ÁCIDO LINOLEICO CONJUGADO
El ácido linoleico (ácido 9,12-octadecadienoico) es un ácido graso de 18 átomos de carbono y dos insaturaciones (o dobles enlaces) situados en las posiciones 9 y 12 respectivamente. Las cadenas C1-C8 y C13-C18 están en posición cis respecto al sistema de dobles enlaces (*). El ácido linoleico es un ácido graso esencial, muy frecuente en los aceites vegetales (aceite de maíz, aceite de soja, aceite de girasol, etc). En la grasa animal también se le encuentra, junto con otros ácidos grasos saturados y monoinsaturados. El ácido linoleico conjugado, (a veces conocido como CLA, iniciales de Conjugated Linoleic Acid) es un nombre genérico para un grupo de isómeros del ácido linoleico, de los cuales el más importante es el ácido 9,11-octadecadienoico o ácido ruménico, un isómero del ácido linoleico en el que los dobles enlaces están situados en las posiciones 9 y 11. En este caso, las cadenas C1-C8 y C12-C18 están en posición trans respecto al sistema de dobles enlaces (*). Otros isómeros presentes en el ácido linoleico conjugado son el 7,9-octadecadienoico (trans), el 11,13-octadienoico (cis/trans), el 8,10-octadecadienoico (cis/trans), y el 10,12-octadecadienoico (trans). Los estudios actuales sugieren que cada uno de estos isómeros puede jugar un papel fisiológico diferente y, que la efectividad del ALC puede variar de un fabricante a otro e incluso de un lote a otro, dependiente de las proporciones de dichos isómeros. El ácido linoleico conjugado se encuentra en cantidades muy pequeñas en los aceites vegetales, pero es relativamente abundante en las grasas animales, sobre todo en la leche de los rumiantes, en donde llega a alcanzar el 0.65%. El ácido linoleico conjugado es producido por la flora gastrointestinal de los rumiantes, en particular por los Butyrivibrio fibrisolvens, a partir del ácido linoleico. El ser humano y algunos mamíferos también lo producen, pero en cantidades muy pequeñas, por desaturación enzimática en el hígado del ácido vaccénico (ácido trans 1,11-octadecenoico) el cual es, a su vez, producido a partir del ácido linoleico El ácido linoleico conjugado se distribuye en los fosfolípidos, particularmente en la fosfatidiletanolamina. En el ser humano se ha observado la presencia de ácido linoleico conjugado, ya sea en la leche o en el plasma sanguíneo, con unos niveles fluctúan en 0,15%-0,22% y 0,4-0,5% del total de los lípidos circulantes, respectivamente. Sin embargo, los niveles de ácido linoleico conjugado determinados en los humanos pueden ser muy variables, dependiendo de la cantidad y tipo de carne que se consume y del tipo de alimentación que reciben los animales, de los hábitos de consumo individuales, de la composición total de la dieta, entre otras. En 1990 Pariza y colaboradores comunicaron por primera vez información relacionada con los posibles efectos beneficiosos del ácido linoleico conjugado obtenido de la leche de vaca, y desde entonces son muchas las comunicaciones científicas que se han publicado sobre las propiedades atribuidas a este ácido graso. |
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PROPIEDADES BIOQUÍMICAS Y ENDOCRINOLOGICAS Son muy numerosas las propiedades fisiológicas que han sido atribuídas al ácido linoleico conjugado incluyendo efectos antiadipogénicos, antidiabetogénicos, antiarterioscleróticos y anticarcinógenos. Además, el ALC afecta a la formación del hueso y al sistema inmunológico e influye sobre el metabolismo de los ácidos grasos y de los lípidos (*). Numerosos estudios en ratas demuestran que la administración de ALC al 1% en la dieta del ratón reduce los depósitos de grasa en comparación con los controles y, en los ratones C57BL/6J hembra tiene un efecto lipodistrófico, reduciendo por completo el tejido adiposo pardo y los niveles de leptina, una hormona que regula el apetido. Reducción de la adiposidad: los mecanismos implicados en la reducción de la adiposidad en el ratón son un incremento del gasto energético (como demuestran el aumento del índice metabólico y el consumo de oxígeno) con el correspondiente aumento de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) lo que sugiere un aumento de la actividad simpática. Otro mecanismo que ha sido sugerido es la apoptosis de los adipocitos, lo que ha sido observado en cultivos de adipocitos tratados con ALC y en ratones hembra tratadas con ALC al 1% durante 8 meses. Propiedades anticarcinogénicas: los primeros estudios del ALC en el cáncer mostraron que la mezcla de isómeros poseía