Fármacos antirreumáticos modificadores del curso de la enfermedad (FARMES)

El proceso de destrucción del cartílago y del hueso que se produce en la artritis reumatoide se puede retardar con la administración de un grupo de fármacos distintos conocido como FARMEs (fármacos antirreumáticos modificadores del curso de la enfermedad), en el que se incluyen antipalúdicos (cloroquina, hidroxicloroquina), penicilamina, sulfasalacina, inmunosupresores (azatioprina, ciclofosfamida, metotrexato) y sales de oro.

Los FARMES se utilizan cuando el diagnóstico, la progresión y la gravedad de la enfermedad reumática, han sido confirmados. El efecto de estos fármacos no es inmediato y usualmente se requieren unos 4-6 meses para conseguir el máximo de efectividad. La elevada toxicidad de estos fármacos es el factor limitante de su uso.

Aparentemente, los FARMEs modifican el sistema inmunológico. Los FARMEs se usan principalmente para tratar la artritis reumatoidea (RA). Muchos médicos comienzan un tratamiento precoz y agresivo de la AR con los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad con la esperanza de retrasar la evolución de la enfermedad y prevenir un mayor daño de las zonas afectadas.

 

Azatioprina

Ciclofosfamida

Cloroquina

Sulfasalicina

Metotrexato

Penicilamina