BLOQUEO DEL TRIGEMINO o DEL GANGLIO DE GASSER Abordaje de Braun Este bloqueo se debe llevar a cabo con confirmación radiológica de la posición de la aguja. El paciente se coloca acostado en posición neutra con la cabeza ligeramente extendida. El punto de inyección se sitúa a 3 cm de la comisura labial, realizándose un botón intradérmico. Se utiliza una aguja de 8 cm de longitud, 25 G de bisel corto con un marcador colocado a 5 cm. Se inserta la aguja a través de la mejilla siguiendo en una línea recta definida por el plano que pasa por la pupila y el agujero oval, y el plano que pasa por el agujero oval y un punto situado a 3 cm por delante del trago. El operador se asegurará con el dedo de que la aguja no penetra en la cavidad bucal. Entre los 3 y 5 cm de profundidad de consigue el contacto óseo |
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Se retira la aguja 2 cm y se reintroduce siguiendo el trayecto anterior pero más hacia abajo hasta obtener una parestesia en el territorio del nervio mandibular que indica que la aguja está a nivel del agujero oval. Se introduce 0.5 cm más, obteniéndose una parestesia en el territorio del nervio maxilar y/o del oftálmico que indica que se ha alcanzado el ganglio de Gasser. Es preferible realizar esta operación bajo control radiológico. Después de aspirar cuidadosamente para descartar la presencia de sangre o de fluído espinal se inyectan volúmenes de 1 ml de anestésico local hasta que se consigue el efecto deseado. Este bloqueo se utiliza para el tratamiento de la neuralgia del trigémino cuando ha fracasado una terapia más conservadora y para el tratamiento del dolor canceroso que afecta a la cara. Dado que el ganglio de Gasser está rodeado en sus dos terceras partes del ganglio por la duramadre, una pequeña cantidad de anestésico inyectada en esta puede alcanzar el líquido cefalorraquídeo y llegar al cerebro ocasionando la pérdida de conciencia y un paro cardiorespiratorio. Este bloqueo debe ser practicado sólo por personas con experiencia y bajo control radiológico. La mayor complicación del procedimiento es la anestesia de la córnea si todo el ganglio es bloqueado, con pérdida de la sensibilidad de la misma y posible desarrollo de úlceras. Otra complicación es la aparición del síndrome de Horner si inadvertidamente se inyecta anestésico en el espacio subaracnoideo. |
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