propiedades que prevenían la fase de iniciación en el modelo de dos etapas (iniciación y proliferación) del cáncer de piel en los ratones. Después se descubrió que el ácido linoleico conjugado administrado en la dieta también inhibía la fase de promoción (proliferación) de los tumores de piel en los ratones. Muchos otros estudios han puesto de manifiesto los efectos antitumorales del ALC, al menos en modelos animales. Así, la mezcla de isómeros del ácido linoleico conjugado suministrada por sonda antes de la administración del benzo(a)pireno, redujo en 50% la incidencia y el número de neoplasias en el estómago de los ratones. Igualmente, en las ratas con cáncer de colon tratadas con ácido linoleico conjugado por sonda antes de la administración del carcinógeno 2-amino-3-metilimidazol[4,5-f]quinolina, hubo una reducción en la cantidad de focos aberrantes de criptas del colon, lo cual sugiere un efecto protector (anti-iniciador) contra este tipo de cáncer. Los efectos del ALC en el cáncer de mama experimental en la rata han sido también positivos: en las ratas a las que se les dio ácido linoleico conjugado en su dieta hubo una menor incidencia de tumores (inducidos por el mutágeno dimetilbenzilantraceno) y una disminución del número total de adenocarcinomas y fibroadenomas, comparadas con las que se alimentaron con dietas control. La máxima inhibición de tumores se logró en las ratas nutridas con 1.0% de ácido linoleico conjugado, aunque las concentraciones más bajas de este último (0.1% en peso) también dan protección contra el cáncer de mama. Propiedades antiaterogénicas e hipolipemiantes: en los modelos farmacológicos experimentales de dislipidemias y arterioscleroris, el linoleico conjugado ha msostrado normalizar las dislipidemias y reducir las placas ateromatosas. Así, los conejos alimentados durante 12 semanas con dietas altas en grasa (14%), 0.1% de colesterol y con 0.5 g de ácido linoleico conjugado por día tuvieron una disminución en el colesterol total, en el de las lipoproteínas de baja densidad y en las concentraciones de triglicéridos cuando se compararon con los animales a los que se les suministraron dietas altas en grasa y colesterol sin ácido linoleico conjugado. Igualmente El ácido linoleico conjugado al 1.0% como suplemento en la dieta reduce el colesterol en las fracciones de las lipoproteínas y la formación de ateromas en la aorta en las ratas hipercolesterolémicas. Propiedades antidiabétogenas: el ácido linoleico conjugado tiene actividad similar a las tiazolidindionas (como la troglitazona o rosiglitazona) un grupo de fármacos utilizado para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo. Estos fármacos actúan sobre un factor de transcripción denominado receptor activado por los proliferadores de peroxisomas (PPAR) que se considera clave para la regulación de la homeostasis de los lípidos. Así, en ratas prediabéticas obesas Zucker, el ácido linoleico conjugado dietario (1.5% en peso) normalizó la tolerancia a la glucosa y mejoró la hiperinsulinemia de manera similar a la troglitazona (medicamento del grupo de las tiazolidinedionas). El ácido linoleico conjugado y la troglitazona administradas en la dieta redujeron la concentración de los ácidos grasos libres en el plasma de las ratas. Estos datos muestran que el ácido linoleico conjugado mejora la sensibilidad a la insulina; normaliza la tolerancia a la glucosa; disminuye la insulina y baja los niveles circulantes de ácidos grasos libres y, por lo tanto, previene o retrasa la aparición de la hiperglicemia en la rata Zucker. ESTUDIOS EN EL HOMBRE En el hombre, la capacidad del ALC para reducir la masa adiposa ha sido demostrado en algunos estudios clínicos controlados, pero no en otros. En cualquier caso, incluso en los estudios favorables al ALC, los efectos son modestos (p.ej. reducción del 3.8% de la masa adiposa sin pérdida de peso global) o reducción del diámetro abdominal sin pérdida de peso (reducción de la cintura desde 120.0 ± 11.4 cm a 118.5 ± 10.2 cm después de 4 semanas de tratamiento con dosis de hasta 3.9 g/día) Se requiere realizar más investigaciones con objeto de identificar con precisión el papel del ALC en la adipogénesis, dado que al disminuir la grasa central y total se reducirían las enfermedades cardiovasculares, un factor de riesgo importante en los humanos. Son muy pocos los estudios en el hombre realizados con ácido linoleico conjugado que han examinado su impacto en el perfil de los lípidos séricos y, además, sus resultados