma secundario. Tratamiento preoperatorio de glaucoma agudo de
ángulo estrecho para reducir la presión intraocular. Epilepsia tipo pequeño
mal.
La
acetazolamida también está indicada para le prevención
o el alivio de los sintomas asociados con la altitud (mal de las montañas)
Glaucoma:
La acetazolamida debe ser empleada como adyuvante del tratamiento normal.
Administración
oral:
- Adultos:
las dosis empleadas en el tratamiento del glaucoma simple oscilan entre
250 mg a 1 g de acetazolamida en 24 horas, usualmente divididas en dosis
de 250 mg. Dosis superiores a 1 g no mejoran el efecto farmacológico.
En todos los casos, las dosis deben ser ajustadas individualmente según
los síntomas y la presión intraocular.
En
el caso de glaucoma secundario y en el tratamiento preoperatico de algunos
casos de glaucoma congestivo, las dosis preferidas son de 250 mg cada 4 horas,
aunque algunos casos responden a 250 mg dos veces al día. En algunos
casos agudos, parece más conveniente iniciar el tratamiento con una
dosis de 500 mg seguidos de 125 mg o 250 mg cada 4 horas.
Puede
utilizarse un tratamiento intravenoso para el alivio rápido de la presión
ocular en casos agudos. Se ha observado un efecto complementario cuando la
acetazolamida se utiliza en conjunción con mióticos o midriáticos
Epilepsia:
No
se conoce con exactitud si los efectos beneficiosos de la acetazolamida observados
en el sistema nervioso central son debidos directamente a una inhibición
de la anhidrasa carbónica del sistema nervioso central o si se debe
al ligero grado de acidosis que produce su administración. Los mejores
resultados se han observado en el "petit mal" de los niños.
Sin embargo, también se han comprobado efctos beneficiosos, tanto en
niños como en adultos en casos de otro tipo de convulsiones, como son
el gran mal, convulsiones de tipo mexto, espasmos miocolónicos, etc.
La dosis total diaria sugerida es de 8 a 30 mg/kg en dosis divididas.
Aunque
algunos pacientes responden a dosis más pequeñas, el rango óptimo
parece estar entre los 375 y 1000 mg/día. La mayoría de los
investigadores piensan que dosis mayores de 1 g no producen beneficios adicionales
en relación con la dosis de 1 g. Cuando la acetazolamida se utiliza
conjuntamente con otro fármaco, las dosis iniciales deben ser de 250
mg una vez al día, dosis que pueden aumentarse hasta las señaladas
antes en funciòn de la respuesta.
Insuficiencia
cardíaca congestiva:
Administración
oral:
- Adultos:
Para la diuresis en el fallo cardíaco, la dosis inicial es usualmente
de 250 a 375 mg una vez al día, dosis que se administra por la mañana.
Si después de una respuesta inicial, el paciente deja de perder fluídos,
la dosis no se debe aumentar, sino que se debe dejar que el riñón
se estabiliza, saltándose la medicación durante un día.
Los mejores resultados con la acetazolamida como diurético se obtienen
con administraciones del fármaco en días alternos. Los fracasos
terapeúticos se deben casi siempre a sobredosis o a administraciones
demasiado frecuentes
Edema
inducido por fármacos
Administración
oral:
- Adultos:
Las dosis recomendadas son de 250 a 375 mg de acetazolamida una vez al día
durante uno o dos días, alternado el tratamiento con un día
de descanso.
Mal de las montañas
Administración
oral;
- Adultos:
en casos agudos, la dosis es de 500 a 1000 mg al día, en dosis divididas.
En casos de ascensos muy rápidos, como pueden ser operaciones de
rescate o maniobras militares, se recomienda la dosis más alta. Es
preferible iniciar el tratamiento 24 a 48 horas antes de la ascensiòn
y continuarlo durante 48 horas hasta controlar los síntomas
Las
dosis recomendadas para el tratamiento del glaucoma y de la epilepsia difieren
notablemente de las necesarias para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca
ya que las dos primeras condiciones no se dependientes de la inhibición
de la anhidrasa carbónica en el riñón que requiere una
intermitencia para que el riñón se pueda recuperar de los efectos
inhibitorios del fármaco.
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