Según
los vasos afectados, las enfermedades vasculares isquémicas de
los grandes vasos se pueden clasificar de la forma siguiente:
Síndromes
producidos por isquemia en el territorio de la arteria carótida
interna:
Arteria
cerebral media:
Esta
arteria irriga la parte medial de estructuras subcorticales, (ganglios
basales, tálamo y cápsula interna), mediante ramas perforantes,
y también suministra sangre a los lóbulos frontales, circunvoluciones
superior y media del lóbulo temporal y zonas laterales de los lóbulos
parietal y occipital. Según el lugar donde se situe la obstrucción
se distinguen:
- Síndrome
superficial de la arteria cerebral media: produce hemiparesia (hemiplejía),
de predominio braquial y que afecta la zona facial; se presenta una
alteración sensorial de la mitad del cuerpo y hay hemianopsia
(visión defectuosa o ceguera que afecta a la mitad del campo
visual), o cuadrantanopsia (visión defectuosa o ceguera que afecta
a un cuadrante o cuarta parte del campo visual); cuando el lóbulo
dominante es el afectado puede aparecer afasia (defecto o pérdida
de la capacidad de expresarse por palabras, por escrito o por signos
o incapacidad para comprender el lenguaje escrito o hablado), o disfasia
(trastorno del habla que consiste en la falta de coordinación
e incapacidad para ordenar las palabras debidamente).
- Síndrome
profundo de la arteria cerebral media: produce hemiparesia (paralización
de un hemicuerpo) o hemiplejía motora que afecta cara, brazo
y pierna, pero no hay alteración sensitiva ni visual.
- Síndrome
completo de la arteria cerebral media: en este síndrome se asocian
los dos anteriores, es decir, aparece hemiplejía que afecta cara,
brazo y pierna, asociada a alteraciones sensitivas y visuales.
Arteria cerebral anterior:
Esta
arteria vasculariza la parte medial y superior de los lóbulos frontales
y parietales, discurriendo por la parte superior del cuerpo calloso; origina
una rama recurrente, llamada arteria de Heubner, que irriga estructuras
subcorticales,
caudado y parte anterior de la cápsula interna. La obstrucción
de esta arteria produce
monoparesias
(parálisis de un miembro) sensitivas y motoras que afectan al miembro
infe ríor y se asocian a incontinencia urinaria.
Síndromes
producidos por isquemia de las arterias del territorio vértebro-basilar
1.
Arteria cerebral posterior:
Esta arteria irriga la parte medial de los lóbulos temporal y occipital.
Su afectación produce pérdida visual y alteración
hemisensorial contralateral. A veces, y según la zona afectada,
aparecen defectos motores.
2.
Otras lesiones del territorio vértebro-basilar:
Es típico de estos síndromes la alteración del mismo
lado de los pares craneales (ipsilateral), una hemiparesia cruzada (contralateral
o del lado contrarío), en asociación con nistagmo (movimiento
rítmico, rápido e involuntario de los globos oculares que
puede ser horizontal, vertical, rotatorio y mixto), y alteraciones del
nivel de conciencia (amnesia y cuadros confusionales). A menudo se observa
una una cefalea de intensidad moderada que dura horas o días, alteraciones
vestibulares (vértigo), alteraciones oculares (diplopia o percepción
de dos imágenes en presencia de un solo objeto), y ataxia (fallo
en la coordinación muscular o acción muscular irregular).
Si la isquemia es severa, a los síntomas anteriores se les asocian
alteraciones del nivel de conciencia, tetraparesia o debilidad muscular
que afecta a las cuatro extremidades y parálisis de pares craneales.
Además,
pueden producirse una serie de síndromes o condiciones isquémicas
- Síndrome
de Wallenberg. Este síndrome se produce por la oclusión
de la arteria cerebelosa postero-inferior. Dicha oclusión produce
ataxia cerebelosa, nistagmo, disfagia {dificultad para tragar), disartria
(articulación imperfecta del habla por trastorno del control
muscular), alteración sensorial facial, síndrome de Horner
ipsilateral (hundimiento del globo ocular, caída o ptosis del
párpado superior, leve elevación del párpado inferior,
constricción pupilar, estrechamien to de la fisura palpebral,
sequedad o anhidrosis y rubefacción del lado afectado de la cara
- Síndrome
del cautiverio: así se denomina una afectación motora
a nivel de la protuberancia con la sustancia reticular intacta que hace
que el paciente quede consciente y tetrapléjico.
- Síndrome
de la punta de la basilar: en este caso se producen alteraciones en
las estructuras distales que irriga esta arteria; Los síntomas
que se ocasionan en este casos son alteraciones talámicas, hipotalámicas
y mesencefálicas altas, (alteración supranuclear de la
motilidad ocular, trastorno del nivel de conciencia y distintos rasgos
del síndrome de la arteria cerebral posterior). No se afectan
las vías largas ni los pares craneales. Lo más típico
es el síndrome talámico caracterizado por pérdida
contralateral de la sensibilidad, alteraciones mentales y oculares,
hiperpatía y distintos grados de amnesia/confusión. La
alteración motora no es muy frecuente, pero si se produce es
contralateral.
- Infarto
cerebeloso: aparecen signos de hemiataxia (ataxia que afecta a la mitad
del cuerpo) e hipotonía (disminución del tono muscular)
ipsilateral asociados a alteraciones de los pares craneales, vías
largas
y conciencia.
- Síndrome
del robo de la subclavia: en esta caso, la sangre se desvía desde
la arteria vertebral hacia la subclavia cuando se realiza ejercicio
físico con el brazo ipsilateral; este desvío se produce
por estenosis severa de la arteria subclavia antes de salir la arteria
vertebral. A veces, esta situación puede causar una isquemia
usualmente asintomática.
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