son inconsistentes. Mougios y col. encontraron tendencias a la disminución de los lípidos séricos, incluyendo el colesterol-HDL, en adultos sanos (normolipidémicos, no obesos) que consumieron de 0.7 a 1.4 g/CLA/día durante cuatro y ocho semanas. En contraste, en el estudio de Benito y col. la suplementación con 3.9 g/día de ácido linoleico conjugado, durante 63 días, no modificó las concentraciones de colesterol, colesterol-LDL, colesterol-HDL y triglicéridos en los adultos con similares características a las del estudio antes descrito. Es importante hacer notar que en ambas investigaciones participaron personas normolipidémicas, podría explicar, en parte, esta ausencia de respuesta sobre el perfil de lípidos. No se han publicado datos sobre los efectos del ácido linoleico conjugado en pacientes con diabetes tipo 2, si bien un estudio no publicado señala que el suministro de 6 g/día de ALC durante ocho semanas causó una disminución modesta pero significativa en la concentración de la glucosa en ayunas, de la leptina, del índice de masa corporal y del peso. Sin embargo, no se observaron efectos sobre las concentraciones de insulina en ayunas, la hemoglobina glicosilada, los triglicéridos, el colesterol y el colesterol-HDL. Al no estar disponible este estudio, es díficil evaluar la relevancia de los hallazgos revindicados por la autora, que ella misma califica como "modestos" En un estudio realizado en voluntarios sanos que fueron vacunados frente al virus de la Hepatitis B (un modelo de simula una infección vírica de cáracter leve) el ALC indujo una más rápida formación de anticuerpos frente a los virus en comparación con el placebo, si bien la efectividad del ALC dependió de la proporción de los isomeros C9-C11 (cis-trans) y C10-C12 (trans-cis) Aunque el ALC ha sido nominado por la Academia de Ciencias Americana como "sustancia con propiedades anticarcinógenas inequívocas en modelos animales" no hay datos que sostengan que tal actividad se presenta en el hombre. Así, por ejemplo, no se ha encontrado ninguna correlación entre los niveles de ALC en la mama de mujeres con cáncer de mama y la progresión y/o metastasis del cáncer, siendo así que en el ratón, el ALC protege a los animales frente a los tumores inducidos químicamente. Por el momento, se desconocen las causas de este diferente comportamiento. En ninguno de los estudios con ácido linoleico conjugado realizados en humanos en cantidades de hasta 6 g/día se han reportado efectos adversos. La administración de dietas con ácido linoleico conjugado a ratas Fisher 344, durante 36 semanas, en concentraciones mucho más elevadas que el consumo humano, indicó una ausencia de toxicidad de este ácido. En el hombre, la administración de una dosis de 3.4 g/día de ácido linoleico conjugado durante 12 semanas no afectó toda una serie de parámetros de seguridad como los lípidos sanguíneos, el análisis hematológico (hemoglobina, eritrocitos, glóbulos blancos y plaquetas), las enzimas hepáticas (?-glutamyl transferasa, aspartato amino transferasa, alanina-amino transferasa), la bilirrubina hepática, los electrolitos (calcio, cloro, potasio, sodio), la creatina fosfoquinasa, la hemoglobina glicosilada, la lactato deshidrogenasa, la creatinina, la ferritina, la lipasa, ni tampoco sobre los signos vitales. Los pocos efectos adversos observados fueron similares a los producidos por el placebo |
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A pesar de la creciente popularidad del ALC, explicable por la peculiar legislación de los Estados Unidos que autoriza la venta como suplemento alimentario de cualquier sustancia, siempre que sea de origen natural y se encuentra en el organismo como tal, no existen pruebas por el momento de que el ALC reporte alguno de los beneficios que sus promotores revindican. En particular, como sustancia indicada para la obesidad, el ALC es absolutamente nulo ya que incluso en aquellos estudios en los que se observó un efecto mínimo, este consistió en una reducción de la masa de grasa que no fué acompañada de una reducción de peso. Si bien la evidencia indica que la ingestión crónica de ácido linoleico conjugado no parece inducir ningún efecto adverso, su modesta efectividad en algunas de las revindicaciones de los fabricantes, unidos a su elevado precio, no parecen justificar su consumo y mucho menos en el tratamiento de la obesidad sobre la que hasta el momento no se ha conseguido demostrar ningún efecto. |
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