EL CUERPO CALLOSO

El cuerpo calloso es una hoja de sustancia blanca, de forma cuadrilátera, tendida transversalmente de un hemisferio al otro; es un vasto sistema de asociación que reúne entre las dos mitades del cerebro puntos no simétricos de la corteza (*). Está presente en todos los mamíferos, excepto los marsupiales y monotremas.

Disposición general y dimensiones

Después de la ablación de la parte superior de los hemisferios (corte de Vieussens) (*), el cuerpo calloso tiene el aspecto de una hoja de sustancia blanca, más larga que ancha, que se confunde a la derecha ya la izquierda con el centro oval de cada hemisferio.

Lateralmente, dibuja un arco de concavidad inferior, que cubre los núcleos optoestriados y las cavidades ventriculares. Su extremo posterior, voluminoso, constituye el rodete del cuerpo calloso. Su extremo anterior se flexiona hacia abajo, denominándose rodilla; termina por un extremo afilado, el pico o rostrum (*). Su longitud, en la cara superior, medida del rodete a la rodilla, es de 7 a 8 cm, y de 6 a 7 cm. en la cara inferior. Su anchura en la cara superior (donde es mínima) no excede de 2 cm mientras que en la cara inferior llega a 3 ó 4 cm. Su grosor alcanza el máximum en el rodete (15 a 18 milímetros).

El cuerpo calloso se divide en tres porciones: tronco o cuerpo, rodete y rodilla.

• Tronco: la cara superior es convexa de delante atrás, plana o ligeramente cóncava en el sentido transversal. Esta cara ofrece a veces, en la línea media, un surco longitudinal, vestigio del rafe del cuerpo calloso. A cada lado de este surco se ven dos pequeños cordones longitudinales, llamadas estrías longitudinales (o tractos de Lancini) (*) . Estos tractos laterales están enlazados al tracto medio por un velo delgado de sustancia gris, al que se da el nombre de indusium griseum o simplemente indusium. Este velo gris es la continuación de la corteza cerebral de la circunvolución del cuerpo calloso. Es el vestigio de una circunvolución rudimentaria y se extiende de uno al otro hemisferio.
  La cara inferior del cuerpo calloso, convexa en el sentido transversal, es sumamente cóncava en el sentido anteroposterior. En la línea media da inserción al séptum lúcidum, y por detrás entra en contacto íntimo con las fibras transversales del trígono (salterio o lira de David). Lateralmente se extiende por encima de los ventrículos laterales. cuya bóveda constituye.
• Rodete: el extremo posterior, redondeado y romo, constituye el rodete o esplenio. El rodete aparece formado por plegamiento del cuerpo calloso sobre sí mismo. Entre el rodete y el trigono existe una hendidura que comunica a los lados con los ventrículos laterales, el ventrículo de Verga, muy desarrollado en ciertos animales. En el hombre existe antes del nacimiento y se oblitera poco tiempo después del nacimiento.
• Rodilla: el extremo anterior, más delgado que el precedente, se curva hacia abajo y atrás. La rodilla propiamente dicha está constituida por fibras reflejadas, que se continúan hacia abajo por una porción afilada del pico. Esta, que es una delgada laminilla de sustancia blanca, se continúa en la base del cerebro, a nivel de la comisura blanca anterior, con la lámina supraóptica. En la cara inferior de la rodilla se observan dos tractos blanquecinos, que se designan erróneamente con el nombre de pedúnculos del cuerpo calloso ya que son la continuación de los tractos de Lancisi. Llegados al pico, se separan uno del otro, pasando al espacio perforado anterior, donde contribuyen a formar la cintilla diagonal.

Radiaciones callosas

Las fibras callosas nacen de la corteza cerebral, a partir de grandes células piramidales les dan origen. Otras fibras serían colaterales de las fibras de proyección de la corteza cerebral.

Las fibras callosas se dirigen al hemisferio del lado opuesto y terminan en la corteza del hemisferio opuesto en puntos que según unos autores son simétricos, mientras que según otros las fibras callosas no recorren un plano frontal sino que terminan en regiones asimétricas en relación a su origen.

En el tronco se pueden distinguir fibras superiores externas, fibras superiores internas, fibras medias y fibras inferiores. Las fibras superiores externas proceden de la parte posterior del lóbulo frontal, de todo el lóbulo parietal y de la parte posterior del lóbulo temporal. Las fibras superiores internas proceden de la circunvolución del cuerpo calloso, de la frontal interna, del lóbulo paracentral, del precúneus, de la primera parietal y de la parte superior de las circunvoluciones rolándicas. Las fibras medias nacen de la segunda circunvolución frontal, de la parte media de las circunvoluciones rolándicas y de la segunda parietal. Las fibras inferiores vienen del opérculo silviano y de la parte superior del lóbulo temporal.

La rodilla contiene las fibras procedentes de la parte anterior del lóbulo frontal y del lóbulo orbitario.

Las fibras de la parte superior del rodete proceden de la segunda circunvolución temporal, de la parte posterior de la circunvolución del cuerpo calloso y del precúneus. Las radiaciones de la parte media y del esplenio nacen de toda la corteza del lóbulo occipital, del cúneus, del precúneus, del pliegue curvo, etc. Estas radiaciones, para llegar al cuerpo calloso, encuentran el cuerpo occipital del ventrículo lateral, constituyendo su conjunto el fórceps del cuerpo calloso (*) Este, puesto en contacto con la eminencia del espolón de Morand se divide en dos fascículos: el fórceps medio sigue la parte superointerna del asta occipital y deprime esta pared, produciendo en el interior del ventrículo un relieve conocido con el nombre de bulbo del cuerpo posterior; el otro, fascículo accesorio o fórceps minor, sigue la parte anterointerna de la prolongación occipital.

En el lado externo del fórceps se observa un gran fascículo de asociación llamado tapetum. Se admite actualmente que el fórceps mayor envía a la pared externa del cuerno occipital fibras que se mezclan a las fibras del tapétum (*) . En las lesiones del lóbulo occipital se encuentran fibras degeneradas en las dos formaciones. Sin embargo, el tapétum existe en cerebros en que el cuerpo calloso no presenta completo desarrollo y, por otra parte, queda intacto en el caso de lesiones primitivas del cuerpo calloso.