INTERACCIONES
La atropina
se utiliza con frecuencia para contrarrestar los efectos muscarínicos
de la piridostigmina, aunque esta última tiene menos efectos muscarínicos
que la neostigmina. El uso rutinario de atropina en el tratamiento de
la miastenia gravis con piridostigmina se debe evitar porque la atropina
puede ocultar signos de un exceso de piridostigmina. Sin embargo, la atropina
a menudo se añade a la piridostigmina, cuando esta se utiliza para
revertir el bloqueo neuromuscular debido a relajantes no despolarizantes
del músculo esquelético. En esta configuración, la
atropina controla los efectos no deseados de la piridostigmina. Usada
correctamente, la combinación de atropina con piridostigmina supone
una interacción favorable.
Los inhibidores
de la colinesterasa, como la piridostigmina, siendo idóneos para
revertir las acciones de los bloqueantes neuromusculares no despolarizantes,
no deben usarse para revertir los efectos de los bloqueantes neuromusculares
despolarizantes.
Los bloqueantes
neuromusculares, como la succinilcolina, son metabolizados por la acetilcolinesterasa.
La administración de un agente como la piridostigmina podría,
paradójicamente, prolongar la acción de la succinilcolina.
La piridostigmina
no debe utilizarse simultáneamente con otros inhibidores de la
colinesterasa, tales como la neostigmina o el edrofonio, debido a la posible
toxicidad aditiva.
Se debe
evitar la exposición a los insecticidas que contienen malatión
por los pacientes que reciben piridostigmina.
Debido
el betanecol y la piridostigmina potencian la actividad colinérgica,
aunque por diferentes mecanismos, estos dos medicamentos no se deben utilizar
en conjunto para evitar un excesivol tono colinérgico.
Los aminoglucósidos
se han asociado con un bloqueo neuromuscular cuando se utilizan en irrigaciones
abdominales durante la cirugía. Aunque el riesgo de un bloqueo
neuromuscular por el tratamiento parenteral con aminoglucósidos
es remoto, estos antibióticos deben utilizarse con precaución
en pacientes miasténicos.
La quinina
se prescribe a menudo como un relajante del músculo esquelético.
Sus acciones son farmacológicamente contrarias a las de la piridostigmina.
Esto representa una interacción farmacodinámica con inhibidores
de la colinesterasa en lugar de una interacción farmacocinética.
Los bloqueantes
ganglionares (por ejemplo, guanadrel, guanetidina, mecamilamina y) pueden
antagonizar los efectos de piridostigmina. Además, la piridostigmina
podría reducir las propiedades de estos agentes antihipertensivos.
La disopiramida
posee propiedades anticolinérgicas, pero no está claro si
puede interferir con la actividad colinomimética de piridostigmina.
La procainamida y quinidina también tienen propiedades anticolinérgicas,
aunque algo menos de disopiramida. Estos antiarrítmicos se deben
utilizar con precaución en pacientes con miastenia gravis.
Los anestésicos
locales pueden antagonizar los efectos de inhibidores de la colinesterasa
mediante la inhibición de la transmisión neuronal en el
músculo esquelético, especialmente si se utilizan grandes
dosis. Puede ser necesario un ajuste de la dosis del inhibidor de la colinesterasa
para controlar los síntomas de la miastenia gravis.
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